Muchas personas me habían recomendado ver el documental The Social Dilemma en Netflix, por fin la vi y al terminar quedé helada.
Anteriormente había visto cierta tendencia sobre cómo funciona la tecnología en las redes sociales y la rapidez a la que avanza, pero entenderlo con mayor profundidad, me hizo pensar en muchas cosas que no estamos considerando mientras las usamos de forma desmedida, convirtiéndonos en parte del sistema.
Las redes sociales comenzaron con la idea de unir personas de todo el mundo e incentivar la plática, sin importar la locación o huso horario, transformando el teléfono uno a uno en un sistema multi conexión en el que todos formamos parte mientras compartimos nuestra vida.
La comunicación con nuestros amigos poco a poco se ha ido transformando hasta convertirse en un centro comercial gigante, que no descansa ni cierra, donde si no estás anunciando, difícilmente tu producto tendrá el alcance requerido, ya que todos los ojos están ahí puestos, como lo estuvieron hace algunos años en la tele abierta.
El voraz centro comercial se ha convertido en lo que es hoy debido a la inteligencia artificial. Los algoritmos han ido aprendiendo sobre cada uno de nosotros, identificando perfectamente nuestros hábitos, horarios, gustos, básicamente toda la información necesaria para convertir a las redes sociales en la máquina más efectiva de persuasión.
No es raro que de pronto estás platicando con amigos sobre ese viaje increíble que siempre han soñado a Cancún y de repente ¡bang! Abres la app y ahí está la información sobre vuelos y hoteles en ese destino turístico. ¿Coincidencia? Por supuesto que no.
Ahí están nuestros amados dispositivos aprendiendo de nosotros sigilosamente, escuchándonos y dándonos de manera anticipada lo que deseamos, y cada vez se perfecciona más, hasta llegar un punto en el que estas plataformas podrían llegar a conocernos mejor que nosotros mismos por medio de medir absolutamente todos nuestros movimientos.
Vender hoy en día de forma masiva, pero a segmentos de cliente específicos, se ha hecho sencillísimo. Como emprendedores podemos utilizar perfectamente bien todas estas herramientas porque jamás había sido posible cambiar las percepciones de un porcentaje de la población sin una inversión gigantesca en marketing, como era antes para poder ser anunciante en televisión.
Hoy los medios se han democratizado y están al alcance de absolutamente todo el mundo y es posible aprovecharlos. Sin embargo, debemos tener cuidado ya que nosotros mismos somos el producto, mientras al mismo tiempo estamos alimentando a este enorme monstruo llamado redes sociales que cada vez nos consumen más tiempo, atrapa de manera adictiva y nos hacen regresar una y otra vez.
Aparte de que las redes sociales nos mantienen en esta inercia del deseo, al querernos complacer en todo nos muestran sólo nuestra realidad, eso se vuelve muy peligroso porque cada uno vive una realidad alterna y no hay una realidad compartida. En redes sociales muy fácilmente podemos llegar a pensar que sólo nuestro punto de vista es válido, cuando realmente lo que está pasando es que el algoritmo de las redes ha aprendido a mostrarte sólo lo que quieres ver y escuchar
¿Es posible cambiar esta tendencia? Sinceramente lo dudo, porque hay muchos intereses de por medio, inclusive intereses políticos que han encontrado la mejor forma de controlar a la población.
Sin embargo, el documental expone algunas formas de hacer frente a esto, que me parecieron buenas tácticas para no perderte como un títere de esta nueva forma de hacer marketing.
Algunos buenos tips que nos ofrecen son:
- Impón tu voluntad y busca lo que quieras desde un inicio, no te dejes guiar sólo por las recomendaciones.
- Busca personas que piensen que son diferentes a ti, te seguirán nutriendo y tendrás claro que tu verdad no es la única.
- Asigna sólo un tiempo en pantalla y quita todas las notificaciones de las redes sociales para evitarte la tentación de estar regresando de forma continua.
- Mantente alerta y ten conciencia. La tecnología nos puede ayudar muchísimo pero mal utilizado puede llegar a causar estragos fuertes, usémosla a nuestro favor y no en nuestra contra.
Por último, definitivamente los invito a echarse una tarde de película para que vean este “must”. Y tú, ¿controlas a las redes sociales o ellas te controlan a ti?