EL MUNDO ONLINE Y TU CRECIMIENTO

Mi primera columna en esta revista, fue con el tema Donde termina el HOME y comienza el OFFICE, en el que hablé de la importancia de trabajar desde el hogar, teniendo impacto en nuestras primeras conferencias en línea. Recibí muchas visitas y comentarios sobre el tema, pues entonces comenzaba el auge del Home-office.

Hoy, todo indica que, aunque pronto volveremos a trabajar en el sitio de la empresa, en la escuela, en la fábrica, en oficinas alrededor del mundo, la comunicación a través de medios electrónicos como zoom, Google Meet y muchos otros, seguirá siendo una herramientas de uso común y diario en nuestra actividad, cualquiera que sea.

HEMOS PERDIDO EL MIEDO A LA CÁMARA

Hoy, todos somos “expertos” en videoconferencias. Las disfrutamos, aunque algunos las odian, y cada vez las tomamos con mayor tranquilidad. Y ahí es donde veo un problema potencial.

Algunos las disfrutan y toman con ligereza… demasiada ligereza.

Y entonces, no es raro entrar a una conferencia, o a una junta de trabajo o a una clase, donde el 80% de las cámaras están apagadas.

“Es que… no me gusta que me vean; no alcancé a peinarme; no es importante que me vean, ya me conocen; no voy a decir nada, solo quiero escuchar; ni los conozco ni me conocen; no alcancé a arreglar mi casa; estoy cuidando a los niños; es que nadie la enciende…;” y así, muchas excusas más.

La verdad es que, si quien invita a la reunión no lo exige, y lo indica antes del registro, pocos sentirán que tienen que encenderla. Para muchos es un reto verse ante una cámara en medio de muchas otras personas más.

No quiero hablarte de eso. Quiero hablarte de las ventajas que tienes al encender tu cámara en CUALQUIER reunión. Ya sea con tu familia, con amigos, con tu grupo de la primaria, con tu jefe, con tu equipo de trabajo.

Y de eso vamos a hablar.

Estar en una reunión con una o muchas personas y mantenerte oculto – algunos sin siquiera escribir su nombre real –  constituye una GRAN falta de respeto.

En una reunión de trabajo presencial a la que fuiste citado, sería como enviar tu teléfono  encendido, solo para escuchar y ocasionalmente hablar, como diciendo a tu jefe y compañeros: no soy importante o, peor aún, “no son importantes para mi”.

O sería como decirle a un cliente: “no quiero que me vea, confíe en que estoy aquí y le estoy escuchando”.

Y podrás decir que no es importante y no te afecta, pero te afecta mucho más de lo que te imaginas.

ALGUNAS RAZONES POR LAS QUE, ENCENDER TU CÁMARA, ES IMPORTANTE PARA TU DESARROLLO.

Si alguna vez has estado del lado del presentador, haciendo la exposición a la que dedicaste horas y para la que practicaste para que fuese tu mejor momento, ya has experimentado lo frustrante que es  ver cuadros grises en tu pantalla, mientras haces tu mejor esfuerzo. Terrible, ¿verdad?

Pocos lo mencionan, pero te aseguro que a la gran mayoría les frustra.

Que los demás no lo hagan, no es suficiente motivo para que tu tampoco la enciendas. Aquí de lo que estamos hablando es de TU imagen, de tu prestigio, de tu avance personal.

Tu mensaje, utilizando solo la voz, sin el acompañamiento de la imagen, puede ser interpretada de una forma muy diferente a lo que deseas expresar. ¿Te ha pasado que dices un chiste a alguien en el teléfono y la persona se ofende? No vio tu sonrisa, no vio la expresión de tu cara al decir cada palabra. Le faltó la fuerza de la imagen.

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Conozco personas cuya voz, al no haberla entrenado, es lúgubre. Suenan molestos todo el tiempo, como enojados. ¿Conoces a alguien así? Y al no ver su expresión facial en una reunión, la imagen que dejan entre la audiencia es esa. Muchos pensarán: Esta persona está molesta por estar en la reunión, ¡solo que para eso le pagan!

Y lo peor, es que la persona estaba tranquila, siendo ella misma, y con su voz de cada día, solo que nadie pudo notar los nervios en su rostro y la imagen que se llevan es una totalmente errónea… y negativa.

