Impulsada por la transformación digital y la expansión de las redes sociales, la economía de los creadores de contenido se consolida como una fuerza en crecimiento. Tan solo en Latinoamérica se calcula la existencia de más de 18 millones de influencers, de los cuales aproximadamente 670 mil se ubican en México.
En este nuevo ecosistema mediático, la atención por parte de los usuarios se ha convertido en una moneda valiosa para los creadores de contenido, permitiéndoles incrementar su alcance e impacto, influyendo en decisiones de compra por medio de una conexión directa con sus seguidores y permitiendo así, la construcción de negocios propios.
México se posiciona entre los tres primeros lugares de los países latinoamericanos con mayor uso de redes sociales, de acuerdo con los resultados más recientes del estudio “The State of Social Media 2025”, realizado por Comscore, Inc. El informe revela que, en promedio el 80.3% de los mexicanos utiliza redes sociales cada mes, dedicando aproximadamente 44 horas a estas plataformas durante ese periodo.

A partir de esta tendencia en crecimiento, tanto en el número de usuarios como en las plataformas utilizadas por los creadores de contenido y el auge de este nuevo modelo de negocio, el área de Deep Learning de LLYC, firma global de Marketing y Corporate Affairs, presenta un análisis sobre cómo la “economía de los creadores de contenido” está transformando la relación entre marcas y audiencias. Uno de los grandes hallazgos es que la forma en que las marcas se vinculan con sus públicos se ha redefinido, evidenciando que las colaboraciones con influencers dejan de ser simples tácticas de marketing para convertirse en elementos centrales dentro de las narrativas corporativas.
En un principio, los creadores de contenido construían alianzas con distintas empresas para integrarse de forma auténtica en la vida de los consumidores. Sin embargo, esta estrategia ya no depende únicamente de las marcas para monetizar su contenido, actualmente el enfoque de los influencers ha cambiado para construir y posicionar sus marcas personales, convirtiéndose en emprendedores digitales con modelos de negocio propios
Uno de los ejemplos más destacados ante este nuevo panorama es el de Ibai Llanos, quien ha trascendido en su propia plataforma para consolidar un modelo de negocio único con su evento “La Velada del Año”, que durante este año reunió a más de 9 millones de espectadores y llenó estadios físicos con entradas agotadas en minutos, convirtiéndose en uno de los eventos digitales más grandes del mundo hispanohablante. En Latinoamérica, figuras como Juanpa Zurita también reflejan esta evolución, diversificando su impacto hacia proyectos empresariales, del medio artístico y filantrópicos como “Juanpa Zurita Water”.
Este auge en el crecimiento económico de los creadores de contenido no es exclusivo de aquellos con un gran número de seguidores, los microcreadores cuyas comunidades oscilan entre 1,000 y 10,000 seguidores generan ingresos sostenibles mediante cursos, membresías, newsletters y productos digitales.
Estamos entrando en una etapa donde los creadores más allá de entretener, construyen imperios digitales, sólidos y rentables. Y quizá lo más inspirador es que cualquiera puede hacerlo, si entiende que el verdadero negocio está en ser constante y auténtico. Desde el área de Deep Learning, LLYC busca apoyar a grandes marcas para evaluar con precisión su impacto en la conversación social, identificar oportunidades y optimizar sus estrategias para conectar de manera más efectiva con la audiencia en este dinámico ecosistema digital.
El futuro de los creadores de contenido y redes sociales no es acumular likes, está en la construcción de negocios reales basados en la confianza y la comunidad, generando valor a largo plazo.









