He recibido comentarios sobre el tema relacionado a que si el marketing online está desplazando al marketing tradicional, que si los medios masivos ya no sirven, que el consumidor ya no soporta los anuncios, que los anunciantes invierten cada vez más en internet y menos en televisión, etc. Inclusive el tema de varios de mis artículos anteriores quizá sugieran que afirmo que el Marketing de Contenidos (redes sociales, blogs, sitios, etc.) está “matando” a la publicidad tradicional. Pero nada más alejado a la realidad y explico el porqué.
El marketing tradicional ya no funciona
Primero
Si bien es cierto que he escrito varios artículos sobre las ventajas que tiene el marketing online sobre el tradicional, en ellos, solo quiero resaltar las virtudes de una estrategia vs. la otra.
Segundo
El origen de Hatch Agency es de hace más de 30 años, cuando todo era analógico, por lo tanto, conocemos a profundidad de ambas herramientas. Por ello, no puedo afirmar en forma unilateral, que el marketing digital lo es todo y el marketing tradicionaI es obsoleto.
El marketing tradicional ha cambiado, y en ocasiones no funciona en Internet
Esto sí, lo he comentado y lo sostengo. La finalidad del marketing no debe confundirse con los medios utilizados. El marketing digital abre nuevos caminos, pero en el fondo se persigue el mismo objetivo: crear estrategias para seducir a los consumidores para al final, esperar una venta. Es bien cierto que cada vez más personas están inmersas en el internet y que vemos un crecimiento exponencial en el uso de las redes sociales, pero aún eso, no significa que el marketing tradicionaI no funcione.
Hoy día seguimos viendo a grandes marcas anunciarse en televisión abierta e invirtiendo jugosos presupuestos. Analicen por ejemplo ciertos programas deportivos así como las telenovelas pautadas en horarios premium de cualquier canal y verán la enorme cantidad de comerciales que se transmiten en cada corte. Si no les funcionara el marketing tradicionaI, no estarían ahí. Hay un segmento de mercado –millones de personas- que aún tienen a la televisión o la radio entre sus medios de información y entretenimiento favoritos.
¿Cómo elegir entre el marketing tradicional y el digital?
Naturalmente el primer punto a considerar es el presupuesto. Y lo que es un hecho, es que si tienen como cliente, o son una PyME prácticamente el único camino -¡bendita opción!- que tendrán, es recurrir al marketing digital. Sin embargo, les comparto cinco consideraciones.
- Antes de elegir cuál es el mejor medio para alcanzar a nuestro público objetivo y aumentar las posibilidades de ganar un mayor número de clientes, es necesario tener en cuenta el objetivo de cada acción de marketing y la forma en que esto expondrá a la marca.
- Los puntos positivos y negativos del marketing tradicionaI y del marketing digital deben ser tenidos en cuenta en su decisión. Una campaña publicitaria destinada a generar una imagen de marca o empresa en un nuevo mercado por ejemplo, puede utilizarse mejor el marketing tradicional, haciendo que todos los diferentes grupos de personas conozcan la marca y se acostumbren a ella, generando un interés en conocerla.
- A diferencia de una campaña en la que el objetivo principal es medir el alcance real de su marca y permitir una mayor interacción de sus clientes con ella, el marketing digital puede ser una opción mejor, contribuyendo también a la fidelización de sus clientes.
- Como les mencioné al inicio, el presupuesto es un diferencial que puede pesar positivamente a favor del marketing digital. Es un medio mucho más económico de llegar a su público, gastando menos en relación al marketing tradicionaI.
Conclusión
Ambos esquemas tienen sus cualidades y desventajas. La gran ventaja para nosotros como agencia y para los anunciantes, es que ya no sólo existe el camino del marketing tradicional y sus medios habituales, en ocasiones, inalcanzables para publicitarse. Ahora lo digital, nos abre un abanico extenso de posibilidades para llegar a nuestros consumidores. Decantarse por uno u otro dependerá del público al que vaya dirigido el producto y de los objetivos planteados en nuestro plan de marketing. Ambos o su combinación, nos deberán dar siempre el ROI estimado.