Alguna vez has pasado por un parque donde hay un grupo de niños jugando futbol y te nace un deseo de jugar con ellos? ¿Has estado frente a una persona jugando en su smartphone y te dan ganas de quitarle el teléfono de las manos para jugar? Esto es porque una actividad que emociona a uno es fácil contagiar a otros de querer hacerlo.
Esta particularidad de nosotros, los seres humanos, se usa en marketing. ¡Es una estrategia muy común en el negocio del desarrollo tecnológico! Por ejemplo, el reciente lanzamiento de HomeKit de Apple.
Por una parte, está la tendencia “El Internet de las Cosas” (IoT por sus siglas en inglés) y un gran número de emprendedores buscando subirse a esta ola de oportunidades. Después de su presentación al público, Apple ha dejado abierta la oportunidad a los desarrolladores para comenzar a idear aplicaciones a partir de una nueva funcionalidad de iOS que permite habilitar dispositivos para controlar acciones dentro del hogar. Propone configurar dispositivos como Apple TV y iPad como dispositivos “siempre conectados” que pueden convertirse en panel de control para automatizar cualquier parte de nuestro hogar.
Esta estrategia es de inspiración de los consumidores. Apple habilita sus productos y permite a los programadores experimentar y jugar con ellos. La plataforma pertenece a Apple pero las ideas de los desarrolladores son posibles oportunidades de negocio. En el fondo está empoderando a individuos o equipos de desarrollo para crear con sus productos y de esta forma cargar en ellos la estrategia de innovación. ¿Hay mejor estrategia de innovación que permitir a la gente hacer lo que le apasiona?
El éxito de su plataforma está relacionado a las creaciones que puedan hacer otras personas en un esquema “fuera de su control“. Se concentran en inspirar para que otros sean los encargados de idear las soluciones a las problemáticas de otros consumidores.
¿Cómo podríamos aplicar esta estrategia en nuestras empresas? ¿Es posible usar este esquema de innovación en otras industrias?
Por ejemplo. Hershey’s lanzando una impresora 3D que utilice sus chocolates como cartucho y permitir a los consumidores diseñar sus ideas. ¡Estoy seguro que sí!
¿Has intentado inspirar a tus consumidores para que sean ellos los que propongan nuevos usos de tu producto? Dedica un tiempo a discutir esta posibilidad con tu equipo. Quizá encuentres un talento anónimo quien te de la idea de tu nuevo producto estrella.
¡Mucha suerte con tu experimento!