Revista de Marketing y Negocios

Sueños de Robot

La principal fuente de información que tenemos sobre los robots, son las películas.

La imagen que la palabra evoca, en la mayoría de la gente, es un humanoide inteligente que puede ser bueno o malo, pero que tiene conciencia y prácticamente libre albedrío. De la misma manera para la mayoría de la gente, los robots siguen en ese plano futuro “ya-merito” junto con los autos voladores y los jetpacks; artículos que nos dicen que ya casi llegan, pero que nunca lo hacen.

El hecho es que los robots ya están aquí y ya están trabajando en muchos sectores económicos; desde poderosas máquinas que ensamblan coches hasta criaturas virtuales, fabricadas sólo por impulsos electromagnéticos, que realizan actividades repetitivas y aburridas.

Para nuestra civilización el robot, con todos sus problemas y amenazas, es ya una realidad.

La verdadera revolución que está por ocurrir es la de los robots con Inteligencia Artificial, capaces de aprender y de realizar de manera independiente acciones que requieren más talento que un simple acto repetitivo.

Por ejemplo, un robot con ruedas que sea capaz de recorrer una enorme bodega de almacenamiento, localizar productos determinados, crear un paquete y trasladarlo a la zona de embarque para ser enviado a su destino. Máquinas que sean capaces de desplazarse en el espacio físico, sin dañar el entorno y sin lastimar a personas, que puedan realizar tareas determinadas de forma eficiente.

En la actualidad son varias empresas las que están abordando este tema que, además, están a la búsqueda del robot último que habita en los sueños (o en las pesadillas) de muchos: el androide.

Como de costumbre la ficción tiende a adelantarse a la realidad, a veces por siglos, y el concepto no es raro: desde los dos alivios cómicos de Star Wars hasta los temibles Terminators de Arnold Schwarzenegger, ya son elementos que habitan en el imaginario popular.

Quizá uno de los primeros que tomó en serio el asunto de los robots humanoides fue el propio Isaac Asimov quien, además de proponer las cacareadas leyes de la robótica, realizó a través de los muchos relatos y novelas relativas a tema, una serie de reflexiones muy interesantes que se adelantan, en mucho, al tema de la inteligencia artificial.

¿Hasta dónde tiene derechos una inteligencia artificial que es consiente de si misma? ¿cuál es el límite de lo artificial y lo humano? ¿Cómo vamos a enfrentar esos temas?

Sin duda alguna un tema que se debe de retomar y no, las películas realizadas respectivamente por Will Smith y Robin Williams no cuentan, ya que de ninguna manera captan o transmiten la verdadera reflexión que realiza el escritor sobre un tema que ya cae en terrenos de la filosofía.

Uno de los temas relativos que aborda Asimov es algo que el mismo bautiza “el Síndrome de Frankenstein”, el temor irracional que algunas personas tendrían respecto a los androides. Un temor que puede ir mucho más allá de que la máquina nos haga daño físico, si no también, que su actividad afecte nuestro trabajo, nuestro bienestar económico y hasta nuestra civilización. El tema de los robots rebelándose contra la humanidad es todo un argumento que ya ha sido aprovechado de muchas maneras por Hollywood.

Para llegar a tener ese tipo de robots, aún falta mucho desarrollo. Como decía más arriba son varias las empresas que están explorando este mundo debido a que sus aplicaciones prácticas pueden ser innumerables. Los robots autónomos, ya sean humanoides o con otro aspecto, están a punto de ser una realidad que irrumpirá en nuestras vidas.

Llaman mi atención un par de casos, el primero es el de una presentación que hizo Tesla y su director, Elon Musk, sobre un robot humanoide al que ya nombraron Tesla Bot. El evento recibió una gran cantidad de críticas ya que, según aseveran algunos expertos, aún estamos muy lejos de lograr un robot con esas características. Por supuesto que estos no se cansaron de compararlos con la tardanza o lo ilógico de otros proyectos del megamillonario.

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Sin embargo, lo que esos críticos olvidan es que este tipo de robots requieren de Inteligencia Artificial y la empresa de Musk es líder en ese tema: en los últimos cinco años la firma ha vendido casi un millón de automóviles. Cada uno de estos está equipado con un sistema de navegación que utiliza Inteligencia Artificial. El conjunto de datos generado por estas es de talla inmensurable y, por supuesto, de gran valor a la hora de desarrollar nuevas versiones.

Otro caso, más reciente, es el de Amazon. Aunque no de forma humana, presentó un robot de 999 dólares llamado Astro, diseñado para la seguridad del hogar.

Su principal función es la de detectar extraños y, para saber qué persona cubre esta descripción, dedica gran parte de su tiempo en seguir a los ocupantes de la casa para así conocer sus actividades, sus rutinas y sus costumbres.

Con estos “conocimientos”, la actividad diaria del robot será la de recorrer el hogar atento a ruidos o a actividades sospechosas. Si descubre a un extraño lo seguirá para grabarlo y dar la alarma.

Este dispositivo también ha sufrido de críticas; algunos documentos filtrados aseveran que el robot es frágil y que su programación podría causar desperfectos al grado de “suicidarse en las escaleras”.

Sin embargo, lo más aterrador del asunto es liberar un equipo de inteligencia artificial, desarrollado por Amazon, para recabar información sobre nuestras rutinas y costumbres al interior de nuestros propios hogares.

¿Es lo que queremos?

Los robots, como los vemos en las películas, aún están muy lejos y las opciones que nos presentan ahora dejan ver dos claras tendencias.

Primero: las grandes empresas ya están arriba de este “tren” por lo que continuaremos viendo nuevas opciones, propuestas y desarrollos.

Seguro que nos llevarán po0r rumbos muy interesantes.

Segundo: el lado negativo. Todavía quedan muchas dudas que resolver en torno a lo que queremos que un dispositivo de estas características haga, a que información tenga acceso y, sobre todo, qué uso le dará y con quien la compartirá.

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Armando Reygadas Anfossi

Especialista en MKT Digital

Viví la revolución digital en carne propia; di mis primeros pasos en medios tradicionales impresos y la radio AM; desde ahí salté a Internet. Comunicador especializado en tecnología, redes sociales, medios digitales y marketing en línea; me dedico a la ‘blogueada’ desde los 90s y participo en varias publicaciones como Reseñando.com y Conexionistas.

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