Revista de Marketing y Negocios

Que ya no hablen: que se enamoren

Es indudable que los términos en que la comunicación actual se establece es muy diferente a la que se difundía hace unos cuantos años.

Si bien no estamos todavía en una posición adecuada, por lo menos podemos ver hombres menos machistas o misóginos, y mujeres con inteligencia y menos cosificadas.

Hay un largo trecho por recorrer, pero aparentemente vamos por el camino correcto. Las nuevas generaciones se han encargado de enderezar el árbol torcido del cual siguen colgados algunos changos de mentalidad obtusa.

Y aquel famoso dicho “que hablen mal o que hablen bien de ti pero que hablen” ya es parte de un pasado cavernícola. El consumidor ya no quiere hablar de marcas ni de mensajes ni de ideas absurdas basadas en estereotipos del pasado.

Así tienes, por ejemplo, una mamá Lucha que Walmart se niega a jubilar a pesar de que a sus clientas les resulte ofensiva. “No porque sea uno pobre quiere decir que es uno naca” me dijo una señora en un estudio de mercado. Y la empresa sigue sin darse cuenta que su consumidora evolucionó.

Hay marcas que como que se quieren modernizar y se quedan en un intento ridículo. El fin de semana vi un spot de Silka Medic en la tele, que de por sí tienen una imagen bastante obsoleta, en el que incluyen la interacción del paciente con su aparato tipo Alexa, quien le aconseja que use el producto para su afección.

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Mientras la marca no actualice sus mensajes, incluir un dispositivo de voz es tan grotesco como esos viejitos que se visten de jóvenes y se comportan como aferrándose a sus años menos fregados, aderezado con un “¿qué ondiux?” con el que rematan su ridiculez.

Todo esto viene a cuento porque la semana pasada Luis Miguel fue TT en México por el lanzamiento de un spot de TV de UberEats en el que él aparece.

Después de haber lanzado una súper campaña de Sabritas cuando estaba en la cúspide, y una muy aspiracional ejecución de Ferrero Rocher años después, Luismi sale de las penumbras con un comercial bastante malo, un copete de chuchuluco barato y un retoque como cuando ajustas una imagen en Power Point. 

Mientras la crítica de los chavos se dejó venir con todo en Twitter, evidenciando que LM pertenece al pasado, los chavorrucos salieron a la defensa con su “mientras hablen de ti, aunque sea mal”. No señores. Eso ya fue. Hoy se trata de enamorar. Si tu publicidad no seduce, mejor #YaSiéntese.

O ¿qué opinas?

Que se

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Liliana Bretón

Publicista e investigadora

Publicista e investigadora; maestra y estudiante; amante del cine, los libros y el buen sentido del humor; no cambio por nada una tarde de vino con una buena plática. Beatlefan y chocohólica. Socialmente analfabeta. Vivo en Cholula.

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