La forma tradicional de hacer Marketing -la publicidad a través de la compra de medios masivos- atrapa a mucha gente pues es instantánea. Si contratamos un spot/anuncio hoy, sabemos que a la hora de su transmisión alcanzará cierto número de personas. En dicho spot le estaremos mandando a la audiencia un mensaje, generalmente de manera impersonal y unidireccional, a través de canales de difusión pagados.
En cambio, el Marketing de Contenidos va más allá. No irrumpe al consumidor, por el contrario, lo atrae para que sea este quien se interese por el producto. El perfil del cliente ha evolucionado, así que dejémonos de querer vender a toda costa y vayamos a fidelizar. A escuchar qué quiere decir el cliente sobre nuestra marca. A interactuar con ellos a través del Marketing de Contenidos.