Redes sociales…Redes comerciales

La evolución en el contenido de las redes sociales en los últimos 5 años ha sido notoria… y no necesariamente benéfica para el usuario.

La experiencia de uso en Facebook y de YouTube, en especial, ha cambiado debido a la abrumadora invasión de anuncios de productos internacionales, nacionales y locales.

En “Face” el algoritmo limita considerablemente el alcance de los mensajes y la capacidad de conexión con los amigos.

Uno abre la sección de noticias, en la que otrora aparecían las publicaciones de tus amigos y, en ocasiones, las de los amigos que tus amigos (muchos de los cuales eran personas con las que, incluso, tenías alguna relación); hoy sólo te encuentras videos, animaciones, banners, enlaces, accesos a canales pretendidamente informativos y Pop Outs, llenos de promociones y “oportunidades”, en temas que van desde el turismo –de todo tipo- hasta felicitaciones personalizadas de gente “famosa”.

Mensajes que irrumpen en tu foco de atención y de manera agresiva mutilan los contenidos que buscas y te interesa conocer.

Y esta tendencia de publicidad disruptiva (aunque resulta más bien invasiva e inoportuna) se está extendiendo a todas las redes en crecimiento (YouTube, LinkedIn, Instagram… etc.) en las que, parece, la única estrategia de los anunciantes es sorprender de manera violenta y buscar desviar el interés del tema que originó la visita al medio.

Entonces cabe cuestionar…

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  • ¿Qué validez tiene un mensaje comercial que, de inicio, resulta molesto o inoportuno?
  • ¿Qué tanta efectividad tienen la cantidad de mensajes de bajo presupuesto y carentes de estrategia creativa que constantemente irrumpen en las pantallas de los dispositivos?
  • ¿Qué importancia le dan a los mensajes comerciales los medios que brindan opciones para acceder a los contenidos “sin comerciales”? (Ej.: YouTube Premium).

Influidos por esta tendencia, los medios tradicionales, incluso, han dejado de respetar aquella norma de dividir el tiempo de contenido y las “pausas comerciales”.

Hoy, si uno ve un partido atractivo -tanto en televisión como en streaming– recibe una transmisión cargada de spots tradicionales, menciones del narrador o del comentarista, cintillos, proyecciones virtuales, vallas físicas y electrónicas, futbolistas -y hasta árbitros- ataviados con vistosos uniformes… plagados de marcas. Hay anuncios… ¡hasta en los relojes con los que se mide el tiempo de cada período!

Sólo como ejercicio: Vea un partido de futbol completo y al final intente recordar algo de lo que vio (en el tema comercial) su respuesta difícilmente será algo más que… NADA.

Entonces, si tenemos medios de comunicación desvirtuados en su misión original, saturados de mensajes comerciales intrascendentes,

y percibidos, de entrada, con molestia o falta de interés, en el mejor de los casos… ¿podemos pensar en campañas exitosas?

Sin duda los Social Media están avanzado, multiplicándose, tecnificándose y especializándose en atender a mercados cada vez mejor segmentados;  pero ¿lo está haciendo, de la misma manera, el USO comercial que se les está dando?

Hay que cuestionarlo seriamente, la ventaja es que la primera parte de respuesta es clara: Solo la creatividad podrá salvarnos.

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