Revista de Marketing y Negocios

El dolor de la entrevista

Recuerdo perfecto una vez que estaba perfectamente nerviosa porque tenía una entrevista de trabajo con un director que tenía fama de hacer las preguntas más espantosas. Un amigo especialista en Recursos Humanos me vio hecha pomada de nervios y me aconsejó esto. Te lo paso al costo.

Durante una entrevista ¿qué debes de contestar o cómo debes de reaccionar? Lo primero es asegurarse de tener cuanta información sea posible acerca de la empresa y de la persona que vas a ver. Eso ayuda muchísimo porque te da recursos a la hora de la hora.

Entrevista
Preguntas personales.

No deben de hacerse. Contesta de forma MUY diplomática que tu vida personal no interviene con tu trabajo y que, por lo tanto, prefieres concentrarte en tu experiencia profesional.

No sabes qué contestar.

Tómate tu tiempo. No todos tenemos todas las respuestas en la punta de la lengua. Dile “Mmm, qué buena pregunta. Déjame pensar…” Lo primero que hay que hacer es evitar silencios extraños. Habla un poco de la empresa o pregunta cómo le hace esa persona para manejar preguntas de las que no tiene una respuesta inmediata. Mientras tanto, te das tiempo para pensar y responder lo mejor posible.

Piensa en voz alta.

Muchas veces quien entrevista no espera una respuesta correcta de forma inmediata, sino que busca observar cómo reaccionas ante una situación que no te es del todo cómoda. Reacciona. Si desconoces la respuesta, por ejemplo, de un proceso, exprésalo diciendo lo que harías y dónde consultarías. “Primero”, “luego”, “entonces” y “lo verificaría de tal forma”. Esto por lo menos demuestra que tienes recursos y estructura.

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Redirecciona.

Puede ser que de plano no tengas ni idea de lo que te acaban de preguntar. Comparte una experiencia similar en la que te hayas visto desconociendo algo y cómo lo resolviste. Usa paralelismos y/o metáforas. Y reconoce esas habilidades tuyas que aplicarías o usarías en el planteamiento que te exponen.

Protégete.

Y por supuesto están esas preguntas que hagas lo que hagan sencillamente no tienes la respuesta en ti. Por ejemplo, utiliza la información que ya tienes de la empresa y reconoce que no tienes la respuesta en sí “no sé exactamente cómo se hace, pero creo que esta compañía maneja a + b+ c, y sé que tengo la capacidad de aprender muy rápido”.

No debemos sentirnos mal por no saber dar una respuesta. El chiste es saber salir triunfante en el manejo de la situación. Al final, para el entrevistador, eso es lo que cuenta. #NoTeTrabes

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Liliana Bretón

Publicista e investigadora

Publicista e investigadora; maestra y estudiante; amante del cine, los libros y el buen sentido del humor; no cambio por nada una tarde de vino con una buena plática. Beatlefan y chocohólica. Socialmente analfabeta. Vivo en Cholula.

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