El pasado jueves 3 de junio, Nueva York fue la sede que reunió a cientos de admiradores de Harry Potter para abrir la tienda más grande del fantástico universo creado por J.K. Rowling. Dicha inauguración se contemplaba para el verano pasado, pero debido a la contingencia sanitaria tuvo que aplazarse casi un año.
Engalanados con sombreros de hechiceros, túnicas y bufandas con los colores de Gryffindor, Slytherin y las otras casas del colegio Hogwarts, algunos de los más fervientes fanáticos se dieron cita desde las 6:00 am en la emblemática calle de Broadway. Ahí, frente a la fachada marcada con el número 935, celosamente custodiada por la efigie de un dragón colacuerno, los aficionados esperaron varias horas bajo la lluvia para ser testigos del “abracadabra” que marcaría la apertura del portal mágico.
El flamante templo potteriano de la Gran Manzana, ubicado al sur de Manhattan, cuenta con tres pisos que albergan la más grande colección de productos de la exitosa saga que en la pantalla grande fuera protagonizada por el actor Daniel Radcliffe, quien dio vida al mago más famoso de Reino Unido.
Todo para que los visitantes queden… encantados.
Además de un paraíso para la adquisición de juguetes, ropa personalizable y cientos de artículos para coleccionistas, este concepto ofrece una experiencia sensorial de compra que inicia con la exhibición de la mercancía, así como la tienda misma: un lugar cuidadosamente decorado con cuadros alusivos al tema, grandes figuras de personajes y algunos de los objetos originales usados en las cintas.
Y a fin de que los visitantes generen conversación en sus redes, todo está calculado para que compartan sus experiencias de realidad virtual, así como sus selfies en los zapatos del gigante Haggrid, en la cabina mágica de teléfono londinense o junto a criaturas fantásticas como el ave fénix y una enorme serpiente.
Entre las áreas de este peculiar almacén, encontramos un impresionante arco hecho de libros gigantes que delimitan la librería en la que los anaqueles atesoran ediciones especiales del joven mago, bestias fantásticas, y quidditch, rodeadas de libros voladores por todo el recinto.
En otra sección se puede admirar una cascada de alrededor de mil botellas en la pared, como parte de la decoración del primer butter beer bar del mundo, en donde hechiceros, brujas y muggles puede disfrutar una refrescante cerveza de mantequilla, así como los sorprendentes dulces efervescentes wizzing whizzbees.
Romper el maleficio
Además de ser una de las series de libros más vendidos en la historia, Harry Potter ha significado un negocio millonario para su creadora, la británica Joane Rowling, quien además se ha visto beneficiada con las ganancias de películas taquilleras, parques de diversiones y un sinfín de artículos coleccionables.
Sin embargo, el éxito no llegó como por arte de magia y requirió años de esfuerzo. Con un reciente divorcio a cuestas, desempleada, sin dinero y con una bebé por sacar adelante, la joven autora empezó a concebir su idea en servilletas a principios de los noventa, hasta que 5 años después terminara su primer libro “Harry Potter y la Piedra Filosofal”, que fue rechazado por 12 casas editoriales antes de que en 1997 fuera publicado por la pequeña editorial Bloomsbury, misma que cambió el nombre de Joanne a J.K. Rowling, por miedo a que no fuera aceptado un libro de fantasía escrito por una mujer.
Dinerus patronum
Desde entonces, Harry Potter ha vendido 500 millones de libros, generando más de 7,700 mdd que, junto con sus éxitos en cine y merchandising, la convirtieron en la primera escritora con ganancias por más de mil millones de dólares.
Desde el punto de vista mercadológico, la fórmula mágica que le ha dado tan exitosos resultados se deba quizá en parte a la creación de una marca distintiva, enfocada a diferentes públicos y con una estrategia de marketing perpetuo en la que los consumidores siempre esperan más productos de la franquicia. Todo esto impulsado además por las campañas más efectivas de los mejores publicistas que pueda haber: los seguidores mismos quienes, a través de sus redes sociales, no han dejado de generar y compartir contenido que generalmente alcanza la magia de lo viral.