El otro día iba en tránsito de una entrevista a otra, en la ciudad de México. En un alto me llamó la atención un grupo de unas 6 personas con unas pancartas frente a una agencia de autos Ford. Sus mantas y letreros decían “no compres esta marca”. Mientras, la cara del vendedor que estaba detrás de ellos, empleado mexicano de la agencia, tenía una expresión de desolación.
La escena me hizo recapacitar sobre los patriotismos ocurrentes que lanzamos en las redes sociales. Sin ton ni son y sin pensar. Perdiendo el tiempo en aspectos de forma y no de fondo.
Se empezó a viralizar este tipo de boicots a Starbucks y a Walmart, por mencionar a algunos. Muchos empezaron a poner sus banderitas como avatar. Mientras otros se azotaban alertando que se estaba promoviendo al PRI con tales imágenes. Lo absurdo es el tipo de discusiones bizantinas que se han armado al respecto. Y me queda claro que el mexicano se atora en sutilezas y por eso nos carga el payaso. ¡ Ponte las pilas !
Seamos serios. Esas empresas que se establecieron en México tienen una franquicia que pagar al dueño de la marca. Pero son negocios de mexicanos contratando mexicanos. Boicotearlos significa impedirles generar resultados en su propio patrimonio y entorpecer el sustento de muchas familias mexicanas que dependen de ellos.
Ponte las pilas
En lugar de envolvernos en verde, blanco y rojo y aventarnos de la azotea, o pelearnos porque tú-las-traes o cualquier estupidez, pongámonos a trabajar… y si se trata de boicotear, entonces no compremos el Vanity Fair que puso a la señora Melania en su portada y por favor dejemos de hacer publicidad local en inglés, quesque pa’ sentirnos muy acá, para que el señor color zanahoria nos dé un capirotazo. #Podisguán