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¿Quieres ser exitoso? Prepárate y aprende a no gustar

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“Siempre sé tú mismo, exprésate tú mismo, ten fe en ti mismo, no salgas y busques una personalidad exitosa y la dupliques.

-Bruce Lee

¿Eres un gusto muy difícil de adquirir?

Hace un par de años, durante la transmisión de un programa en vivo (SPACE) que tenía Yo, de lunes a jueves, en la plataforma de X (antes Twitter), uno de mis hoy grandes amigos me dijo de manera pública: “Eres un gusto muy difícil de adquirir”. 

En tiempos donde la hipocresía, manipulación y conveniencia son la moneda de cambio de quienes aspiran o pretenden sacar ventaja de los demás, le agradezco enormemente la deferencia y explicaré el por qué.

A lo largo de las últimas cuatro décadas, un gran número de personas han buscado el éxito y fama de manera fácil, siniestra y en algunos casos, por las razones equivocadas creyendo que de esa forma podrán resolver el vacío que los mantiene estancados en sus vidas.

Imaginan falsamente que siendo famoso o “haciéndose virales” (causa y efecto en las redes sociales) las puertas del éxito, admiración, así como las del respeto y reconocimiento se abrirán como por arte de magia, provocando además y de manera casi instantánea, que la tan anhelada riqueza económica comience a fluir sin obstáculo alguno. 

En mi viaje personal de los años recientes he tenido que aprender a base de golpes, porrazos y un duro y lento aprendizaje que, en la realidad, el camino es muy distinto, comprobando además la máxima en imagen pública que dice:
“Para ser, primero hay que parecer”.



Lamentablemente para muchos(as) que buscan el éxito y fama, este bien podría compararse con la cereza del pastel o “centro de mesa” en una boda; es decir, superficiales, momentáneos y sin la sustancia real que supla las carencias que como seres humanos cargamos.  Carencias que en su gran mayoría fueron ocasionadas, sin saberlo, durante las primeras fases de nuestra vida y que ya de adultos, resultan ser la causa de nuestra forma de ser y de pensar, y sin querer reconocerlo, las mismas que usamos como excusas para nuestros comportamientos erráticos.  Lo sé por experiencia.

*La única forma de identificarlas y sanarlas, es a través de la ayuda de un profesional o de un guía especializado, no hay atajos.  Si te sientes atorado o haz cometido el mismo error varias veces, busca ayuda.



Para alcanzar el éxito, deberás convertirte en otra persona

Por otro lado, el verdadero éxito, es una consecuencia del trabajo duro y la consistencia.  Estos dos factores, deben estar sustentados en un propósito que nos obligue a llevar nuestra vida a un siguiente nivel, es decir; una gran meta que nos rete, y en mi opinión, nos asuste lo suficiente no lograrla, cómo para obligarnos a ponernos en movimiento.



Un grupo de figuras blancas se encuentran juntas, con una figura roja levantando su mano, ejemplificando lo que significa ser exitoso al destacarse entre la multitud.

Para alcanzarla, será necesario convertirnos en alguien diferente, una persona distinta a la que actualmente somos y es por esa razón que deberemos estar dispuestos a “no gustar”, al menos a quienes se han acostumbrado a obtener algún beneficio de nosotros (no siempre recíproco) sujetos a los que, cuando comienzas a poner límites y enfocas tus energías en actividades distintas o a desarrollar nuevos gustos y habilidades, son las primeras en comenzar a criticarte y a reclamarte el cambio de actitud.

Una persona con gafas, esforzándose por ser más exitosa, gesticula con enojo mientras está sentada en un escritorio, frente a una persona con una camisa de rayas que mira hacia otro lado.

Ese camino de cambio, aunque muchos desean transitarlo, no es para cualquiera. Sobre todo, si lo que se persigue, es el brillo artificial que venden las redes sociales o la publicidad.



Durante la década de los 80´s surgió la mal llamada “cultura del consumismo” que entre otras cosas, significaba acumular bienes materiales (a costa de lo que fuera y de quien fuera) suponiendo que a partir de las posesiones, podríamos entonces ser exitosos a los ojos de los demás y por ende, nosotros mismos. Se trataba de buscar la validación, es decir, tener para poder ser.  

Quizás por esa razón, al surgimiento de la cultura del “New Age”, muchos se sintieron agredidos e incómodos.



