Paso a paso, la tecnología no ha dejado de avanzar ni un día acelerando su marcha y la forma en que transforma nuestras vidas.
Nuevos dispositivos, aplicaciones, plataformas y gadgets se ponen a nuestra disposición para realizar nuestras actividades cotidianas de una manera más fácil, rápida y eficiente, o bien, poder hacer nuevas cosas que antes no hubiéramos imaginado.
Por otra parte, estas tecnologías también pueden utilizarse para ayudar a realizar actividades comunes a quienes están impedidos por alguna discapacidad, contribuyendo con esto a elevar la calidad de vida de las personas.
De otra forma, la tecnología estaría siendo discriminatoria y en cierto modo cómplice de abrir cada vez más una brecha entre quienes tienen mayor potencial gracias a las nuevas herramientas digitales y quienes se tienen que privar del acceso a ellas, por la discapacidad visual, por ejemplo, que dificulta el uso de pantallas táctiles, lectura de mapas inteligentes, dispositivos con realidad virtual y aumentada y desde luego, información escrita.
Ponerse en los zapatos del otro
Sin embargo, desarrollar productos innovadores con esta finalidad no es nada sencillo. Se requiere de inversiones significativas y años de investigación, y muchas de las universidades y empresas privadas prefieren desarrollar productos del sector mainstream y no de nicho, como el caso de los discapacitados visuales que pueden representar una minoría.
Aun así, han aparecido aplicaciones para personas con discapacidades visuales, como lectores de texto, dispositivos de transcripción automatizada e incluso Google ha integrado tecnología que puede combinarse con dispositivos especiales, como teclados Bluetooth al igual que Apple, cuya nueva línea cuenta con lector de pantalla, sistema de listado y aplicaciones para personas con dificultades para ver.
También existen herramientas que permiten verbalizar el entorno en videollamadas, y relojes inteligentes con sistema dactilar de lectura braile, para invidentes.
En este mismo sentido, la compañía vienesa Tec-Innovation con apoyo de investigadores de la Universidad austriaca TU Graz desarrollaron un dispositivo para ayudar a los invidentes y débiles visuales a detectar obstáculos y a encontrar las zonas libres para circular sin peligro.
Se trata de unos zapatos inteligentes llamados InnoMake con un aditamento que se instala en la punta y que al detectar obstáculos a una distancia de hasta cuatro metros, envían una señal de advertencia mediante vibración, sonido o a través un teléfono inteligente conectado a su aplicación, que además indica qué dirección tomar.
Para calcular la distancia de los objetos, el sistema tiene integrados sensores de ultrasonido que emiten señales que rebotan en los obstáculos y son capturadas de nuevo por el dispositivo.
Siguientes pasos
No conformes con esto, que simplemente sustituye al tradicional bastón para invidentes, desarrollaron un sistema de cámaras que analiza los datos detectados e interpreta el contenido de la imagen.
Estas cámaras cuentan con un potente procesador capaz de determinar el tipo de obstáculo a enfrentar, su ubicación y la dirección a tomar para evadirlo. Para lograrlo, desarrollaron una serie de algoritmos de aprendizaje profundo de última generación, basados en el modelo de redes neuronales que interpretan las imágenes captadas.
Con esto, el dispositivo es capaz de reconocer los diferentes tipos de objetos que hay en el camino. Así, cuando hay un obstáculo delante, los zapatos emitirán distintas señales que indicarán al usuario si es un objeto de baja altura sobre el cual puede pasar, si debería evitar pasar, como en el caso de un agujero o si tiene que parar para no chocar, como cuando hay una pared.
El siguiente paso es mucho más ambicioso. Se trata de crear un sistema de navegación colaborativo tipo Street View que se alimente de los datos recogidos por todos los usuarios de InnoMake. Con esto lo que se buscaría es dar avisos en tiempo real de posibles aglomeraciones de gente, accidentes o embotellamientos reportados, tal y como se usa en aplicaciones como Google Maps o Waze.
Aún hay mucho por hacer para facilitar la vida de quienes lo necesitan, pero con avances tecnológicos como éste, vemos la posibilidad de un mejor futuro. Una gran idea y pruebas de concepto con estudios de mercado contribuyen a asegurar el éxito de la misma.