El país ya comienza a saturarse en todos los medios de un tipo de mensajes que cíclicamente nos inunda, intenta modificar nuestras convicciones y tiene una relevancia fundamental en el futuro de nuestras vidas: Los Mensajes de Propaganda Política.
Ya estamos iniciando en México, una vez más, la larguísima época de elecciones, cuando el mensaje político adquiere su clímax de relevancia y en la que el tono de lo que se expone en los medios -en todos- muta de la suave, seductora y divertida tonalidad publicitaria; a la imperativa, grandielocuente y, aparentemente relevante, propia del discurso político.
Candidatos de diferentes plataformas filosóficas y partidistas; aspirantes a múltiples cargos de diferente importancia en la administración pública; hombres y mujeres que presentan su visión de país y propuesta personal, a través de frases e imágenes impactantes, aparentemente emanadas de las necesidades de la población e impregnadas de convicción e intenciones de convencimiento.
Preguntémonos primero, ¿qué es el discurso de oratoria política?
Podemos definirlo como la forma que tiene una persona para hablar ante un público en específico, para convencerlo de las ideas que les expone.
Un discurso es una narración oral premeditada, de mensajes clave perfectamente pre-determinados, generalmente expresada en actos solemnes y masivos, de temática política, sobre un tema, pensamiento, visión y conclusiones, con el fin de informar y emocionar, para así persuadir al público asistente.
Cabe destacar que el discurso oral representa una herramienta verdaderamente efectiva de comunicación de ideas; y lo mejor es que puede emplearse en cualquier situación de reunión social.
En él se exponen las propuestas políticas que tiene una figura para convencer a su audiencia.
Un discurso público busca resolver sus pretensiones de validez, coordinar interacciones sociales y determinar el sentido de las actividades humanas.
Existen 3 tipos de discursos:
- Discursos para informar, persiguiendo la clara comprensión de un asunto o de una idea, o resolviendo una incertidumbre.
- Discursos para entretener, buscando en el auditorio una respuesta de agrado, diversión o complacencia.
- Discursos para persuadir, que buscan influir sobre los oyentes para modificar o transformar sus opiniones.
Partes de un discurso.
Un discurso se integra por 4 secciones que se llevan a la práctica en el momento en que el discurso es pronunciado.
- Exordio,
- Exposición o narración.
- Argumentación.
- Epílogo o peroración.
El discurso político.
Es aquel que se produce en el ámbito propio de las luchas de poder; es decir, dentro de la política.
Cada discurso político tiene un objetivo específico y, para lograrlo, utiliza recursos retóricos como la persuasión, la argumentación y la identificación de un adversario.
El discurso político es esencialmente argumentativo; es decir, con la finalidad primordial de influir en las actitudes de los demás para lograr que se identifiquen con las de su autor
Mantiene un lenguaje sencillo, rico en frases y palabras cortas, que permitan un compartir un mensaje específico, directo, sin rodeos, en el que quede claro cuáles son las ideas a transmitir.
En México la tradición oratoria política es larguísima y rica en grandes exponentes, tales como: Justo Sierra, Belisario Domínguez, Adolfo López Mateos, Luis Echeverría o José López Portillo, quienes en su tiempo presentaron piezas de alocución determinantes en la historia de México.
Y miembros de la oposición como: José Vasconcelos, Maquío, o Gerardo Fernández Noroña no han sido menos en el ámbito de la oratoria, la forma más pura del discurso político.
¿Serán expositores de este calibre comunicacional, a los que vamos a presenciar en lo próximos meses? ¿Nos comunicarán ideas que nos inciten a la acción?
Reitero, ha llegado el tiempo de: escuchar, analizar, identificarnos, convencernos… y votar,
¡Ahora tienes la palabra!
RECOMENDACIÓN AL REDACTOR DE DISCURSOS POLÍTICOS.
Haz uso del storytelling como técnica imprescindible para establecer una conexión emocional con el público.
