“La verdadera riqueza no está en la pantalla, sino en las experiencias que dejas de vivir por ella.”
—
En esta era digital, donde todos somos rehenes de un scroll infinito, la adicción a las redes sociales se ha convertido en una plaga silenciosa. Yo mismo, como emprendedor que pasa horas en X (antes Twitter) o en mis transmisiones en vivo en TikTok, he sentido esa urgencia compulsiva de revisar notificaciones, sumergirme en el caos de las noticias políticas y obsesionarme con quién me da like o retuit.
Es sarcástico pensarlo: Creemos que estamos “informados” cuando en realidad estamos alimentando un ciclo vicioso de ansiedad y dopamina muy barata. Especialmente con la política mexicana, donde cada día surge un escándalo nuevo –desde corruptelas de funcionarios públicos, hasta herencias misteriosas de senadores–, es fácil caer en el abismo. Y ni hablar de esa vanidad tonta de checar likes, como si un corazoncito digital validara nuestra existencia.
En esta columna voy a compartir algunas herramientas prácticas que pueden ser de ayuda para romper esa cadena. No es mi intención vender una moralina barata, sino compartir consejos directos, y que Yo mismo he puesto en práctica para recuperar el control.
Así que vamos al grano, porque el tiempo es oro y no lo quiero desperdiciar en más pantallas.

10 tips prácticos para reducir la adicción a las redes
- Establece límites de tiempo estrictos.
Empieza por lo básico: Usa las funciones integradas de tu teléfono para limitar el tiempo en apps como X o Facebook. Yo programé 45 minutos al día para “noticias políticas”, en bloques de 15 minutos y el resto lo bloqueo.
Es irónico, ¿no? Las mismas redes que te atrapan te dan herramientas para escapar. Si no cumples, borra la app temporalmente (casi como eliminar “las botellas hasta de perfume” de tu casa) Me rehuso a seguir siendo ese tipo que dice “solo un minuto más” y termino en un scroll interminable sobre políticos y sus mentiras.
- Apaga las notificaciones como si fueran un virus.
Nada alimenta más la adicción que ese “ding” constante anunciando un like o un retuit. Desactívalas todas, especialmente las de noticias políticas (85% de lo que consumo en X) En mi caso, noté que revisaba X cada 5 minutos por miedo a perderme un escándalo, pero ¿qué gano? Solo estrés. Es como invitar a un vampiro a tu casa: una vez que entra, te chupa la energía. Siléncialas y recupera tu paz mental. - Construye tu feed:
Para eliminar el veneno político, hay que seguir cuentas que te inspiren en lugar de envenenarte. Silencia a todas esas cuentas que salen en defensa de los políticos. Enfócate en música, como en mis playlists de Darkwave, Synthpop o busca creadores que compartan contenido positivo. El afán por likes disminuye cuando tu timeline no es un campo de batalla. Recuerda: No eres un activista 24/7, eres un humano que necesita respirar, o por lo menos “orear tu cerebro”. - Practica el “detox digital” semanal.
Dedica un día entero sin redes. Yo me propuse hacerlo los domingos: salir a caminar, escuchar música offline o disfrutar de tu cerveza o café sin chequear nada. Al principio duele, como dejar un vicio, pero luego te das cuenta de lo ridículo que es obsesionarte con likes, hacer corajes mientras la vida real y el tiempo para las cosas importantes, pasa. Especialmente evita noticias políticas; el mundo no se acaba si no sabes al instante sobre la última corrupción en el Senado. - Reflexiona sobre el “porqué” de tu adicción.
Cada vez que sientas el impulso de chequear likes, pregúntate: ¿busco validación o solo dopamina? En mi experiencia, es como un casino (los cuales, por cierto, detesto: ganas un like y sigues apostando tiempo.
Esto es importante: Lleva un diario rápido: anota qué te impulsa a abrir X o Instagram, verás que mucho es vanidad o miedo a quedarte fuera del loop político. Consciente de eso, es más fácil resistir. - Usa apps bloqueadoras como aliados.
si el caso de adicción es extremo, existen herramientas como Freedom o AppBlock que te ayudan a bloquear sitios específicos durante horas pico. Yo las configuro para que X se cierre después de las 9 pm, evitando caer en hilos nocturnos sobre escándalos de corrupción de los políticos de siempre. Sé que suena patético depender de una app para controlarte, pero cuando tu “fuerza de voluntad” no funciona, es mejor buscar ayuda que seguirte haciendo pedazos. - Reemplaza el scroll con hobbies reales.
En lugar de revisar noticias políticas, invierte en algo tangible: lee un libro físico, haz ejercicio o cocina. Yo vuelco mi energía en leer mis viejos comics, escuchar mis vinilos de los 80s. Creéme el afán por likes se diluye cuando tu vida offline es más rica.
¿Qué prefieres un retuit o un logro personal? - Log out después de cada uso.
Para casos extremos, mi terapeuta me recomendó algo muy radical: entra, haz lo necesario y sal, pero no dejes la sesión abierta para “volver rápido”, de esta manera se rompe el ciclo de chequear likes cada rato.
Tratándose de temas políticos, es peor: un like a un tuit crítico puede llevarte a debates eternos, con cuentas que en la mayoría de los casos, son atendidas en masa por un vato encerrado en una habitación color menta. Con eso estamos peleando. - Cultiva mindfulness para combatir la ansiedad.
Técnicas simples como meditar 5 minutos al día ayudan a reconocer el impulso. Cuando sientas ganas de ver quién te dio like en ese tuit sobre crimen organizado, respira y mejor distráete.
Es irónico que en un mundo hiperconectado necesitemos desconectarnos para conectar con nosotros mismos, pero pues “es lo que hay”. - Busca interacciones reales, no virtuales.
Llama a un amigo(a) en lugar de postear, organiza reuniones offline. Sin el filtro de likes, la “validación verdadera” viene de relaciones humanas, no de algoritmos que te manipulan para que sigas enganchado.
Si eres de la GenX, sabes muy bien lo que es vivir sin “el aparatito”, si eres GenY, también puedes hacerlo, no te hagas.

Reducir la adicción a las redes sociales no es una utopía; es una decisión consciente contra un sistema diseñado para atraparnos. Siguiendo estos 10 tips, puedes liberarte del vicio de las noticias políticas –ese pozo sin fondo de corrupción y mentiras– y del patético afán por likes que nos hace sentir como ratas en una rueda.
En mi camino de cambio, me di cuenta de que hay algo inmoral en abandonar tu tiempo y principios por un scroll infinito.
Para recuperar tu vida: emprende, escucha música, sé sarcástico en el mundo real. Al final, el verdadero poder no está en un like, sino en controlar tu atención. Si yo puedo, tú también. ¡Salgamos de la matrix digital y volvamos a vivir!
Gracias por leerme, nos vemos en 15 días.
Juan Pablo Altamirano








