Las oportunidades están en donde otros ven problemas, es ahí cuando te puedes convertir en una opción.
¿Les ha pasado que escuchan a otras personas quejarse de cosas que en tu cabeza es algo que se puede resolver de forma muy simple?, el punto es no dejarse arrastrar por la crisis, por la carencia, incluso me atrevería a decir que se corre el riesgo a no pertenecer. Es complicado darse cuenta que para ser funcional es necesario desmarcarse del drama y darse la oportunidad de ser parte de la solución y no del problema, es algo que nos lleva a ir contra corriente ¿o no?.
Hace poco conocí a dos señores que decidieron emprender un sueño, consiguieron recursos (cuando no había), se organizaron para estar en la parrila y mesereando entre los dos (siendo ingenieros), no hubo impedimento alguno para emprender, dejaron los títulos colgados a un lado y encontraron la manera de salir adelante y hacer algo diferente y nuevo.
Me pregunto, ¿qué hubiera pasado si se creen su profesión?, quizá no estarían teniendo el éxito que tienen hoy y que inició con un par de chelas y decisión, rompiendo los miedos que todos tenemos al darle un giro radical a nuestras vidas, atreviéndose a dejar lo que creían ser y moverse de lugar.
Como ellos, hay otras tantas historias de personas que se atreven, esa es “La palabra”, dar el paso, salirse del drama y la queja, del “no se puede” por “lo voy a intentar” y buscaron la manera de hacerlo posible, Todos podemos, pero no todos nos atrevemos, se dice fácil y se escribe rápido pero la historia a la que quizás nos enfrentamos es la que nos vendieron y nos compramos ¿que fuerte no?. El hecho de no ver posibilidades no quiere decir que no existan, solo se trata de abrir la visión y entender que no todo lo creemos es, no me refiero a dudar de nuestra intuición, sino que entendamos que venimos de creencias que nos someten y que no necesariamente son la única opción.
Me emociona conocer a personas como ellos, que inspiran y motivan, que a pesar de todo lo que parece un no, lo hicieron un sí rompiendo sus propias barreras mentales, y no estoy diciendo que no hay miedo en la decisión, claro que lo hay pero fue más fuerte el impulso por creer y crear que quedarse en la frustrante situación de no encontrar trabajo, de mandar miles de correos para no recibir respuesta, de darse cuenta que personas más jóvenes son más competitivas en el área dadas a las actualizaciones, o incluso están dispuestas a recibir sueldos casi miserables, pero se puede, si de verdad quieres puedes hacerlo, sin pretextos.
Mi reconocimiento a Horacio y Jose Luis por ser un ejemplo maravilloso de fuerza, enfoque y valentía.