La primera impresión que los clientes tienen cuando llegan a una tienda obedece a una planeación estratégica con la intención de captar su atención ante los productos y así impulsar las ventas.
Las cosas que encuentras desde la puerta no están puestas ahí por azar. Cuando los posibles clientes ingresan por primera vez, toman una decisión en microsegundos y de manera inconsciente: decidir qué camino recorrer.
En marketing y específicamente en merchandising, se determina la mejor forma de colocar los muebles y distribuir los productos para que sean más atractivos, indicando así el camino que queremos que siga la persona. Algunos elementos que juegan un papel importante en esto son la presentación del personal, la iluminación, el sonido que está presente e incluso los olores.
Se realiza un análisis del recorrido que hace el posible comprador tomando en cuenta el perfil del cliente al que está dirigido la tienda. Se observa cómo se desplaza la gente por los pasillos, a qué altura del mueble dirige más su atención para así determinar la mejor colocación de los productos.
Qué colores, qué categorías se colocan en qué lugar, la combinación de productos, señalizaciones etcétera, son parte de la tarea de la persona encargada del merchandising.
Pero no todos los tipos de negocios se estructuran de la misma manera.
Es muy diferente la forma en la que se coloca un producto dentro de una tienda departamental de la que se coloca en un supermercado. Y también entre ellas existen diferencias dependiendo lo que se quiere comunicar y el segmento al que están enfocados los productos.
Por ejemplo, la forma en la que la mercancía está acomodada en un Superama (hoy Walmart Express) no es la misma en la que están en una Bodega Aurrera.
Muchos de los productos pueden coincidir, pero los precios, tamaños, así como la colocación de ellos difiere en forma y fondo.
En Bodega Aurrera el diseño de los pasillos y el acomodo de los productos recuerda a cualquier tianguis o mercado en México. Letreros a mano señalando descuentos o productos amontonados en un botadero, con la finalidad de atraer al mismo tipo de público y de generar en ellos la misma sensación de compra.
Por su lado en Superama, al menos hasta antes del cambio de imagen y nombre, los productos que se encontraban ahí eran de gran variedad de marcas, a un precio mayor respecto a otras, y en muchas ocasiones se podían encontrar productos extranjeros. Los pasillos reducidos en espacio, pero con la mercancía bien acomodada y el carrito adaptado a esas necesidades.
Cada tienda tiene una estrategia de venta particular y sus objetivos de marketing establecidos y a partir de ello determina los mejores elementos de merchandising para hacer lucir los productos.
¿Has notado cómo en algunas tiendas te sientes mejor? Cuéntame aquí o escríbeme.
