Desde hace muchos años, ya se veía venir. Las audiencias comenzaron a cambiar desde el surgimiento del internet y eso, al paso del tiempo ha desembocado en una transformación tal, que las marcas y marketeros siguen analizando, comprendiendo, trabajando para comunicarse bien y mejor con sus públicos.

Es por ello que, con la incursión de nuevas tecnologías, la comunicación hacia las audiencias se ha vuelto cada vez más afinada con relación a gustos e intereses, sin dejar de lado, por supuesto que a esas audiencias les gusta la autenticidad, la emoción y la genuinidad en los mensajes. Lejos está quedando la publicidad plagada de estereotipos con personajes perfectos y acartonados, que cero representaban a los consumidores. Pero también lejos está ya, aquella publicidad hecha solo para vender. Hoy las audiencias quieren entretenerse y divertirse. Y si eso vende al final, ¡bingo! 

El entretenimiento es la herramienta idónea, que al día de hoy puede vender y/o posicionar un producto, un servicio, una marca o una personalidad, porque la audiencia está cansada de ver publicidad vacía, sin contenido ni trascendencia. Y eso es el reto al que hoy se enfrentan muchos. 

“Cuando comenzamos en este negocio, hace ya una década, nos dimos cuenta de que era presentar y dedicarse a algo que fuera innovador pero con sustento. No se trata de hacer cosas nuevas solamente, la misión es aprender qué de lo nuevo acaba siendo lo que será lo clásico, lo que se queda para permanecer y convence” comenta Alejandro Narro, socio y fundador de DG73, holding de compañías enfocadas en construir experiencias en la industria del entretenimiento. 

Ahora, si bien es cierto que el entretenimiento deja. ¿Cómo podemos saberlo? Implementar estrategias y conocer sus resultados es algo que preocupa a todos, por lo que se busca un análisis detallado previo para tener claras las necesidades y entonces escoger las alternativas que nos brindarán la solución para resolver esas necesidades. 

Teniendo claro qué se requiere, podemos decidir qué se implementa para lograr resultados, y con ello, en el lapso adecuado de implementación, se calcule el ROI de la estrategia. Como se sabe, este resultado nos arroja la rentabilidad de la toma de decisión. Pero, aunado a éste, encontramos otro valor llamado ROX. 

El ROX es el Retorno de Experiencia y este se calcula a través de la observación y análisis de la experiencia del cliente. Digamos que es la forma en la que las personas interactúan con un servicio o al adquirir un producto y es clave conocer y calcular ese valor. 

Este par de indicadores permite hacer un cálculo cuantitativo de valores cualitativos que ayuden a las marcas a realmente hacer inversiones rentables que brinden resultados, donde la experiencia de los clientes sea memorable, relevante, positiva y quiera continuar explorando posibilidades de la mano con la marca, producto y servicio. 

La medición del ROX amplifica el valor de la marca y el medirse podemos mirar como el cliente se enorgullece por usar una marca, convirtiéndose en una persona influyente en su círculo inmediato, el comportamiento del consumidor también se transforma, es fácil observar resultados y además involucra no sólo a cliente y marca, también a todos los que se encuentran en la cadena: colaboradores, calidad del servicio y producto, plataformas dónde se informa sobre estos, etc. 

Una investigación conducida por Salesforce, constata la piedra angular en que se ha convertido el generar interacciones de valor ante el consumidor, pues el 75 por ciento de ellos considera que la experiencia es igual de importante que los productos y/o servicios que una marca ofrece. 

Dichos indicadores se convierten en valores económicos que pueden hacer que clientes, marcas y consumidores tomen decisiones. “Nuestro trabajo se ha basado en hacer experiencias memorables para audiencias y clientes, y conocer de manera más estructurada sus resultados, nos parece no sólo atractivo, sino fundamental” continúa Narro. 

Es por ello que, la medición de estas estrategias, donde la experiencia es el centro de todo, ha hecho que hoy no podamos ver una comunicación como antes. El presente y el futuro del entretenimiento y la publicidad tiene que ver con que exista la emoción de lo que hace sentir el mensaje al verlo y escucharlo; que sea memorable y donde la impresión sea duradera, a través de la música y las colaboraciones con influencers o celebridades participantes; y por supuesto, informativa, donde se de a conocer de forma clara, aquellos detalles relevantes, así como los mensajes clave para la audiencia.