Si bien las marcas se tienen que ir modernizando para permanecer en el gusto del consumidor, también lo tienen que ir haciendo su diseño y aplicaciones, a menos claro está, que el logotipo sea ya atemporal y se haya convertido en un clásico como en el caso de Coca-Cola.
Las marcas por lo general modernizan su diseño -aunque estén bien posicionadas-, por dos motivos principales: Para acercarse al consumidor y lograr que se identifiquen con la marca, o simplemente por capricho del dueño o de los directivos en turno. Cabe señalar que cualquiera de los dos motivos pueden ser igual de benéficos o peligrosos para las marcas; nunca se sabe aún analizando dichas modificaciones con los llamados con los focus groups, pues los resultados que arrojan pueden ser contrarios a la real percepción de la marca si es que el analista no hace bien su chamba.
Una marca mexicana que en particular se había resistido al cambio o su modernización en cuanto a su diseño, es aquella que lleva ya 34 años en nuestras manos -y por así decirlo-, en nuestras orejas también. Me refiero a TELCEL propiedad de Carlos Slim que fue lanzada al mercado en 1989, y que rápidamente se comió a la pionera IUSACELL dejándola rápido en el olvido.
En un inicio sin duda, la imagen y logotipo de TELCEL cumplía con todas las expectativas y tendencias del momento. Moderno, sencillo (para su época), sobrio y claro. Su fuente o tipografía de la familia de las Sans-Serif -trazada a mano y con errores de correspondencia-, fue utilizada en itálica como reflejo de “progreso” o “hacia adelante”, mientras que su uso en minúsculas fue aplicado para ser mucho más amigable y cercano a la gente ya que el consumidor es más proclive a rechazar las mayúsculas o verlas más lejanas a él.
El uso de las rayas horizontales secuenciales en el isotipo (icono, para los que desconocen los términos del diseño), seguía la tendencia de otras marcas como IBM, Televisa, AT&T, Adidas, Prudential, Univisión, o el logotipo del Mundial México 86, y sobre las rayas, la imagen de un teléfono celular vanguardista: delgado y plegable; hasta entonces los celulares eran aquellos tabiques de los cuales ya muchos ni se acuerdan.
Total que desde su concepción fue un buen logotipo que sólo había sufrido una pequeña modificación en 1994 casi imperceptible para muchos: las letras “TEL” estaban integradas a las rayas del isotipo y fueron separadas de él para integrarlas de manera sólida a “CEL”.
¿Verdad que en ese momento no te habías dado cuenta del cambio? Te lo aseguro así como que tampoco te haz dado cuenta que ahora en el 2023, TELCEL estrenó logotipo.
Y es que quizá, alguien como yo que está acostumbrado a ponerle mucha atención a la imagen de las marcas podría darse cuenta de ello, mientras que alguien que no está inmerso en el diseño, no ha notado la diferencia.
¿Cómo “modernizó” Telcel ahora su logo? Pues sencillo: eliminó su isotipo con celular ochentero, lo jubiló, y a la tipografía sencillamente le redondeó los extremos (esta vez sin errores). Básicamente no se quisieron arriesgar, pero había que darle una manita de gato.
Por mínimas que sean las modificaciones a un logo, siempre conllevarán un gasto enorme pues se tendrán que reemplazar y reimprimir todos aquellos materiales (como membretes, marquesinas y empaques, etc.) que llevaban la imagen vieja.
Ahora bien, ¿vale la pena invertir tanto dinero en un movimiento que seguramente no será perceptible por el consumidor?. Yo en lo particular, creo que no. Si ya se va a invertir una buena cantidad en ello, vale más modernizar de golpe toda la imagen y apostarle de una manera más evidente a acercarte a las nuevas generaciones como la Y y la Z, pues los Boomers y la X difícilmente cambiarían de marca sólo porque cambió el logotipo.
¿Tú qué opinas? ¿Te diste cuenta del cambio?
3 Responses
Muy interesante, en lo personal no me había dado cuenta del cambio.
Gustar! Interesante. Bien escrito!
¡Felicidades por tu contribución en Soy Mktg Rul! Un abrazo.