De acuerdo con los datos de la Sociedad Mexicana de Oftalmología, en México existen más de 2 millones de personas con deficiencia visual y casi 416 mil con ceguera, cifras que lo colocan entre los 20 países con mayor afectación por este tipo de discapacidad.
De manera errónea, se tiende a pensar que todas esas personas saben leer el alfabeto braille, pero en realidad 85% de ellas lo desconocen y la mitad de la población con alguna discapacidad visual, de entre 6 a 29 años de edad, no asiste a la escuela, por lo que una tercera parte es analfabeta.
Pensando en ello, cinco estudiantes mexicanos del Tec de Monterrey desarrollaron un dispositivo basado en tecnología de inteligencia artificial que traduce el alto relieve del lenguaje braille en un formato de audio, con el fin de que todas las personas con discapacidad visual tengan acceso a la comprensión y aprendizaje de este sistema de lectura.
Orígenes de la iniciativa
Tap Vision, como llamaron al equipo responsable de este proyecto, está conformado por Claudia Rivera, Luis Ramos, Darío Aguilar y Mildred Naranjo, del Campus San Luis; Erik Urrutia, del Campus Querétaro, así como Yajairo Zavala, del Campus Estado de México.
A mediados del año pasado fue cuando la idea empezó a gestarse
mientras algunos de los integrantes del equipo hacían su servicio social en el Instituto para Ciegos y Débiles Visuales Ezequiel Hernández Romo, IPACIDEVI, en San Luis Potosí, donde se sensibilizaron sobre las necesidades de las personas con algún tipo de discapacidad visual.
Ahí, Luis Ramos tuvo la oportunidad de conocer a un niño invidente que inocentemente le preguntó si él podía ver, experiencia que marcó al estudiante y bastó para sembrar en él la inquietud de hacer algo para ayudar.
El equipo Tap Vision, como tal, nació a principios de este año cuando participó en “30 Segundos X México”, el programa de aceleración de AT&T junto con New Ventures y The Center at MIT que busca a jóvenes emprendedores con propuestas para impactar de forma positiva a la sociedad, a través de la innovación.
El proyecto se colocó dentro de los 15 mejores a nivel nacional y tuvo papel destacado en el Cuarto Concurso de Emprendimiento Social del Tecnológico de Monterrey, Región Centro Sur, por considerarla una idea sostenible, escalable e innovadora, como propuesta de valor social y de modelo de negocio.
¿Cómo funciona?
Luego de una minuciosa investigación, el equipo optó por desarrollar una inteligencia artificial propia, para reducir costos, ya que uno de los objetivos de este proyecto es materializar este esfuerzo en un dispositivo que sea económico y accesible para todos.
Para ello, a través de tecnología de machine learning, planean convertir esta innovación en un guante especial que al tocar el relieve braille, pueda reconocer los patrones del lenguaje, interpretar los signos y transformarlos de manera simultánea a un formato de audio, como un asistente de voz instantáneo.
Con esto se busca lograr una solución ergonómica, autónoma y de fácil manejo, que se adapte a las necesidades de las personas con discapacidad visual, quienes podrán llevar el dispositivo a todos lados y utilizarlo en cualquier momento.
Esto tiene un doble propósito, ya que por un lado los usuarios podrán tener acceso a la información escrita en un lenguaje que desconocen y por otro, busca que las personas, al estar en contacto constante con los signos y su traducción, vayan reconociendo los patrones de escritura y a la larga aprendan a leer por si solas este sistema, sin necesidad de dispositivos.
Un proyecto con visión a futuro
Aunque los avances tecnológicos son cada día más sorprendentes, pocas empresas buscan enfocarlos a las minorías con discapacidades. Sin embargo, iniciativas como ésta, que se suma a otras como el smartwatch con lectura braille o los zapatos inteligentes para guiar a invidentes, nos demuestran que la cultura de ser más inclusivos, poco a poco se vuelve una tendencia.
Como sociedad, de poco nos sirven dispositivos más inteligentes, señales más potentes o transportes más veloces, si no son para que todas las personas tengan acceso a una mayor calidad de vida.