
Poco a poco, las marcas han apostado por estrategias en favor del cuidado del medio ambiente. Ante las exigencias del mercado por productos y servicios más responsables, Burger King se puso la camiseta y anunció su nueva fórmula en Twitter: Cows Menu.
En el video de la campaña, un niño canta country mientras explica cómo las emisiones de gas metano provenientes de las vacas contribuyen en el calentamiento global. Burger King toma parte en el problema y ofrece una solución: agregar hierba de limón en la alimentación del ganado, pues este ingrediente favorece la digestión de las vacas y ayuda a reducir las emisiones hasta en un 33 por ciento.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, la industria cárnica no sólo es responsable de la emisión de gases de efecto invernadero, también necesita de grandes cantidades de agua y es causa de la deforestación de selvas en Sudamérica para plantar la soya que alimenta al ganado. Por ello, se considera como opción viable que dejar de comer carne podría ayudar a reducir el impacto del efecto invernadero en un 15% para 2050.
La fórmula de Burger King ha recibido fuertes críticas por parte de los ambientalistas, pues aseguran que las acciones de la cadena no tienen impacto ambiental real y que se trata de otro caso de greenwashing. Sin embargo, la creativa manera en que se presentó la campaña en Twitter causó furor con la pregunta ¿a quién le gusta la hierba? La respuesta de la audiencia fue divertida y los memes no se hicieron esperar, Burger King estaba en tendencia gracias al maravilloso juego de palabras.
Las opiniones están divididas; por un lado, el sector que cuida el medio ambiente dice que el esfuerzo no es suficiente, mientras que otros aplauden no sólo la fórmula, también la estrategia que causó morbo y que, de manera exitosa, ahora nos tiene hablando de las flatulencias de las vacas. Vale la pena preguntarse, ¿este es un acierto marketero o se parece más a triunfo hipócrita?