Sin embargo, los triunfos más significativos en la vida de una persona, exigirán desarrollar una visión de largo plazo que incluya un plan lo más detallado posible, haciendo acopio de recursos, capacidades y el desarrollo de nuevas habilidades, sin dejar de mencionar la disposición a pagar el precio por conseguirlo. 

Razón por la que muchos se desaniman o abandonan, y entonces, como consecuencia del pasar de los años, al mirar hacia atrás, lo único que queda, es la estela de sueños rotos, proyectos inconclusos, ideas sin realizar y las más grandes frustraciones o desencantos, producto de esos mismos fracasos.  Yo solía ser uno de esos.



Por ello puedo dar testimonio de que en muchos casos, perseguir tus metas requerirá de estar dispuesto a no gustarle a los demás.  La razón de esta afirmación quizás no sea fácil de explicar, pero aquí va.

Enfócate en la meta y en lo que debes hacer para conseguirla

Centrarte y enfocarte en tus metas, requerirá de hacer cosas que no te gustan, que te incomodan, que implican un esfuerzo y que incluso, llegarás a odiar algunas de ellas (como hacer ejercicio, ponerte a dieta, dejar de gastar en… y regresar al estudio) pero que son necesarias para conseguir aquello que te propones.  Y para lograrlo, deberás modificar “quien dices que eres”, la forma en cómo te conduces por la vida y todo aquello a lo que en este preciso momento de tu vida, le prestas atención. 

Ideas, creencias, posesiones, relaciones y hasta familiares que hoy consideras importantes, deberás cuestionarlas y evaluarlas, al grado de que algunas de estas desaparecerán durante el nuevo trayecto que emprendas y por ello ocuparán o representarán un espacio menos importante en tu vida.   Al no poder o decidir dedicarles el tiempo y recursos que hoy acostumbras, simplemente dejarán de ser relevantes para ti.  Tratándose de tus seres queridos, algunos hasta te criticarán, pero como versa el dicho: “Mucho ayuda el que no estorba” y “si no suma, que no reste”.



Te enfrentarás al implacable sentimiento de culpa por creer que los abandonas (a cambio de comenzar a pensar en ti) dudarás de tus decisiones y te enfrentarás a ese enemigo silencioso llamado miedo; que cuando se presente y comiences a experimentarlo, sabrás que a pesar de todo, es el camino correcto.

Si decides tomar responsabilidad de tu vida y enfocarte en conseguir esa gran meta que te has propuesto, lo primero que deberás considerar será; hacer un balance real del estado actual en que te encuentras, tomando en cuenta las cinco áreas fundamentales de la vida del ser humano: física, emocional, profesional, relacional y espiritual.  Y a partir de éste, hacer los cambios, modificaciones y adecuaciones en pro a tus objetivos, aunque a la gente a tu alrededor, no les guste tu nueva versión.  



Es tu sueño y si este atraerá beneficios a tu vida, así como al nuevo tipo de relaciones que deberás cultivar, está bien.

Canal de Soy.Marketing en WhatsApp
Una persona vestida de negocios levanta los brazos en señal de triunfo, encarnando lo que significa "ser exitoso", frente a un fondo de edificios modernos y una estructura similar a un puente.

10 verdades en tu camino al éxito

Una vez que decidas comenzar tu cambio, deberás enfrentar 10 verdades ineludibles de tu camino hacia el éxito y donde quizás te conviertas, como en su momento me dijeron a mí, en “un gusto muy difícil de adquirir”.



La gente es envidiosa

Si realizas un trabajo excelente y tus clientes, jefe o compañeros de trabajo lo aprueba, siempre habrá quien se sienta ofendido.  Porque hiciste algo que alguien más quería, porque te adelantaste en el camino, porque recibes reconocimiento sin cumplir con la antigüedad debida o simplemente, porque dedicaste más tiempo y esfuerzo que los demás.  Despreocúpate, haz lo que toca y deja que la vida te sorprenda.



Les “caes mal” pero te prestan atención

Si has desarrollado tu carisma, habilidades y capacidades o posees gran conocimiento en diversos temas, gracias al esfuerzo y dedicación, no faltará quien comience a opinar sobre tu trabajo, manera de hacer las cosas y además de cuestionarlo, seguramente también lo estará criticando. 

Esto, es señal de que te están prestando atención. 

Prepárate para ser juzgado y no prestes importancia a quien por envidia te critica.


