Revista de Marketing y Negocios

Cine, maroma y trans, otra vez los Oscars se incendian

[post_header]

En 2009, este: su servidor y amigo, casi perdía la chamba por haber posteado en el “feis” una serie de mentadas sobre el ambiente laboral y los favoritismos en su área. Para uno, que odia pasar hambre, fue una gran lección; misma que no solo sirve como anécdota para entretenerlos en su columna favorita, sino también para ejemplificar en las juntas con los clientes la importancia de cuidar las opiniones “a título personal” en redes sociales.

Una persona sentada en un escritorio con una computadora portátil levanta las manos en defensa mientras otra persona vestida de traje señala y habla.

Primera llamada: reviviendo viejos posts

Diez años después de aquel fatídico evento personal, el comediante Kevin Hart perdió su chamba como anfitrión de los Oscars  por unos chistes medio lelos que tuiteó hace varios años haciendo alusión a la homofobia. Las redes ardieron, lo funaron y lo convirtieron en la comidilla de los medios durante un ratote. No duden que en estos días revivirán este tema como a Denise de Kalafe cada 10 de mayo. Ojo: siempre pasa esto con todas las marcas que tuvieron una crisis.

Kevin Hart sonríe y gesticula mientras está de pie frente a un fondo dorado con estrellas en Los Oscars
Fuente

Sabemos que ”siempre hay un tuit” para atizar (oportunamente) conversaciones polémicas y quemar a las marcas o a las figuras públicas, cosa que nadie termina de aprender/cuidar siendo o no famosos porque creen que “es solo internet”. Los Oscars desde el #OscarsTooWhite se han convertido en ese coliseo para los morbosos de la farándula, y no un evento para cinéfilos. Siono razaaaaa…

La Academia reacciona a los wokes como Zuckerberg a las órdenes del presidente en turno. Y aquí hay una mezcla perfecta de metidas de pata entre director, película, reparto y la Academia misma.

Una caricatura de tres hombres: uno en el centro y dos arrodillados a cada lado. El fondo es azul. Todas las figuras están tomadas de la mano.

Las nominaciones de Karla Sofía Gascón y “Emiilia Pérez” hacen tanto sentido como los speeches de Diego Dreyfus sobre ética laboral cuando en su vida lo han contratado para un jale.

Una mujer con un vestido negro sostiene una estatua de oro con signos de interrogación a su alrededor, sonriendo.
Fuente

Segunda llamada: ¡que vengan los bomberos!

Aún ni llega a México, pero la entrega cinematográfica del francés -que ni conoce México- la odiaron los paisanos y se desquitaron en RRSS cancelándola y, de paso, reviviendo tuits xenófobos y racistas de Gascón.

Ni los chamuscados Palisades en L.A. se comparan a lo que está pasando con la carrera de Gascón. Netflix ya la funó, en varios eventos ni el Uber le quieren mandar, el mismísimo director de “Emilia Pérez” y el gobierno español ya se desmarcaron como Unilever con La Casa de los Famosos.

El letrero de Hollywood en la ladera de una colina está rodeado de llamas y humo de un incendio forestal al anochecer.
Fuente

Ella sigue opinando y defendiendo su nominación. Keroseno puro.

La entrevista que hizo en CÑÑ es un tiro de gracia. Su participación fue ligeramente más convincente que la Gaviota hablando sobre su casa blanca o que Claudia y Ebrard jurando que tienen a Trump domado con el tema migratorio. El grave error desde el primer minuto en la entrevista (además de las preguntas chafas que hizo el host) fue que Gascón trató de voltear la tortilla victimizándose.

Dos imágenes, una al lado de la otra, de una mujer con el pelo largo. En la primera, se toca la nariz. En la segunda, aparece emocionada, con una leve sonrisa. Lleva una camiseta negra.
Fuente

Tercera llamada: como chivos en cristalería

Seamos honestos: a estas alturas, la película ya pasó a un tercer término. Hasta parece estrategia, pero ni por diseño sale tanto revoltijo. Si yo fuera agente de la actriz española, ya me hubiera mudado a la isla ultra-secreta donde viven Juanga y otros famosos.

¿Karla Sofía tiene un equipo de comunicación? ¡Evidentemente, no! ¿Habrá leído mi columna pasada sobre el Efecto Barbara Streisand? Lamentablemente, tampoco. Ya lo dije: hay que reaccionar con inteligencia y solo si es necesario. En mi experiencia asesorando marcas en crisis, cuando se impacientan y tienen iniciativa, el resultado es peor.

Desafortunadamente, gente como Gascón, el Fofo Márquez, y múltiples “influencers” pierden rápido el piso con tantita fama. Afortunadamente, existe la Tercera Ley de Newton (y la ley judicial).

Una persona se encuentra de pie entre dos oficiales, uno con una chamarra de “Fiscalía Estado de México” y el otro con un chaleco de “Conaho”. La persona está mirando hacia la cámara, mientras los oficiales miran hacia otro lado.

Por otra parte, me preocupa que la autocensura sea un recurso choteado (y cansado) para no despertar a la horda de wokes. Sí, el humor y las posturas evolucionan, pero ¿necesitamos revisar nuestros contenidos pasados y borrarlos? Yo diría que no. Solo hay que saber adaptarse al presente.

Mi obvia recomendación es hacerse de un equipo de comunicación de crisis y retomar mi experiencia de aquellos años mozos:

  • Dejar de lado la soberbia.
  • Aceptar el error cometido.
  • Pedir una SINCERA disculpa.

La empatía popular (y auténtica) sigue siendo un recurso bien recibido

Nos leemos pronto…

TAGS:

Miguel Presno

Director General de WatsonData

Miguel cuenta con más de 14 años de experiencia en investigación de mercados (digital y tradicional). Adicionalmente, se desempeña como especialista en Visual Thinking e ilustración, y ha colaborado con diversas publicaciones nacionales e internacionales bajo el pseudónimo Chachachato.

COMPARTIR ARTÍCULO

Facebook
Twitter
Telegram
WhatsApp

DEJAR UN COMENTARIO

No hay comentarios aún. ¡Sé el primero en comentar!

DESTACADA

Agencia MKT Hatch co.

ÚLTIMAS PUBLICACIONES

10 VIDEO NOTICIAS

Las 10 noticias  de la semana en marketing llegaron .......

Las 10 noticias de la semana en marketing llegaron .......

ARTÍCULOS RELACIONADOS