Parece que vivir en crisis y actuar en bomberazos es la nueva normalidad para los mexicanos, podría decir que para el mundo entero, pero no quiero meterme en predicamentos globales, así que me limito a emitir mi opinión que viene de mi revolucionario método de investigación personal que hacen favor de proveerme los “memes”.
Lo curioso de esto es que no es novedad, aunque en las redes digamos lo contrario, la culpa no la tiene nadie, es nuestra propia desorganización que se vio desbalanceada, porque ¿díganme si no, dentro del desorden teníamos nuestro propio orden?, solo que hoy muchas cosas se fueron a la basura y con lo difícil que es soltar, la resistencia ha sido mayor.
El bomberazo es lo de hoy, llegamos tarde a la oficina, perdón a la computadora y culpamos a los niños porque se atravesaron en el pasillo de la casa cuando ellos iban a la escuela, es decir, a la otra computadora; nuestro caos mide 100 metros cuadrados más menos, y el control que NO podemos perder, es el de la tele, solo Dios sabe cómo lo estamos haciendo porque a veces ni nosotros lo entendemos, y observando a detalle lo único que sucedió es que nuestra realidad se acercó a tal grado que nos tocó sin poder evadirla, se nos acabaron los pretextos para dar inicio a las justificaciones, que quizás significan los mismo pero se escucha más “nice”. Dicen los principios del Kybalión, “como es arriba es abajo, como es adentro es afuera”, y así como sucede al interior de cada familia, es exactamente igual fuera de ella, por lo tanto el chiste se cuenta solo y si queremos ordenar el caos y crear social y familiarmente un cambio verdadero, hay que caminar distinto, como dice la canción de calle 13.