En la era digital las buenas y nuevas ideas son el ingrediente primordial para comunicar, conversar y compartir entre audiencias. Una buena y nueva idea aporta valor al emisor, entusiasma al hacedor y estimula al receptor.
La generación de oportunidades requiere pensamiento creativo. La creación de nuevos valores exige nuevos conceptos. Las oportunidades sólo «caen del cielo» si alguien se lanza a buscarlas. Las ideas generadoras de oportunidades no se encuentran en todas partes, esperando que alguien las encuentre. Estas deben ser gestadas. Ideadas y producidas.
El pensamiento creativo puede ser –de hecho es– una aventura emocionante y excitante. Un viaje con boleto de ida. Suena bien mas nadie dice que fuese fácil. Tú deberás valerte de entusiasmo, ánimo y tenacidad para seguir en el camino. «Las ideas son frágiles —dijo Charles Brower, jefe de una agencia publicitaria—. Pueden morir por un bostezo o una burla; por la estocada certera del sarcasmo o el entrecejo fruncido».
La creatividad es una buena idea, una gran idea, pero también, déjenme mencionarles que no existe diferencia alguna entre tener una idea y no hacer nada con ella y no tener ideas. Así que si no consideras hacer algo cuando una idea se te ocurra, es preferible no tenerla. Te evitarás el gasto de energía y la pérdida de tiempo –¡oh, más tiempo para procrastinar! ¡Viva, Netflix!–. De manera que es mejor que si tienes una idea no se las cuentes a nadie y no permitas que las loas y mieles del Eureka sean suficientes ¿Estamos de acuerdo?
Si simpatizas con lo expuesto en el párrafo anterior, hasta acá llega la lectura. En cambio, si eres de lo que quieren ir por más, de los que hacen que las cosas sucedan, avancemos. Pero antes prométeme una cosa: si atesoras alguna idea o estás en ese plan, empodérate y da el siguiente paso. Por favor, haz algo con tus ideas.
Mi consejo es siempre continuar intentando cosas nuevas sabiendo que para llegar a buen puerto en los mares de la creatividad habrá que desafiar tempestades, momentos de marea calma y situaciones en las que nos dará la impresión de haber perdido la brújula. Tranquilo, es parte del proceso creativo. Ten en cuenta «setear» tu bitácora con una buena dosis de motivación y determinación, la última actualización de compromiso y dedicación, conexiones o personas que reme al unísono y, sobre todo, un buen antivirus para evitar las frases asesinas de la creatividad.
La innovación solicita y reclama curiosidad, sugiere cuestionar los modelos mentales y, por último, pretende un compromiso con la experimentación. Como decía Joseph Schumpeter: la innovación es un mapa no cartografiado.
