Es un hecho que las redes sociales llegaron para quedarse. Y aunque sí es cierto que muchas empresas todavía no creen en ellas, lo cierto es que hoy día, son el único medio de comunicación que las PyMES tienen a su alcance para comunicarse -que no vender- con su público objetivo y poder hablar con ellos para al final, -sí, al final- ser capaces de influenciar en sus decisiones de compra.
Ya hemos comentado hasta la saciedad que no es lo mismo tener redes sociales personales a manejar redes sociales profesionalmente para un negocio. No entender esta apreciación, sería en principio un pre-pecado capital y un mal inicio para una PyMES que desea adentrarse con estrategas de mercadotecnia online al mundo de las redes sociales. Un segundo pre-pecado capital –luego entraremos a los 7 que menciono el título- es el de suponer que el simple hecho de estar en redes sociales garantiza el tener éxito. Error. Desarrollar una presencia exitosa lleva tiempo, pues primero se debe conocer las necesidades, gustos e intereses de la comunidad a la que se dirigen. Segundo, ofrecerles un buen motivo por el que deban seguirte y participar. Tercero, de ser capaces de establecer una comunicación eficaz con los seguidores.
Establecido esto como preámbulo, entramos de lleno a lo que considero yo los 7 pecados capitales –hay muchos más- que las empresas, en esta caso pongo énfasis en las PyMES por lo que explico en el primer párrafo, suelen cometer.
7 pecados capitales que las Pymes
01. Iniciar una aventura sin rumbo ni estrategia
Quizá una PyME no tenga los recursos humanos para estructurar un plan de marketing online formal y es entendible, a veces son empresas familiares o compuestas por 15/30 personas dedicadas a otros menesteres y el principal, vender. Lo que sí está a su alcance, es definir una estrategia base. El no hacerlo –y muchas empresas NO lo hacen- significan riesgos muy grandes que pueden perjudicar al negocio, sobre todo, a la marca.
¿Qué buscamos con nuestra presencia en redes sociales? Dependiendo del tipo de negocio, del segmento de mercado y de la estrategia que se defina. Podremos fijar diferentes objetivos a lograr con nuestro plan de social media: aumentar clientes, incrementar las ventas, mejorar nuestra reputación digital, acrecentar el engagement, etc. Para cada uno de estos objetivos debemos realizar acciones diferentes, todas ellas especificadas y definidas en esa estrategia base.
02. Publicar contenido que no genera engagement
Si eres director, gerente o mercadólogo en una PyME de seguro has oído hablar que en redes sociales “El contenido es el Rey” y es cierto, por eso no es sencillo generarlo. El generar engagement para una marca, tiene que ver con las emociones y, por tanto, el objetivo del contenido es el de despertarlas entre tu comunidad de seguidores. Con lograrlo, estarás creando “compromiso”. No hay más truco que este, debemos humanizar la marca, hacer que se la vea cercana al consumidor, a los potenciales clientes. Si no generas contenido de valor -entre otros factores-, no podrás lograr engagement.
03. Iniciar con entusiasmo y después… olvidarse de los seguidores
Al igual que los propósitos de Año Nuevo o las dietas, se inician con entusiasmo pero si no se ven resultados, se van abandonando; así lo hacen muchas empresas con sus redes sociales.
En las redes sociales debemos buscar el equilibrio. No podemos hacer muy pocas publicaciones a riesgo de que nuestros seguidores se olviden de nosotros. Sin embargo, tampoco debemos saturarlos con publicaciones continuas en un mismo día, porque ello lleva a nuestros seguidores a perder el interés y a que les resulte invasivo, pesado y aburrido. Hay que mantener el equilibrio y éste, se encontrará con el análisis e interpretación de las métricas que obligadamente se necesitan generar.
04. Publicar el mismo contenido en todas las redes
Es muy común verlo y quizá sea por falta de estructura. Publicar el mismo contenido en todas las redes es un error garrafal. Debemos tener en cuenta que cada plataforma social tiene su propia razón de ser y su propia esencia por tanto, requieren una calidad diferente de mensajes. Debemos tomarnos el tiempo para diseñar una línea de publicación para cada red social. es por esto que no siempre lo más conveniente es tener presencia en todas las redes, sino en las que podamos cumplir con nuestros objetivos.
El contenido que publiquemos dependerá de los objetivos planteados en nuestra estrategia de social media, y debe congeniar con los objetivos y la identidad de nuestra empresa.
05. Tratar de abarcar lo que no se puede mantener
Pecado frecuente de las empresas es pensar que estar en todas las redes sociales les beneficia por cobertura. No es así. Antes de intentar abarcar dos, tres o más redes sociales, conviene preguntarse si se van a tener las horas de mano de obra o los recursos para gestionar realmente todas esas redes sociales no sólo para generar y publicar contenido de valor con frecuencia, sino también para mantener la comunidad comprometida con la marca. Si no vamos a poder administrar, atender adecuadamente la conversación con los seguidores y generar contenido específico para cada plataforma –punto 04 anterior-, NO usemos todas las redes, vayamos sólo a las que estén más alineadas con nuestro perfil. El que mucho abarca poco aprieta.
06. Cerrar los ojos, los oídos y la boca ante las críticas
Si entras a las redes y haces caso de las críticas de tus seguidores ¿para qué perder tiempo, esfuerzos y recursos, cualquiera que éstos sean? No es agradable y a nadie les gusta recibir críticas, pero es importante leerlas, entenderlas para mejorar la calidad de tu negocio. Ve las críticas malas como “consejos” positivos. Escucha los reclamos para mejorar tus productos o servicios. Habla con tus consumidores, justifícale su queja y atiéndela, Una persona que se queja no siempre es un cliente perdido: esto depende de ti y de cómo manejas la situación.
07. La compra de seguidores falsos que no sirven de nada
¿Qué prefieres, tener 5,000, 10,000 0 100,000 seguidores falsos comprados, o 10,000 seguidores o fans activos, colaboradores y con una tasa de engagement muy alta? Obvio lo segundo. Con la compra de seguidores, se obtiene, de manera rápida, un número elevado de fans. Sin embargo, se está conectando con personas –si llegan a existir- que no están interesadas con la marca. Simplemente se están comprando números rojos. Y lejos de ayudar en la estrategia, esa masa de números sólo obstaculizará el camino al consumidor. Pero no sólo eso. Recurrir a los bots para aparentar ser una marca robusta con miles de seguidores, podría poner en peligro la imagen de todo el negocio.