Por más campañas en torno al uso de termos, botellas o recipientes no desechables para beber, el consumo de agua embotellada sigue en aumento para felicidad de esta industria.
La Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento de México señala que hoy las personas gastan tres veces más en agua embotellada que hace 16 años.
La razón principal de este comportamiento se explica por la mala calidad del agua potable que llega a nuestras casas, pero ahora también existe una tendencia al consumo de agua embotellada como sinónimo de salud.
Los mexicanos (además de decir ¡aguas! Para alertar a alguien de algún suceso inminente que implica peligro o precaución) recordamos algún comercial que nos llama a sentirnos bien o ligeros consumiendo agua, pero lo que en realidad vemos es el consumo de agua embotellada.
Y claro, los protagonistas de estos mensajes siempre suelen ser personas atléticas, que se muestran sanas y haciendo ejercicio.
La aspiración a ese modelo ideal de cuerpo y salud en una población que padece obesidad es por demás evidente.
Y ahora, en medio de la pandemia, junto con la publicidad de las embotelladoras, la preocupación de mantenerse sano bebiendo agua constantemente, impulsa el panorama prometedor para esta industria.
La International Bottled Water Association (IBWA) señala que en México el consumo anual per cápita de agua embotellada pasó de 64.2 galones (243 litros) en 2014, a 73.7 galones (279 litros) en 2019, último dato disponible.
Por esa razón, México se coloca como el primer país consumidor de agua embotellada en el mundo, de acuerdo con el último informe de la IBWA.
En ese ranking, Estados Unidos ocupa el cuarto lugar en el mundo, en términos de consumo por persona, España el octavo y Brasil el catorce.
Para esta asociación internacional, la industria de agua embotellada es una de las más responsables en torno al uso del agua bebible, en comparación con el sector industrial o el de riego, por ejemplo.
Se calcula que el valor del mercado mexicano de agua embotellada es de 20 mil 652 millones de pesos. Algunas de las empresas punteras en México son Danone, Coca-Cola Femsa y PepsiCo, las que, sin embargo, reportaron caídas hasta del 40 por ciento en 2020, a consecuencia de la pandemia y las restricciones que ésta impuso.
Pero la previsión es que en esta temporada de calor el consumo de botellas repunte y se siga consolidando el de garrafones.
También en 2020 destacó la preferencia de marcas más económicas, como Agua Inmaculada, y la venta de sistemas de purificación.
La pregunta en torno a qué tan sostenible es el consumo de agua embotellada, se ha hecho por mucho tiempo. La respuesta por parte de la industria ha sido emplear un plástico PET mucho más manejable para su reciclaje, e instaurar medidas más estrictas en el manejo responsable del agua en sus plantas.
Algunos de los lineamientos que la IBWA establece para las embotelladoras son:
• Auditar el uso total de agua en las instalaciones de agua embotellada.
• Reducir la extracción de agua mediante procesos mejorados.
• Buscar y reparar fugas.
• Plantar vegetación resistente a la sequía en las instalaciones.
• Capacitar a los empleados para fomentar la conservación del agua.
• Implementar restricciones de uso de agua.
• Usar métodos de limpieza eficientes al limpiar botellas reutilizables, de 3 y 5 galones para enfriadores de agua usados en hogares y oficinas.
• Reducir el uso de agua al limpiar y esterilizar tuberías de agua y tanques de almacenamiento.
Lo anterior le toca a las embotelladoras, pero para ti y para mí, no hay mejor manera de evitar la contaminación que recurrir a nuestro termo o botella de reúso, ¿apoco, no?