Este post es un tanto diferente, y se trata ni más ni menos de un tema recurrente entre los profesionales de la Comunicación y sus ámbitos de trabajo; ser creativos aún cuando el entorno no sea el más favorable para esto. Mucha gente, imagina que quienes trabajamos en Comunicación, Marketing, y Relaciones Públicas, trabajamos en oficinas “tipo Google o algo así”. Nada más alejado de la realidad. No es que no sean modernas, es simplemente totalmente diferente por donde se la vea. No existe tobogán, recreo de 2 horas, ni home office.
Si bien hay una tendencia creciente por los espacios de coworking, networking, y demás variantes de la misma cuestión (trabajo no tradicional), a otra gran parte de colaboradores nos toca desempeñarnos en espacios reducidos, por una infinita cantidad de horas al día. Y quizá, hace muchos años en la misma organización… Hay una especie de relación complicada entre creatividad y oficinas, y en los espacios que todavía no se han modernizado, ya que el home office o todas las prácticas alternativas antes nombradas, no son bienvenidas en todas las empresas.
El trabajo es como una relación: si no la mantenemos viva, se desgasta. Pero creo fervientemente que si la “condimentamos” en el día a día, puede ser una situación más que placentera. Entonces surge el conflicto de intereses: ¿cómo mantenemos “viva la llama” de la creatividad, sin que la rutina la apague? Una gran pregunta con muchas posibles respuestas.
Les voy a dar mi opinión como empleada en relación de dependencia y a la vez consultora freelance:
Mantener una vida equilibrada entre trabajo-ocio.
Vale para cualquier trabajo, pero en especial, donde se requiere creatividad, mantener la mente despejada hace que seamos más productivos.
Escuchar música
Muchas veces (y sobre todo para compañeros que no trabajan en nuestra área), la música es una distracción que empaña el desempeño. No quiero generalizar, porque seguro a más de uno esto no lo identifica, pero a la gran mayoría nos resulta al revés; un disparador. ¡Nos inspira! Así que si en tu trabajo te permiten utilizar auriculares, aprovecha, en Spotify hay muchas listas con música interesante para tus horas de trabajo.
Propiciar momentos de consulta in-office
Esto vale para aquellas cuestiones donde quizá necesitemos la ayuda de otra área. Lo ideal es contar con la máxima cantidad de opiniones diversas, para poder llegar a un punto en común y que surja una idea creativa.
Dejar en claro lo necesaria que es la comunicación
Otra cuestión que a veces suele ser difícil en un principio. Vale para aquellas empresas que están comenzando en el ámbito digital y nuestros colegas de otras áreas no terminan de entender bien qué hacemos y para qué sirve. Y cómo se logra ser más productivo: fomentando la creatividad.
Nunca dejar de preguntar
La curiosidad, el mantener al niño interior intrigado, hace que muchas veces podamos conocer cuestiones de las empresas que de otra forma pasarían desapercibidas; y, al conocerlas, podemos comunicarlas.
Más allá de este breve resumen que podría ser infinito, la cuestión radica en poder hacer nosotros a nuestro lugar de trabajo. Hacer más agradables y creativas nuestras oficinas, depende pura y exclusivamente de nosotros mismos.
Ya que el mismo no va a cambiar, nosotros debemos poner de nuestra parte para “decorarlo”. Imaginen que es como una casita a donde recién se mudan: ¿por dónde comenzarían?, ¿decorando la sala, el cuarto, o la cocina? ¿Pintarían de color verde agua o blanco? ¿Colgarían cuadritos o dejarían las paredes lisas? Cualquier respuesta va a estar bien, ¡y ahí radica la creatividad! Y el sello personal que cada uno pueda añadir, es el distintivo que nos diferencia como profesionales 🙂
Me encantaría leer sus opiniones, ¡y que me cuenten qué tips ponen en práctica para mantener la creatividad en sus trabajos!