Hace algunas semanas se armó en México una polémica un poco extraña en Facebook y en Twitter en el que el centro del tema y hasta de la burla era un muchacho llamado Genaro Lozano, quien surgió de un movimiento originado en la Universidad Iberoamericana llamado #Soy132 que, más que buscar un propósito loable, su objetivo era ganar protagonismo y visibilidad.
Este ahora comunicador andaba con ganitas de ingresar a algún medio masivo y a través de dicho evento en contra del expresidente Enrique Peña Nieto “negoció” su presencia en uno de los canales noticiosos de Televisa, y ahora hasta se logró colocar en el principal programa de análisis del canal abierto más importante de la televisora: Tercer Grado.
Una vez habiéndose abierto espacio en ese lugar que tanto anhelaba, ha querido tener un lugar preponderante en las redes sociales creando controversias acerca de temas que en ocasiones no vienen ni al caso.
Entonces resulta que un día fue a Costco, uno de los dos clubs de precios más populares de algunos países del continente americano, y –aparentemente- un empleado de la tienda no le hizo caso y, para llamar la atención del susodicho decidió agredir a la cadena, con el pretexto de que le parece indebido que a la salida le revisen su ticket de compra, se hizo tendencia y, al haber logrado colocarse en el ojo del huracán, hasta acusó a la empresa de prácticas ilegales y arrobó a la Procuraduría del Consumidor.
Los errores
Lo que a este chico se le olvida es que para poder hacer compras en Costco se requiere de una membresía que se renueva de forma anual, misma que lleva un contrato de por medio que tienes que firmar al adquirirla inicialmente, donde se incluyen claramente, letra chiquita o no, las condiciones del club.
Y entonces, al haber firmado ese contrato y acudir a comprar se aceptan de forma tácita tales condiciones.
No sólo eso, en los puntos de venta de dicha cadena hay letreros que lo mencionan, y el ticket tiene una nota que también lo señala.
Es decir, cuando decides unirte a un club, decides aceptar sus condiciones, porque un club establece sus propias reglas, mismas que en este caso te exigen mostrar tu credencial al entrar y al pagar, y aceptar la revisión de tu ticket a la salida.
La realidad
Lo que Sam’s y Costco argumentan es que esta tan discutida revisión lo único que busca es asegurarse de que todo lo que se te ha cobrado está en tu carrito. Ni cargo de más ni cargo de menos.
Lo que es totalmente cierto es que no están tratando de checar si algún socio los está robando, ya que todo consumidor sabe que las tiendas de este tipo (departamentales y autoservicios) tienen los mejores sistemas de seguridad y observación en el mundo.
Y también es cierto que varios hemos atestiguado o hasta vivido en carne propia que al salir del establecimiento se llega a detectar que al pasar por la caja de cobro nadie ha cometido algún error, sobre todo ahora que tienen las estaciones de auto-cobro.
Por ejemplo, ya me sucedió que, al comprar agua en botellón de 10 litros, el escáner cobró dos en automático porque así está armado el paquete de esa marca del vital líquido, como diría algún reportero banquetero. No me percaté de ese detalle y en mi carrito solamente puse uno. Es decir, la revisión sí es útil para reducir errores.
A veces somos consumidores impertinentes por las razones equivocadas. Y parece ser que hay personas que se vuelven tendencia también por las razones equivocadas.
#EnFin
2 respuestas
Hola, Liliana. No sé por qué le das tanto rodeo para llegar al punto con algo irrelevante como lo que mencionas en el segundo párrafo, ve directo al tema, por lo demás esta muy bien.
Saludos
Muchas gracias por leer y por compartir tu opinión. ¿Sabes? Tienes toda la razón. Cuando lo estaba escribiendo tuve la duda de incluirlo. Pero una parte de mi cerebro me recordó que, al ser un medio que se lee en otros países y que quien detonó el TT en México es alguien que puede ser totalmente desconocido más allá de las fronteras, incluí esa parte para dar contexto. Prometo hacerle menos caso a mi cerebro y más a mi intuición. Muchos saludos.