“El que mucho abarca poco aprieta” nos enseñaron nuestros papás, también en algún momento de mi vida escuché que “el que es bueno para todo, para nada sirve”. Crecimos con la premisa de que la especialización era el camino idóneo para dejar de lado la mediocridad; sin embargo, cada vez existe más evidencia de la falacia en la que creímos por años.
La polimatía según la RAE es la sabiduría que abarca conocimientos sobre campos diversos; y muchos de los personajes más impactantes, tanto históricos como contemporáneos han sido polimatosos como entendemos el término hoy en día: desde Leonardo Da Vinci y Marie Curie, pasando por Bejamin Franklin hasta Elon Musk y Steve Jobs.
Con los cambios sucediendo en la economía a nivel mundial, los intereses y conocimientos en diversos ámbitos de estudio han dejado de ser una maldición para convertirse en la vía para conseguir el éxito e impactar productivamente a la sociedad.
Ojo, no estoy tirando por tierra la especialización, pero según los expertos en el tema, una fórmula idónea sería convertirse en el mejor de una rama específica y potenciar dos o más cosas, al menos en un 25% “poco aprieta”.
Presunción aparte, me utilizaré como ejemplo para mostrar la ecuación: la mercadotecnia es mi pasión, he enfocado gran parte de mi carrera en instruirme, desarrollarme y ejecutarla; me podría considerar un especialista, sin embargo, soy contador de profesión y toda mi vida me consideré algo mejor que la mayoría de la gente en cuanto a Relaciones Públicas se refiere, me capacité en ambas ramas también. El resultado dado es, un mercadólogo con conocimientos administrativos que le permiten llevar las finanzas de una agencia sanamente y que, además, se desenvuelve con soltura ante clientes y amigos.
¿El que mucho abarca poco aprieta?
¿Un ejemplo más impactante? Elon Musk ha dedicado su vida a combinar la comprensión de la física, la ingeniería, el diseño y los negocios; a ello agréguenle rasgos atípicos de personalidad: el resultado es la creación exitosa de empresas multimillonarias en campos ampliamente diferentes.
Ahora, el conocimiento no trasciende por sí solo, el conocimiento “enciclopédico” no tendrá jamás un impacto en el mundo real. Son los eruditos que sintetizan conocimientos y habilidades para crear innovación, son aquellos que han hecho un cambio tangible en el mundo como lo conocemos.
Con carreras apareciendo y desapareciendo por segundo, los profesionistas que han logrado establecer su éxito y reputación basándose en una especialidad, se encuentran en constante riesgo de perder lo que han logrado con una posible desaparición de su ámbito y por qué no decirlo, con la aparición de procesos sistematizados que sustituyan su conocimiento. Los polimatosos en cambio, se hacen más fuertes con los cambios pues convierten su conjunto de habilidades en un amplio espectro de posibilidades.
Así que, nos enseñaron mal… cambiar nuestra mentalidad, prepararnos, desarrollarnos en diversos campos no es un riesgo, no es mediocre; por el contrario, es explotar nuestras habilidades y conocimientos de forma que logremos “asegurar” nuestro futuro y el de nuestras empresas “poco aprieta”.