Me acuerdo casi como si hubiera sido ayer cuando la tecnología empezó a invadir nuestras vidas. Y vimos a algunas empresas sucumbir ante los grandes avances.
En una analogía casi perfecta y que no puedo evitar mencionar. Así como todo el mundo decidimos no tomar en serio a Trump por considerarlo un payaso altanero y enervante. Y justo por no tomarlo en serio fue que llegó a la presidencia. Así algunas empresas se han ido desvaneciendo a través del tiempo porque se creyeron inalcanzables e invencibles.
El primer caso que se me viene a la mente es el de Blockbuster. Ahora que pensamos en esa empresa la vemos como parte de un pasado arcaico y totalmente fuera de nuestras vidas.
Fue muy curioso ver cómo esa compañía se fue haciendo chiquita chiquita y ni cambiándole el nombre ni la imagen la vemos de regreso a la acción. Claramente vieron la llegada de YouTube y el servicio de envío de DVDs a domicilio que nunca prosperó. Pero definitivamente decidieron no escuchar esos avisos que parecían incipientes pero a la vez contundentes hacia una nueva era de la forma de ver películas.
Cuando menos pensaron, los servicios de streaming se los comieron de un solo bocado. Y, a menos que se les ocurra una ideota no les vemos un regreso al mercado.
Curiosamente lo mismo sucedió con Polaroid y con Kodak. Ambas empresas le apostaron a la nostalgia y perdieron. Su predicción de que la gente jamás querría sus recuerdos en intangible digital fue un craso error que han pagado bastante caro.
El consumidor se dio cuenta del enorme ahorro y, sobre todo, la inmediatez que implica el formato digital en comparación con el rollo, revelar, imprimir y a-ver-qué-tal-te-salieron-las-fotos y abandonó la cámara de película en un cajón. Eso sí, con una fuerte carga de nostalgia, pero en el cajón.
Sorpresivamente se ve un resurgimiento de Kodak que la verdad a mí me ha dejado azorada y, por qué no, muy complacida. En el Reino Unido se habla del nuevo teléfono Kodak con la máxima calidad fotográfica que existe en el mercado.
La propuesta es interesante: ya cualquiera ofrece un teléfono. Y el argumento es aún más interesante: ese dispositivo móvil que llamamos celular nos sirve para todo menos para hablar por teléfono, porque en realidad ya es lo menos que hacemos por medio de él.
El históricamente reconocido experto en fotografía, Kodak, ofrece una cámara digital de bolsillo que, por cierto, puede soportar cualquier app de cualquier dispositivo móvil y que a veces, sólo a veces, usamos en modo de voz. Interesante #YaLoQuiero