¡Déjate ver!

Las reuniones en línea, son momentos clave para los jefes. Claro que no te lo van a decir, pero un jefe observa cuidadosamente a quienes están poniendo atención, a quienes toman nota, los que asientan con la cabeza cuando están de acuerdo con algo que se mencionó o en desacuerdo con una propuesta. Si eres alguien que quiere crecer en tu organización, que quiere ser tomado en cuenta para cambios en la estructura, ascensos, proyectos especiales y más, debes estar presente. Pueden odiar tu voz, tu tono, tu expresión, pero es probable que viéndote, ¡Hasta les caigas bien!

Mira a la cámara.

Si estás… que la gente vea que estás, atento, tomando notas, realmente estando presente. Mira a tu cámara, sobre todo cuando estás exponiendo.

Prepárate al cien.

Asegúrate de comprender el porqué de la reunión. ¿Cual es el objetivo? ¿Porqué estás ahí? ¿Que esperan de ti?

Nadie te invita a una reunión solo por molestarte. Si estás ahí, es porque tu trabajo, tu opinión o quizá simplemente tu apoyo moral a tu jefe, son importantes. Si no sabes porqué estás siendo invitado, amablemente pregunta a quien convoca. Te prometo que apreciará que preguntes.

Y, si sabes porqué estás ahí entonces…

¡Participa!

Es evidente que no en todas las reuniones habrá un momento que requiera tu participación. Pero estate atento. Muy a menudo verás una oportunidad para APORTAR a tu equipo. Hazlo!, entra en acción! Que la gente vea y escuche tu talento, tus ideas innovadoras, tus deseos de contribuir a que tu organización, ya sea de 2 o de miles de personas, crezca.

Si debes presentar algún resultado o reporte, hazlo con energía, con confianza. Nada de medias tintas. No solamente des cifras. Son duras, no tienen mucha personalidad, aunque son las que cuentan. No es lo mismo decir: este mes vendimos 10,000 autos, a decir: Contrario a lo pronosticado, este mes redoblamos esfuerzos y logramos llegar a la cifra de diez mil autos vendidos. La campaña de publicidad en línea y el esfuerzo de nuestros vendedores, fueron clave para lograrlo.

Sonríe.

Las reuniones pueden ser sobre temas importantes, serios, muy relevantes. Sin embargo, una sonrisa en el momento adecuado, ayuda a que los ambientes se relajen y baje la tensión. Se cuidadoso, pero sonríe.

Despídete siempre.

Con cortesía, con alegría, con una sonrisa. He visto reuniones en los que una de 20 personas se despide amablemente y los demás lo hacen con una “geta”, literalmente, como si dicha reunión les hubiese “quitado tiempo”. (Y aquí entre nos, muchas reuniones son eso, una pérdida de tiempo, al no haber sido planeadas adecuadamente).

Para concluir, todo mundo te está observando, aunque tu pienses que estas escondido detrás de ese cuadro gris en la reunión. Ese cuadro gris, habla de “valemadrismo” (o “valepadrismo”), falta de interés, falta de preparación. Créeme, tu cara, por muy feíto que estés, es mucho más impactante y bella que un cuadro sin personalidad.

Como siempre, gracias por leerme. Me encantaría leer tus comentarios sobre este tema en el espacio, aquí abajito.

Y si te parece interesante, ¡compártelo por favor!

JL

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4 comentarios

  1. Hola JOSÉ LUIS…
    Muy interesante y cierto todo Tú artículo.
    Yo no soy mucho de participar en videoconferencias, pero tienes razón en Tú exposición, que si por obligación, invitación, convencimiento ó por lo que quieras, tienes que participar en una videoconferencia … PARTICIPA.
    Cierto que demuestras Tú educación al estar presente al 100% , con imagen y atención, tanto al Conferencista que preparo el material dedicándole su tiempo esfuerzo y conocimiento; demuestras respeto y agradecimiento a la persona o empresa que te invito y tomo en cuenta para que mejores en tus conocimientos o estés enterado en lo ahí expuesto; demuestras respeto y educación a tus compañeros del evento ( sean conocidos ó no los conozcas ).
    Hay que saber darle el valor correspondiente a cada actividad en la que participemos sea en grupo o en lo individual.

    Saludos y Felicitaciones JOSE LUIS

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