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Todos quieren esto, todo el mundo quiere ser como nosotros

Todos quieren esto, todo el mundo quiere ser como nosotros.” -Miranda Priestley-

Esta frase que bien podría considerarse, una oda al narcicismo, forma parte de uno de los diálogos finales del personaje interpretado por Meryl Streep en la película “The Devil Wears Prada” (2006). Película por demás exitosa.

El pasado fin de semana volví a verla de nuevo y mientras analizaba algunos fragmentos en la película, el escuchar una vez más ese diálogo casi al final de la película, me hizo recordar una columna publicada en este mismo portal, el pasado mes de septiembre, sobre reconectar con aquellas cosas que soñábamos cuando niños.

No, no voy a volver a repetir lo que ya escribí, sin embargo, tratándose del inicio de año, las metas y propósitos que uno se fija en medio del ponche y los alcoholes decembrinos, considero importante revisar el tema del precio por conseguir justo eso que nos propusimos o decimos que queremos.

¿Te has preguntado cuánto cuesta tu sueño?

Cuando planeamos, podemos incluso, llegar a soñar con esa línea recta en la que (sin un plan real) imaginamos que llegamos al resultado, el fin del túnel representa ese momento de la meta conseguida, creemos que todo fluirá sin mayor consecuencia u obstáculo y hasta nos emocionamos, con las conversaciones que tendremos y el entusiasmo con que toda persona a la que le contemos nuestra idea, brincará de alegría y nos brindará su apoyo incondicional y…

ajá ¿y luego que pasó?

Lo anterior sucede, porque no sabemos ni consideramos el precio que habremos de pagar por conseguir lo que decimos que queremos, y no estoy hablando de dinero solamente o de la etiqueta marcada.  Me refiero a los cambios, sacrificios, modificaciones, adecuaciones que deberás enfrentar durante el proceso de consecución de la meta trazada.

Quizás requiera tiempo de tu parte sentado frente a tu escritorio para desarrollar, no sólo la idea o planeación, quizás sea un guión para un programa o entrevista, habrá quién tenga que hacer transcripción de todas las recetas secretas de la abuela. 

Horas, minutos, tiempo que tendrás que quitarle a otra de tus actividades.

A lo mejor tu meta es bajar de peso para verte y sentirte mejor y ese, creéme es uno de los sacrificios más grandes que una persona que ama comer puede hacer, sobre todo cuando ya implica temas de salud o imagen pública que afectan el tema laboral o profesional.  Para algunas personas puede ser un tema superficial, pero la envidia también puede ser tratada en terapia.

Bajar de peso y entrar en un régimen alimenticio o algún programa de entrenamiento, va a requerir de entrada cambios en la alimentación, horarios de sueño y tiempo que le vas a tener restar o suprimir a alguna otra actividad como ver la serie de moda o el noticiero. 
 

Y sólo estoy hablando del tiempo que deberás invertir en esa actividad, ni siquiera hemos hablado del, ahora sí, dinero que implicará conseguir lo que dices que quieres.

Tiempo más dinero

A lo mejor eres de esas personas que desea estudiar y vivir alguna temporada en el extranjero, tienes años considerando la opción, ya tienes algunas opciones, ya revisaste incluso, los requisitos para estudiar en el país de tu elección, pero “por alguna extraña razón”, no terminas por decidirte que quieres, luego llegó el covid y pues, está el tema también del idioma que no dominas del todo, pero tienes el deseo firme de conseguirlo.  Y así ya pasaron tres años.

Si estás dispuesto a pagar el precio, define fechas, asigna recursos y comienza a construir o caminar en el sentido de lo que quieres lograr.

Estoy a unas primaveras de llegar al 5to. Piso de mi vida y hoy sé con certeza que depende de uno mismo, hacer que las cosas sucedan. 

Si el deseo es auténtico y sirve para tu crecimiento, la gente adecuada llegará y las cosas comenzarán a fluir, pero debes estar dispuesto a pagar el precio.

Y el tiempo que desperdiciamos en tonterías, media, excusas, procrastinación y descanso excesivos, tendrían que tener también un precio.

No me malentiendas, tampoco estoy a favor de los llamados “workaholics”, ya fui a dar al hospital un par de veces por eso mismo y créeme, el precio no lo vas a querer pagar.

Precio

Entonces ¿Cuál es el problema en querer la fama?

Ninguno, si estás dispuesto a pagar el precio de lo que ello implica.

Cuando me refiero al precio que la protagonista debe pagar por un sueño, un sueño que, por cierto, no era suyo, me refiero a la forma, las malditas formas de obtenerlo, pisoteando gente y usándolos como escalones y las implicaciones sociales y profesionales que ello puede acarrear después. 

Neuromarketing: Descifrando el Cerebro del Consumidor | Duncan C. & Daniel R. & Hans Hatch

¿Justificable? Eso que lo decida cada quien de acuerdo al precio que esté dispuesto a pagar.

El sueño inicial de Andy era escribir para “The New Yorker Magazine” no ser la asistente personal de la Gurú de la Moda. 

¿Cuántas veces iniciamos algo que creemos es nuestro sueño y de pronto, nos damos cuenta qué tenemos años en un barco que ni siquiera va a donde originalmente queríamos?

Pasa el tiempo y seguimos ahí, porque pues el deber y las cuentas y las obligaciones

¿Esa frustración de seguir ahí, no es un alto precio que se paga?

Incluso Miranda, paga el precio de la fama, con su divorcio, uno más, hijas e inestabilidad emocional. 

Poco o nada le importa traicionar a su mano derecha o imponerle a un diseñador en crecimiento, a una persona (Jaqueline) con tal de mantener el control de la revista y seguir siendo relevante en una industria por demás competitiva y muy recelosa, así como tampoco le importa imponer a una persona (Jaqueline) a uno de los diseñadores que antes criticó.

Quizás por eso algunos narcisistas pueden ser tan buenos en lo que hacen al grado de llegar a actuar como tiranos y que la gente todavía les celebre y aplauda.

Si realmente lo quieres

Deja de quejarte por la condición actual, esa es momentánea y si tomas un libro sobre el tema que te interesa, leer 50 páginas ya te dejó alguna ut¡lidad.

La frustración se genera porque no se materializa nada de la forma en que lo deseamos en ese momento y ahí está el error.

Por experiencia y a un año de distancia te puedo decir que las cosas si suceden, que de pronto se complican, aparecen obstáculos o situaciones que te hacen dudar, sí.  Pero también aparecen tentaciones y algunos cantos de sirenas que te pueden desviar del rumbo con algunos espejismos de ganancias o bienestar a corto plazo, que créeme, son los más peligrosos.

Pagar el precio significa ser consciente de lo que quieres, cómo lo quieres, para cuándo lo quieres (en términos realistas) y estar muy consciente de lo que vas a tener que hacer, invertir, soltar o cambiar para poder conseguirlo.

En mi caso, llevo un año en mi plan a DIEZ años, grandes cosas pasaron en 2022, otras me generaron ansiedad al no saber qué puerta u opción elegir; pero todo fluyó bastante bien y los cimientos ya están colocados.

Uno de los logros más importantes de este primer escalón, fue darle trabajo a nueve personas con base en su talento profesional. 

No, no estaba en mi plan, fue una consecuencia y una necesidad al mismo tiempo, producto de ponerme a hacer lo que me tocaba.
 
Gracias por leerme, hasta dentro de 15 días.

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