Al acercarse la temporada navideña de 2024, es inevitable notar cómo las tendencias de compra han cambiado y cómo los consumidores están adoptando nuevas formas de hacer sus compras a lo largo del año, pues si algo hemos aprendido en los últimos años, es que las fiestas decembrinas ya no son solo una época de regalos, sino un reflejo de la evolución del consumo y la manera en que la tecnología está transformando nuestra relación con el mercado.
Este año, las marcas se enfrentaron a un reto que ha cobrado fuerza incluso desde antes de temporadas como el Hot Sale y El Buen Fin: adaptarse a un consumidor más informado, exigente y, sobre todo, consciente de las opciones que tiene a su alcance. Y las compras decembrinas, no serán la excepción.
Según datos recientes de la agencia Elogia, más del 35% de los consumidores mexicanos planearon gastar más en esta Navidad en comparación con 2023, y aunque este aumento no es radical, si nos permitió ver una tendencia optimista hacia las compras navideñas, sobre todo realizadas a través de canales digitales, como lo son tiendas web y, particularmente, marketplaces como MercadoLibre y Amazon, que se han posicionado como una opción importante en la temporada navideña para 6 de cada 10 internautas.
El rol de las tiendas físicas en la era digital: un puente entre lo tradicional y lo online
A pesar del auge del ecommerce, las tiendas físicas siguen jugando un rol importante, especialmente en ciertos segmentos de la población: los consumidores más tradicionales, en especial los que se encuentran entre los 46 y 70 años. Sin embargo, es importante reconocer que otros segmentos más jóvenes tampoco han abandonado por completo el canal offline, sobre todo en culturas como la mexicana, donde los procesos de compra ya “conocidos y confiables” siguen teniendo un fuerte arraigo.
La experiencia de compra en tienda física sigue siendo la más completa para aquellos que buscan tocar, probar y ver los productos antes de comprarlos. Esto es particularmente cierto para categorías de productos como moda, electrodomésticos y tecnología, donde los consumidores prefieren asegurarse de que la calidad y las características del producto estén a la altura de sus expectativas, por lo que el desafío para las marcas, especialmente durante las épocas decembrinas, es ofrecer experiencias de compra físicas que se complementen con los beneficios del comercio online, creando un puente entre lo mejor de ambos mundos.
¿Qué factores nos impulsan a comprar en esta Navidad?
Una tendencia importante que hemos visto a lo largo del 2024 fue, sin duda, la recomendación de terceras personas como el principal impulsor de compras. Y es que sin importar que vengan de amigos o familiares, las reseñas generan un gran sentido de confianza para quienes están interesados en adquirir productos a través de tiendas online o físicas.
Es tan evidente este impulso que, 7 de cada 10 internautas han declarado que las reseñas son determinantes para efectuar una compra, principalmente en marketplaces, donde la saturación de productos y ofertas pueden incrementar el riesgo de perder el interés de consumo digital.
Por otra parte, las marcas siguen apostando por la publicidad digital en la temporada navideña, desde display hasta redes sociales, donde encuentran una gran oportunidad de impactar en las decisiones de compra de consumidores más jóvenes a través de estrategias de hipersegmentación e personalización basadas en los comportamientos y hábitos de los usuarios.
Este enfoque personalizado lo podemos ver reflejado en múltiples campañas, como la que acompaña el tan esperado Spotify Wrapped, donde, al igual que las marcas aprovechan datos específicos para conectar con los consumidores, Spotify utiliza el análisis de gustos musicales para ofrecer resúmenes anuales personalizados a sus usuarios.
De esta manera, las marcas, así como Spotify, han sabido reconocer la importancia de reforzar las conexiones y la fidelización con sus consumidores en épocas de naturaleza emocional como lo es la Navidad.
La prudencia del consumidor y la confianza en las marcas
Este 2024, la expectativa de gasto en Navidad es más alta que el año pasado, con un promedio de $2,544. Sin embargo, no podemos perder de vista un factor clave que ha marcado la pauta en temporadas pasadas: la prudencia del consumidor.
Aunque los compradores están dispuestos a gastar más, este año se observa un patrón claro: la confianza y la seguridad son prioritarias en sus decisiones de compra. Y, aunque las ofertas navideñas suelen ser una excelente oportunidad para las marcas, es vital entender que la transparencia será el factor que más influirá en el comportamiento del consumidor.
La desconfianza hacia las promociones engañosas ha crecido, pues, 7 de cada 10 consumidores desconfían de los precios inflados durante la Navidad, un fenómeno comúnmente utilizado por las marcas para aumentar la percepción de descuento.
En este contexto, las marcas deben actuar con mayor transparencia para no solo destacar durante la temporada navideña, sino también para mantener la confianza de los consumidores a largo plazo.
Entonces, ¿Cómo pueden las marcas responder a esta demanda de transparencia?
La respuesta es clara. Se necesita un enfoque honesto y directo en cada aspecto de la experiencia de compra; desde evitar las promociones que no sean genuinas, pues los consumidores han aprendido a identificar cuándo un precio fue inflado para ofrecer un “gran descuento”, y esta práctica sólo erosiona la relación de confianza con la marca.
Al cierre de este 2024, es evidente que el comportamiento del consumidor ha cambiado. Los consumidores se han vuelto más reflexivos y exigentes, y aunque la tecnología y la automatización son aliados poderosos, siempre deben estar al servicio de una experiencia que inspire confianza y satisfacción.
Con el horizonte de 2025 ya a la vista, la lección de este año es clara: el balance entre lo digital y lo físico, la personalización en la oferta y la transparencia en la comunicación serán claves para seguir avanzando.
¡Felices fiestas!