Cuídate de los aduladores

Una vez que comiences a cosechar logros te toparás con dos tipos de personas; por un lado, aquellas que te consideran eficiente y exitoso, pero que no te respetan y por el otro, están las personas a las que no les caes bien, pero valoran tu opinión y aunque sea de lejos, te respetan. 

Lo importante no es caerles bien a quienes te rodean, sino ganarte su respeto con base en tus acciones; de ese modo, pensarán dos veces antes de que querer pasar por encima de ti o aprovecharse de ti.

Si quieres el respeto de los demás, deberás respetarte primero a ti mismo

Arnold Schwarzenegger dice: “Es más importante creer que puedes lograr algo, que lograrlo.”
Ya que sin la autoconfianza en tus habilidades, conocimientos y capacidades, será muy difícil que; consigas lo que te propones y que los demás te respeten o confíen en ti.  Si no te respetas a ti mismo y por el contrario eres víctima de las dudas o padeces un complejo de inferioridad, tratando de quedar bien con todo el mundo, eso se notará antes que cualquier otra cosa.  Plántate seguro ante la vida y confía en ti.

Exigir que te respeten, no es igual a respetarte a ti mismo

Todos los seres humanos tenemos derecho a ser respetados, pero exigirlo, habla más de la falta de amor propio que de respeto.  Tener dignidad significa saber apartarse de situaciones, lugares o personas en donde no eres valorado o donde pretenden humillarte, significa ser leal a tus principios y valores por encima de cualquier cosa.

“Siempre hay algo de inmoral, cuando vas en contra de tus propios principios” 
Frase de la película -Trece Días-



Ignora a quien no te respeta y valora a quienes lo hacen

A menos de que sea un cliente importante o tu jefe, ignora al resto de las personas que no te respeten, no les dediques tu valioso tiempo.  Por el contrario dedícalo a aquellas personas que valoran tu opinión, que te consideran un amigo o mejor aún, un activo en su vida.  Aprende a escucharlos y agradece siempre su opinión, eso será más productivo para ti, que hacer corajes por personas que no valen ni la pena.

No hagas aspavientos para demostrar tu autoconfianza

Confiar en ti mismo, no implica cargar una cartelera espectacular con poquitos para comunicarlo a los demás, basta y sobra que tú lo sepas y seas consciente de ello.  Si tienes información útil o documentada que aportar a una charla, una junta de trabajo, una discusión o algún debate de ideas, no dudes en compartirla.

Por el contrario, si no estás seguro de lo que vas a decir o no te consta, es preferible mantener un perfil bajo.  Siempre será mejor, hacerte pasar por tonto en algunas ocasiones, que abrir la boca y confirmarlo.

Ocúpate de lo importante y despreocúpate del resto

Si has decidido perseguir una gran meta, tendrás muchas cosas que requerirán de toda tu atención como para malgastarla en chismes, administración de culpas o personas que; además de no aportar nada, sus asuntos sólo te quitan tiempo y roban energía. 

En cambio, aprende a jerarquizar tus actividades y tiempo bajo dos premisas: urgente e importante, lo demás puede esperar.

Aprende a mantener una actitud positiva y a divertirte

Para ser exitoso, no es necesario convertirte en un ermitaño, una persona antisocial, malhumorado e intolerante.  Por el contrario, debes aprender a relacionarte de manera sana y empatiza con quienes te rodean y pueden ayudarte en algún momento con tu proyecto. 

Una sonrisa abra más puertas que una patada.  Si estás estresado y preocupado, aprende a descansar y a cómo distraerte, la carrera al éxito es una prueba de resistencia, nunca de velocidad; disfruta del trayecto mientras aprendes.

Sé tu mismo

Es normal que durante nuestra adolescencia o primera adultez, tendamos a imitar conductas o formas de ser de personas o personajes de ficción a quienes admiramos; pero cuando cobras conciencia de quien eres en realidad, te das cuenta que no es necesario copiar a nadie. 

Desarrolla tu marca personal, imprime tu sello en las demás personas y deja que la vida, Dios o el universo se encarguen del resto.  



Ser auténtico y saber destacarte de entre la masa significa, entre otras cosas; ser original, no parecerte a nadie más y hacer de ti mismo una marca.  

¿Estás listo para no gustar?



Gracias por leerme, nos vemos en 15 días.

Juan Pablo Altamirano

Las “10 verdades en tu camino al éxito”, fueron tomados del blog de Universia (29.06.2015) y adaptados por su servidor.

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