Los mercadólogos somos en ocasiones objeto de desconfianza cuando la gente considera que es engañada. Creen que manipulamos sus deseos y secretamente les inventamos necesidades para vender algo. Independientemente de que todo eso es discutible porque la realidad es que no creamos necesidades; sí hay algo que lamentablemente en algunas ocasiones es verdad, sin querer decimos mentiras. Mentiras que aparentemente son inocentes para poder lograr que un producto o un servicio o una marca personal se coloque en el gusto de un grupo de consumidores. Exageramos en los motes, en las palabras y en las promesas para animar al posible consumidor a probar un producto que lo hará sentir o ver mucho mejor.
Pero los tiempos han cambiado. La comunicación 2.0 que vivimos a través de las redes sociales, han expuesto las inconformidades que quizás incluso ya existían desde tiempo atrás pero que las marcas y sus mercadólogos no podían escuchar. Hoy el control lo tienen los consumidores; y hacen valer esa democratización del internet a través de las redes para decir que no confían en los anuncios.
Desde el 2014 la revista “Advertising Age” publicó que el 25% de los consumidores online en Estados Unidos no confiaban en los anuncios impresos, alegando que incluso eran peores números en los anuncios digitales.
Esto es relevante hoy, porque evidentemente ha habido una evolución en la que no han participado aún todos los involucrados en el marketing, y me refiero a que hoy tenemos que hacer un social marketing, es decir, dejar de pensar en decir a nuestros clientes lo que deben hacer sino en hacerlos entender por qué nosotros haríamos eso, pero desde una perspectiva real y en la que generemos confianza, algo que se conoce en los negocios como “ Walk the Talk ” o en otras palabras, hacer lo que hablamos, ser nosotros mismos los mejores embajadores de la marca y como diríamos en México, hacer lo que predicamos.
Hoy las formas de comunicarnos cambiaron, no son los mismos canales y de hecho los canales son ahora personas, marcas personales, nosotros mismos a veces. Entonces debemos usar y estar convencidos de los productos que vendemos, hacer lo que proponemos y haberlo experimentado nosotros mismos en el caso de ser consultores, etc. Por eso es tan importante para un vendedor y para un mercadólogo que debemos estar convencidos de que tenemos el mejor producto, porque de lo contrario, no vamos a poder llevar al cliente o consumidor potencial, de un plano racional sobre las características de nuestro producto a un plano emocional que lo convertirá en nuestro cliente fiel.
Esto significa que las características del producto o el precio, podría igualarlas o mejorarlas cualquier competidor, y entonces perderíamos a esos clientes, pero si los tenemos convencidos de lo que hacemos y lo que vendemos, si generamos una relación que involucre emociones y honestidad, es difícil que nos dejen.
Aunque lo que menciono aquí aplica para cualquier marca es quizás más visible en los profesionistas o marcas personales que gracias a la tecnología, al marketing digital y a las redes sociales, hoy ofrecen sus servicios en una muy amplia gama de ramos profesionales y que definitivamente tendremos que ser y demostrar lo que queremos vender: “ Walk the Talk ”.
Si vas a buscar un curso de redes sociales o una agencia de marketing digital, es mejor que sea una persona que realmente haya vivido lo que necesitas, que efectivamente haya usado un amplio número de herramientas para que pueda no sólo saber defender lo que proponga, sino justificar también lo que no proponga. Deberá ser una persona que demuestre que ha logrado los objetivos que seguramente sugerirá a sus clientes. Evitar que sea una persona que simplemente ha visto una oportunidad de negocio y haga una ofrerta perfecta en costo o ideal en objetivos que al final del día no sabrá como lograr.
Si vas a buscar un blogger o consejero de viajes, tendrás que estár seguro de que es una persona que realmente ha viajado, que ha pagado por sus viajes para haber aprendido los trucos y detalles que aportarán algo a sus seguidores, será conveniente elegir a alguien que haya viajado tanto a los destinos que pueda recorrerlos y recomendarlos con seguridad y que además pueda también decir qué lugares no recomendar luego de haberlos vivido. No querrás seguir los consejos de un blogger que tuvo la oportunidad de viajar a europa una vez y haya regresado convertido en experto en viajes o que sea invitado por todos los hoteles y aerolíneas porque entonces sus opiniones y sus recomendaciones podrían ser sesgadas.
Y lo mismo aplica para cualquier empresa y cualquier profesionista, debemos ser más reales en nuestras ofertas y sobre todo, considerar que un cliente permanecerá con nosotros no por las características de lo que ofrecemos, sino por la relación que establezcamos y la honestidad con que lo tratemos. Es por eso que hoy, hablamos de Social Marketing, una evolución del enfoque de marketing que sin perder de vista las 4 p’s, nos obliga a dar un enfoque diferente.
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