“Por cada esfuerzo disciplinado, siempre hay múltiples recompensas.”.
– Jim Rohn –
Muchísimas personas acostumbran decretar, durante las festividades del fin de año, las cosas anhelan o desean conseguir en sus vidas, al calor de la bebida, los abrazos y el buen ánimo que prevalece durante estas fechas, muchas personas suelen hacerse propósitos para el nuevo año que comienza, pero muy pocas tienen la iniciativa de ponerlas por escrito, y menos aún desarrollan un plan o la disciplina necesaria para lograrlos. Quizás es por eso, que menos del 8% las consiguen.
Algunos estudios como el de la Dra. Gail Matthews de la Universidad Dominicana de California, dan cuenta de que aquellas personas que ponen sus metas por escrito, tienen un 42% más de probabilidades de alcanzarlas, en relación a aquellas que sólo las decretan al viento y bajo la euforia de una frase o “mantra” leída en internet, ya no digamos los rituales a que muchos recurren, cómo la ropa interior de cierto color, barrer la casa de adentro hacia afuera o salir a darle la vuelta a la cuadra, maleta en mano mientras suenan las 12 campanadas.
El que el 92% de las personas que afirman a inicios de año “fijarse objetivos” difícilmente los consiguen, ya que al cabo de un par de días o semanas de iniciado el año, simplemente los abandonan o hacen cómo que quieren cambiar.
Razones por las que no cumplimos nuestros objetivos
Las razones pueden ser variadas, dependiendo del estado anímico y mental de la persona, pero algunas de las más comunes son:
– Falta de claridad y especificidad en la(s) meta(s) que deseamos alcanzar.
– Falta de Motivación
– Falta de Compromiso
– Miedo al fracaso
– Miedo a la crítica
– Falta de planeación y administración del tiempo.
– Falta de disciplina
En los últimos 25 años, se han escrito cantidad infinita de libros, ensayos, artículos, antes para revista, después para blogs, acerca del éxito y la consecución de metas y objetivos. Hay incluso seminarios donde se enseña cómo lograrlo, algunos con actividades o sugerencias, otros con ejemplos pero en lo que la gran mayoría de autores y estudiosos del tema coinciden, es en la disciplina.
La motivación no alcanza para lograr las metas, es imperativo aprender a ser disciplinado y si uno tiene hijos, predicar y educar a partir del ejemplo.
Así que derivado de lo que estuve leyendo y de lo que Yo mismo tuve que hacer para lograr terminar un producto digital que estoy por lanzar, te comparto algunas de las cosas que aprendí y puse en marcha en relación a la disciplina. Y que además, serán parte activa de mi actuar este 2025.
Desarrolla la autodisciplina
1. Establece metas claras
Define muy bien lo que deseas lograr, sé lo más específico que puedas de esa manera tendrás un sentido muy claro de tu propósito y la dirección que deberás tomar.
Asegúrate que tus metas u objetivos sean específicos, evita la ambigüedad y sé concreto.
Si lo puedes medir, entonces es alcanzable y puedes asignarle un tiempo específico para lograrlo.
Procura que la meta sea relevante, que represente un parteaguas en tu vida, es decir, un antes y un después como por ejemplo; reducir tres tallas o bajar 15 kilos de sobrepeso en un periodo de tiempo razonable o pagar tus deudas en 10 meses, ya no digamos iniciar un nuevo negocio.
Escribe tus metas en presente, cómo si ya las hubieses logrado. Evita redactar en infinitivo, cómo suelen hacerlo muchos mercadólogos.
“Penetrar rápida y eficazmente en la mente del consumidor” no es broma, este enunciado lo he visto decenas de veces en gente que se dice profesional en la materia y también he visto cómo empresarios le pagan por “la encandilada”.
2. Divide las metas en etapas o submetas más pequeñas
Quedarte en la gran meta, la ambiciosa, la retadora, generalmente puede generar un efecto contrario y lejos de motivarte hará que lo veas como una pendiente escarpada. Para evitar que tu propia meta te abrume o desmotive, deberás dividirla en pequeñas tareas.
Te recomiendo que hagas un plan mental donde al centro, en un círculo, coloques tu meta y a partir de éste comiences a dibujar otras figuras con las áreas o tareas que necesitas atender para desarrollarla, así como las líneas de conexión entre éstas.
Eso te permitirá hacer las labores mucho más asequibles y controlables, tendrás un mapa completo de lo que debe hacer y los tiempos que deberás asignar a cada una de ellas.
Si uno de tus planes es obtener una certificación para tu carrera profesional, lo primero que necesitas saber, es cuánto tiempo dura el entrenamiento o curso, las tareas o actividades que implica, recursos económicos, etc. Con esos datos, sabrás cuánto tiempo te tomará obtener la certificación y cómo organizarte para conseguirla. No es cómo que te vaya a poner a estudiar 180 hrs de una sentada.
3. Crea una rutina y apégate a ella
La forma más rápida de crear una estructura que te ayude a desarrollar disciplina, es fijando y estableciendo una rutina. Al principio es probable que la aborrezcas y tengas la tentación de procrastinar, por eso es importante que la meta que hayas establecido te motive lo suficiente para aguantar los embates de “la vocecita” que te invita al autosabotaje.
Disciplina es hacer lo que sabes que debes hacer, aún cuando no tengas ganas.
Toma una hoja de papel y divídela en 7 columnas una para cada día de la semana, comenzando con el domingo y terminando en sábado. Es importante que lo hagas de esta forma, para que al centro tengas “la vida cotidiana” pero inicies y termines con los días, que en la vida godín, se supone son tuyos.
Reserva tiempos específicos para tus actividades rutinarias como, trabajo, traslados, actividades de los niños (si es que los tienes), paseo de las mascotas, surtir despensa, lavado de ropa, etc. Y asigna tiempo suficiente para dormir, meditar, hacer ejercicio o para aquellas actividades que requieras para lograr tu meta. Si no descansas lo suficiente, no tendrás energía para hacer todo lo que dices que tienes que hacer y si no haces un horario específico, no podrás desarrollar la disciplina que anhelas.
Haz tu horario y apégate a él.
4. Elimina las tentaciones y las distracciones
Lo difícil no es levantarse temprano, así como tampoco lo es buscar el tiempo para ejercitarse, estudiar o jugar con tus hijos, lo verdaderamente difícil es apagar la televisión, dejar el celular y DORMIRTE TEMPRANO, eso es lo difícil.
A menos que seas “un influencer” que vive de hacer contenido para redes ¿cuándo fue la última vez que a ti te recompensaron o que recibiste remuneración económica alguna por ver series de televisión o videos en tik tok?
Elimina las tentaciones y minimiza las distracciones, para eso es el calendario, asigna tiempos específicos para tus redes sociales o para el episodio de tu serie favorita, pero si no tomas control para conseguir aquello que quieres, todo lo que no quieres, terminará por tomar el control de tu vida.
Mantén limpio y ordenado tu lugar de trabajo, así como tu zona de descanso. No tengas cosas de un área, en la otra y viceversa.
Créeme, vengo de ahí y cuesta mucho trabajo salir del laberinto.
Feliz año, deseo que concretes tus metas este 2025 y encuentres la disciplina que te permita alcanzarlas lo más rápido posible.
Gracias por leerme, nos vemos en 15 días.
16 abril, 2021
