Revista de Marketing y Negocios

Arranca la basura mediática en México

Tabla de Contenidos [minimizar/expandir]

Siempre lo he dicho: las campañas políticas son un verdadero dolor de cabeza para todos.

El público en general

La audiencia, el supuesto grupo objetivo de las campañas, ve venir un alud de palabrerías y agresiones entre los partidos y los candidatos que nada tiene que ver con los ciudadanos. Los quesque mensajes no tienen sentido para ellos, porque no les hablan a ellos. Los políticos se hablan entre sí durante sus campañas y no le dicen a la gente lo que la gente necesita escuchar sino lo que ellos quieren decir.

Los protagonistas

Los políticos pensando que van a ganar a sus contrincantes a como dé lugar, haciendo esfuerzos verdaderamente inútiles por destacar de los demás, se pierden en el universo de la nada porque no tienen nada nuevo que decir. Todos descalifican, todos hacen promesas incumplibles que el ciudadano no entiende por el lenguaje demagogo e ininteligible.

Los encuestadores

Un gremio que sale ganando o sale perdiendo a capricho del sector político. Ganan, porque partidos y candidatos quieren cifras a modo que ellos se encargan de servirles con metodologías sesgadas para que parezca que los otros datos son los datos. Pero pierden porque a la larga la gente se da cuenta (porque deveritas que no somos tontos) y deja de creer en ellos. O, simplemente, si le dan a su cliente los datos reales terminan por no pagarles o por quemarlos.

La infraestructura mediática

Los medios, hartos de tener que abrir espacios gratuitos para esos mensajes llenos de oquedad y de engaños, poniendo en tela de juicio su propia credibilidad. Claro que hay algunos medios que salen ganones, pero son los menos. Ya sea que les paguen por callar o que les paguen por balconear, su contenido se convierte en basura intrascendente que merma su solidez ante el incrédulo público.

Social media

Las redes sociales llenas de bots que ostentan su número de identificación en su nombre, como si nadie supiera que así rastrean su actividad, que indignamente reciben una paga quizá sustancial por agredir 24/7 con “argumentos” de nula inteligencia pero que provocan a incautos para seguirles el hilo de la no-conversación. Qué difícil ha de ser alquilarse por estar de malas todo el día.

Canal de Soy.Marketing en WhatsApp

Y luego vienen los publicistas y todo lo que el gremio involucra… 

Están los oportunistas bien conectados, que se venden como gurús de la estrategia, quienes este año hacen la campaña de un partido mientras tiempo atrás se murieron en la raya por otro. Igual que los políticos, son chapulines que van de conveniencia en conveniencia, sin escrúpulos ni lealtad alguna, detrás del billete (que ya aprendieron a cobrar por adelantado).

Y por otra parte están los que se dejan engatusar por los espejitos de las propuestas engañosas. Se dejan llevar por la típica especulación de “si ganamos, vas a ser la agencia oficial de la secretaría” y tonteras así. Hacen su mejor esfuerzo, creen que van a ganar dinero, que se van a hacer famosos en el gremio, y que van a ser LA agencia de los políticos por el resto de su vida. Y lo único que logran es partirse el lomo por una campaña que no van a poder cobrar porque su “cliente” se desaparece como si un socavón de alguna ciudad mexicana se lo hubiera tragado.

La triste realidad

Al final, las campañas políticas en México (y en muchísimos países alrededor del mundo) son un derroche de recursos, donde los políticos se hablan entre ellos sin tomar en cuenta estrategias de comunicación ni el beneficio de la ciudadanía.

La propaganda, a fin de cuentas, se trata de competir entre ellos con números no con engagement, porque sus metas son a corto plazo. Ni caso tiene educarlos, porque son de vista transitoria. Igual que sus cargos (y a veces su carrera), mañana se acaba todo
El chiste, pues, es demostrar como machos que la audiencia que tienen es la más grande. Están dispuestos a comprar seguidores, a comprar votos, a comprar contrincantes, a comprar medios y a comprar cargos públicos. Todo por el poder temporal.

La triste realidad es que siempre hay alguien que se deja comprar.

Consejo no solicitado: si te vas a dejar comprar, cobra por adelantado.

#PutAttention

TAGS:

Liliana Bretón

Publicista e investigadora

Publicista e investigadora; maestra y estudiante; amante del cine, los libros y el buen sentido del humor; no cambio por nada una tarde de vino con una buena plática. Beatlefan y chocohólica. Socialmente analfabeta. Vivo en Cholula.

COMPARTIR ARTÍCULO

Facebook
Twitter
Telegram
WhatsApp

DEJAR UN COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *