Ufff ¡los grandes proyectos!
La mayoría comienza con una idea, grande o pequeña idea que poco a poco se vuelve nuestra razón de ser.
Quizá sea mientras estás colaborando en alguna empresa, o en algún momento en que estás libre, a la búsqueda de empleo y de pronto piensas…¿y por qué no mejor me pongo a hacer eso que he traído en mente durante tantísimo tiempo?
Mi gran negocio, el que me va a sacar de pobre, la ilusión de mi vida. Eso para lo que soy buenísimo y que disfruto tanto. Este es el momento de hacerlo mío y comenzar a ganar con mi propio esfuerzo.
Saber lo que buscas
Y si, las grandes empresas, muchas, han comenzado así, de una actividad en la que alguien es muy buena, y comienza a llevarla a cabo en casa, para después saltar al mundo. Pregúntale a Mary Key! Estuve con ella, haciendo espectáculos para los participantes en alguna de sus convenciones y me impresionó su energía, determinación y estrategia basada en un sincero enfoque en brindar bienestar a la gente que colaboraba con ella. Pero no era la pequeña mujer que hacía sus menjurjes en casa y poco a poco fue creciendo. Era una super vendedora, inteligente, muy preparada, que primero definió que quería un negocio, que lo haría con mujeres para darles oportunidad de crecer, y después definió que serían maquillajes, pues…¿qué mejor vendedora de maquillaje que una mujer que los utiliza a diario?
Tuvo una estrategia muy bien definida, sabía a donde iba y cómo lo iba a lograr. Y lo logró.
Lo mismo sucede con Gary Keller, fundador de Keller Williams, que después de algunos tormentosos períodos en su carrera, llegó a convertirse en uno de las más exitosos empresarios de bienes raíces. Sabía hacer algo muy bien, y también sabía a donde ir. Después de muchos obstáculos, de rodearse de gente valiosa y de documentar su metodología y aprendizajes, hoy es una empresa exitosa, que quizá cuenta con el mayor número de representantes asociados en el mundo.
Son dos ejemplos de personas exitosas, que supieron explotar sus experiencias y conocimientos, sorteando grandes dificultades.
Y tú, ¿Cómo llevas a cabo la planeación de tu estrategia, de tu negocio o incluso de tu día de trabajo?
Es una realidad que todos pensamos en línea recta cuando estamos haciendo planes. Sentimos que somos tan buenos planificando, que el ascenso será irremediable, quizá con algunos contratiempos, pero nuestra buena planeación nos ayudará a superarlos.
Y así nos iremos, del paso uno, al dos y del dos al tres, hasta que llegamos a la meta que deseamos alcanzar. En papel, porque la vida real es otra cosa.
Lo mismo sucede cuando entras a una empresa “que tiene la fórmula probada para que tengas éxito”. En papel y cuando te lo cuentan, todo es bello, hasta que llegan los fregadazos.
¿A quién no le ha sucedido que esa venta o ese gran proyecto que “ya está cerrado”, se le viene abajo? Seguro a más de uno.
¿Cuántos planes se encuentran “detenidos por un tiempecito, porque se me terminaron los fondos”? La lista puede ser interminable, pero ese no es el punto principal.
Los obstáculos importan
Quiero llamar tu atención, al poco cuidado que ponemos en incluir en nuestra planificación, todos los posibles momentos en que podríamos dudar, desviarnos, distraernos. Si no todos, por lo menos los múltiples obstáculos que seguramente encontraremos y que debemos de sortear en cualquier proyecto, pequeño o grande, y que con buena planeación, podemos prever.
Un buen Plan de Acción para tu negocio, se parece mucho a la preparación para una conferencia de prensa.
Aquí, encaja perfecto lo que hacemos con nuestros clientes de cualquier empresa, cuando estamos entrenando a su equipo ejecutivo para enfrentar una conferencia de prensa.
