Miércoles 26 de agosto de 2020
Estimados todos,
La “nueva normalidad”, ocasionada por una pandemia que al momento ha cobrado más de 60 mil vidas en México, nos obliga continuar con nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje de maneras alternas, remotas, a distancia… Una nueva normalidad en la que requerimos de “cajas negras” como televisores, computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes con cámaras de video, audio y micrófono integrado, una conexión a Internet, además de diferentes programas informáticos para poder estar “juntos”, “presentes”, “en línea”. 
Alumnos,
Qué gusto saber de ustedes, ya los extrañaba, poquito. Quizá aún no los conozco, quizá ya nos cruzamos en los pasillos de nuestra amada Universidad, quizá ya coincidimos en un salón de clases… Agradezco la disponibilidad que tienen para seguir estudiando, a pesar de la pandemia, del trabajo, de la familia, de las carencias. Los admiro.
Estoy consciente que estar sentado de seis a ocho horas diarias es un acto casi inhumano, más si la interacción se da sólo a través de pantallas, donde las distracciones parecen imposibles. Haré lo posible por no aburrirles y compartirles lo que sé hacer. Advierto, no pretendo ser su fuente de entretenimiento.
Sé que la tecnología es mejor aliada de ustedes, varias veces juega en mi contra; sin embargo, haré lo mejor que pueda con herramientas como Zoom, Meet, Classroom, Power Point, un pizarrón blanco y plumones que adquirí para ofrecer “dinamismo”. Seguramente ustedes conocen mil aplicaciones con las que las clases serían “mejores” o “más divertidas”, podrían enseñarme a utilizarlas.
Espero que las tormentas que atraviesan no sean barreras insuperables para que nos podamos “ver” en los horarios de clase; si en algo les puedo apoyar, cuenten conmigo.
Familias,
Gracias por permitir que esta “nueva normalidad” en la educación sea posible, por respetar el tiempo de los estudiantes durante sus sesiones, por estar con ellos aunque nosotros no los “veamos”. Confíen en que la mayoría de nosotros dedicamos tiempo, trabajo y esfuerzo para que esos momentos frente a las pantallas se puedan ejecutar.
Profesores,
Me enorgullece tener la oportunidad de formar parte de su sector, la alegría que esto me causa no la puedo ocultar. Reconozco que como alumno no tenía consciencia de todo lo que se debe invertir de manera temporal, energética, psicológica y económica para poder dar una clase, yo sólo quería que ya terminaran para poder salir de la escuela. Ahora, del otro lado, parece que los segundos duran menos. Son unos buenazos, admiro la gran labor que están haciendo para aprender a utilizar las Tecnologías de la Información y la Comunicación; no tengan miedo en preguntar por algo que no saben hacer, muchos, seguramente, tenemos la misma duda.
Sociedad,
Gracias por permitirnos ejercer la labor más noble del mundo.
