El pasado lunes 14 de junio en la rueda de prensa previa al encuentro entre Portugal y Hungría, dentro de la Eurocopa 2020, la estrella internacional de futbol, Cristiano Ronaldo, hizo un gesto reprobatorio a la Coca-Cola, que puso en jaque al mundo bursátil al desplomar las acciones de la embotelladora en unos cuantos segundos: el efecto Cristiano.

El recuento de los daños por esta simple acción fue una caída del 1.6% para la embotelladora en la bolsa de valores, trayendo como consecuencia económica que Coca-Cola bajara su valor de 242 mil millones de dólares a 238 mil millones, lo que se tradujo en pérdidas totales de 4,000 millones de dólares.

Y es que, una vez sentado para dar inicio a la conferencia, el máximo goleador histórico del Real Madrid miró con desdén dos botellas de la bebida carbonatada, las hizo a un lado dejándolas fuera del encuadre de la cámara y en su lugar coloca una botella de agua simple, de donde más tarde podría destapar la felicidad. 

Ronaldo: 1, Coca: 0

“¡Agua!… Coca-Cola.” fueron las únicas palabras que necesitó decir el astro portugués para dejar a la Coca… fría. Cualquier marca daría lo que fuera para que una personalidad de esa talla mencionara su nombre, y sin embargo a este poderoso patrocinador se le apagó la chispa de la vida al instante. Y es que la forma de alejar las botellas, gesticular con una mueca y pronunciar la marca con un tono de desaprobación, fueron parte del lenguaje no verbal… que lo dijo todo.

Y es que como parte de los acuerdos de un contrato millonario de Coca-Cola como patrocinador oficial de la Copa, debía aparecer un product placement en la mesa, frente al futbolista: dos inocentes botellas colocadas así muy casual, como quien no quiere la cosa, con la etiqueta al frente y a cuadro, fueron expulsadas con tarjeta roja, como su marca, frente a los ojos del mundo entero.

La importancia de llamarse… Cristiano Ronaldo

Cualquiera podría hacer lo mismo en su vida diaria o en una campaña pagada, pero definitivamente sin los mismos resultados.

¿Con qué frecuencia se repiten los mensajes de las campañas millonarias sin tener el efecto deseado? ¿cuánto se ha gastado en campañas con celebridades para asociarlas con un producto? ¿o cuántos influencers no han contratado las grandes firmas para dar mensajes a favor de sus marcas sin tantos resultados?

Sólo Cristiano Ronaldo es Cristiano Ronaldo: una de esas figuras que sobrepasan su actividad y más allá de las canchas, su nombre e imagen se han convertido en una marca reconocida aun por quienes no comparten la pasión por el futbol. Por eso es fácil entender que cualquier palabra o acción que salga de él, puede tener grandes repercusiones.

Coca contra Pepsi… y Cristiano contra todas

Aunque esta noticia haya causado gran revuelo, en realidad no debería sorprendernos tanto. Y es que a lo largo de su trayectoria, no es la primera vez que la celebridad lusitana se proclama en contra de refrescos y comida chatarra, como en aquella entrevista en la que se declaró totalmente en contra de que su hijo consumiera ese tipo de productos, mencionando a varias marcas.

En contraparte, tenemos a su rival deportivo Lionel Messi, que es patrocinando desde hace varios años por la gaseosa de la competencia: Pepsi que, según se dice, ha ofrecido sumas millonarias a Cristiano para patrocinarlo, siendo rechazados por el mismo.

Además, siendo sinceros, con los más de 100 millones de dólares que se calcula ha ganado por patrocinios de marcas como Nike, Armani, Tag Heuer, Castrol en el último año, y otras relacionadas a salud como Laboratorios Abbott y Herbalife, tampoco tiene tanta necesidad de vender sus convicciones. 

Todo esto nos demuestra, por un lado, la eficacia que puede tener una acción natural y no forzada de una personalidad que actúa y vive en congruencia con el mensaje que dice y por otro, que decir muchas palabras como parte de un guión sobre-maquillado en el que se quiere decir todo, muchas veces termina por no decir nada.