Siempre tengo una o varias sesiones de preparación, en las cuales buscamos todas las posibles preguntas que vamos a recibir en la conferencia. Y… no siempre son las más bonitas, ni las más amables, ni las que los directivos desean escuchar. Me gusta explorar cualquier cosa que puede ocurrírsele a un reportero, sobre el pasado, presente y futuro de la empresa. Las noticias no tan bonitas que andan rondando por ahí entre la gente y que posiblemente vayan a salir en la conferencia. Todas. Algunas terribles.Lo que la empresa quiere Lo que el público quiere La empresa quiere hablar sobre alguna situación que enfrenta, algún nuevo producto, un lanzamiento, tu imagina el motivo. Información relevante para ellos, para sus medios, para el público en general.
Quieren información fresca. Quieren saber qué sucedió con aquel problemita que tuvo la empresa hace algunos años.
Quieren saber tus planes con la comunidad donde viven. Qué tipo de inversiones van a tener. Qué van a hacer respecto a la contaminación, el consumo de agua, la basura que generan. ¿Cuál es el porcentaje de mujeres dentro de la empresa y en que niveles operan? ¿Son todas ejecutivas o son obreros?
Y es que para salir a enfrentar a un público, debes de saber qué es lo que ese público quiere saber de ti. Y si lo sabes, y tienes un listado de esas preguntas terribles que podrían hacerte, con sus respetivas respuestas, estarás preparada para responderlas con tranquilidad, buena información, hasta con una sonrisa por delante, y proceder con el mensaje que tú, quieres dar.
Lo mismo pasa con la planeación de cualquier proyecto.
Hay quienes inocentemente piensan que todo va a ir bien. Y si algo sale mal, “pues lo vemos en su momento”.
Tu plan inicial (pensar en línea recta) | ¿Qué podría salir mal en el camino? |
Paso 1 Paso 2 Paso 3 Paso 4 Etc. | Contratiempo personal Contratiempo externo 1 Falta de recursos Cambio de leyes Me siento mal Estoy deprimido porque las cosas no van como pensé ¡El negocio me encanta! El negocio necesita más capital ¡Los impuestos! Esto es demasiado difícil Estos clientes nomás no se deciden Necesito una nueva estrategia No tengo experiencia en manejo de redes Necesito apoyo con mis campañas Necesito dinero Todo va bien Todo va mal Mis amigos piensan que estoy loco Mi familia piensa que estoy loco Yo pienso que estoy loco ¡Finalmente abrí mi negocio y es un ÉXITO! |
La realidad es que estaríamos mucho mejor equipados, si fuésemos realistas y nos preparásemos bien, antes de comenzar cualquier negocio.
Nada mejor que acercarte con alguien que te pueda asesorar y acompañar en esta aventura, que debe ser emocionante, divertida y productiva. Un buen asesor en una o varias de las áreas donde no te sientas fuerte, es tu mejor inversión en una nueva empresa.
Ten en cuenta que un asesor, coach o como desees llamarlo, no es alguien que va a tomar decisiones por ti. Es alguien que en primer lugar, debe tener experiencia previa en el mundo de los negocios y de preferencia en el segmento que piensas atacar.
¿Irías con un médico cirujano que nunca en su vida ha practicado una cirugía en alguien humano? ¿O con un dentista que nunca ha sacado una muela?
Es lo mismo. Requieres de alguien que pueda probar su experiencia y logros previos. Y debes estar dispuesta o dispuesto a escuchar cuestionamientos muy fuertes sobre tus estrategias, estando siempre abierto a explorar opciones que seguramente te serán presentadas y sobre las cuales tú, deberás de tomar la mejor decisión.
Ojo, es muy probable que debas regresar a la escuela. Si, hasta en eso debes de mostrarte humilde. No importa tu edad, tienes que aprender lo que no sepas.
Finalmente, lo que buscamos es que tu PLAN, se vea traducido en un LOGRO.
¿O no?
Gracias por leerme y no olvides que ya se pueden dejar comentarios aquí abajito.
Si puedes, por favor compártelo.
JL