2020 será recordado como el año que marcó un gran cambio en el mundo entero. Prácticamente todos los aspectos de la vida como la conocíamos se vieron afectados y entre ellos, la economía familiar.
El desempleo, la paralización de muchos sectores, gastos inesperados de salud y mucho tiempo libre en casa, son algunos de los factores que provocaron cambios importantes en el ingreso familiar y en los hábitos de consumo.
Para conocer a detalle cuánto ganaron los mexicanos y cómo priorizaron sus gastos, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2020, donde se revela en qué categorías se centraron las familias al momento de tomar decisiones de compra y cuál es el perfil que se ha ido desarrollando durante esta contingencia.
Esto, además de reflejarnos la situación de sus finanzas personales, nos da una idea de su comportamiento, necesidades, preferencias, para entender mejor al consumidor que, según revelan los resultados del estudio, no necesariamente gasta más en lo que más necesita.
¿Cuánto ganan los mexicanos?
La encuesta reveló que el impacto de la pandemia afectó el ingreso del 90% de los hogares, disminuyéndolo 5.8% en general. El promedio de ingreso trimestral total de los hogares mexicanos fue de $53,798, de los cuales $50,309 fueron de ingreso corriente total, es decir, aquellos que no alteran de inmediato la situación patrimonial y que además de los monetarios, también se consideran los no monetarios que son los que gastos que se evitan, como el no pagar renta, el autoconsumo o la retribución en especie.
Los $3,489 restantes corresponden a percepciones financieras o de capital, que son las que sí afectan el valor, como retiro de inversiones, ahorros o préstamos, por ejemplo.
La principal fuente de ingresos familiares de los mexicanos sigue siendo el trabajo, representando un 63.8%, lo que equivale a un promedio de $32,106 trimestrales y en segundo lugar las transferencias por conceptos como jubilaciones e indemnizaciones.
Diferencias marcadas, algo que no cambia
Cabe recordar que en este tipo de estudios se utiliza el decil para definir los diferentes sectores socioeconómicos, de acuerdo a su ingreso promedio per cápita. En esta clasificación el primer decil corresponde a la clase más desfavorecida, que en este caso tuvo un ingreso trimestral promedio de $9938, mientras que el décimo define a los más privilegiados, que en esta encuesta se reportaron entradas de $163,282.
Otra diferencia clara en cuanto a nivel de ingresos estuvo definida por el grado de educación, donde pudo verse que las personas con estudios únicamente hasta primaria ganaron $10,551 en contraste con quienes estudiaron un posgrado, con un ingreso de $69,332 trimestrales.
Y aun cuando en el mundo laboral cada día se hace más conciencia y se canalizan esfuerzos en pro de la equidad de género, la marcada diferencia en el pago de salarios es un tema que prevalece, tal y como lo demuestran los ingresos de $14,860 de las mujeres, contra los $22,5618 de los hombres.
¿Y en qué los gastan?
Con el cierre de diversas industrias por la contingencia sanitaria, el gasto se centró en tiendas de autoservicio, por concentrar artículos de primera necesidad. Así, la categoría de alimentos, bebidas y tabaco fue a la que mayor parte del ingreso se le destinó, con $11,380, seguida de comunicaciones y transporte con $5,552, mientras que en vivienda y servicios destinaron un promedio de $3,285.
Por su parte, el rubro de cuidados personales, así como el de educación y esparcimiento ocuparon lugares menos importantes en el gasto familiar con $2,395 y $2,297, respectivamente. En esta encuesta, llama la atención la categoría de salud, que si bien aumentó con respecto a otros años, con $1,266, es una de las que menos relevancia tuvo en el gasto el año pasado, al igual que vestido y calzado con sólo $893, lo cual tiene sentido en tiempos de permanecer confinados. El promedio del gasto de las familias del primer decil fue de $11,881, mientras que en el décimo fue de $73,601 trimestrales.
Proyecciones
Las estimaciones de recuperación en proyecciones del Fondo Monetario Internacional, la Secretaría de Hacienda y calificadoras como Moody’s,
se muestra optimistas si las campañas de vacunación y las medidas sanitarias dan resultado.
La incertidumbre ante el brote de la variante Delta y su alto grado de contagio, sin embargo, podría afectar la confianza de los consumidores y su capacidad de compra, toda vez que el relajamiento de las medidas sanitarias podría acarrear caídas en el camino a la recuperación.
