Revista de Marketing y Negocios

¿De dónde salió el product placement?

Te voy a contar una historia que me gusta mucho.

Hay personas que piensan que el product placement surgió a raíz de que el uso de la tecnología y llegó a las casas, pero en realidad existe desde que existe en el cine, como una práctica innovadora introducida al medio en 1896 por los hermanos Lumiere con el jabón Sunlight, aunque se sabe que desde antes ya en la literatura la había adoptado para que los autores pudieran sustentar su obra.

¿Cuántas veces hemos visto, por ejemplo, la película mexicana de Pedro Infante y Fernando Soler llamada La Oveja Negra y jamás nos habíamos percatado de que el director Ismael Rodríguez debe haberle cobrado bien a Casa Cuervo por esta escena? De hecho, por mucho tiempo, Cuervo Tradicional se conoció como el tequila de Pedro Infante.

Muchos de nuestros lectores seguro ya vieron en Prime la película Being the Ricardos. Adelantada a su tiempo, como todo lo que hizo, Lucille Ball introdujo el product placement a la tele al firmar un contrato millonario con Philip Morris, marcando un hito en la comercialización de las series televisivas.

Tal fue el éxito obtenido con esta técnica, que en 1964 Ford decidió hacer el lanzamiento de uno de sus más exitosos y anhelados vehículos en la historia: el Mustang con la película Un Hombre y una Mujer. Y cuatro años más tarde le siguió Volkswagen, haciendo de su vochito un adorable personaje protagónico en Cupido Motorizado.

A partir de ese momento, se da un boom en la industria del cine: el DeBeers -el gigante de los diamantes- es la primera empresa en establecer una oficina de representación en Hollywood para negociar directamente con los estudios de cine, después de varias incursiones en esta técnica publicitaria. La más sobresaliente fue Diamonds Are a Girls’ Best Friend en la película Gentlemend Prefer them Blondes, después retomada por Madona en su Material Girl, y posteriormente Nicole Kidman en Moulin Rouge.

No puedo dejar de mencionar el famosísimo caso de E.T The Extraterrestial cuyo product placement fue tema de controversias y hasta de burlas para M&M por haber rechazado la propuesta de incluir sus ricas “lunetas” en la película y el ganón fue, como todos sabemos, fue Reese’s.

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Apple fue el siguiente anunciante en incorporar una oficina de representación en Hollywood y bien sabemos que han hecho una labor extraordinaria colocando sus productos en películas y en series, no sólo con presencia visual, sino en auditiva cuando muy ingeniosamente Wall-E reaccionaba haciendo el típico sonido de encendido de la Mac… ¿te acuerdas?

Por supuesto que el siguiente paso fueron los videojuegos, categoría en la que actualmente podemos ver infinidad de marcas mientras jugamos.

Actualmente, el product placement es una industria sólida y en constante crecimiento, como se comprueba en la popularísima serie House of Cards de Netflix se ha llegado a mencionar que al menos 528 marcas aparecieron en pantalla mientras Francis Underwood andaba de travieso. Checa el interesante video.

Infinidad de casos han sido ejemplos memorables de product placement. Toy Story, Man of Steel, The Matrix y muchos otros han dejado huella en la industria del cine y, por supuesto, en la historia de la publicidad.

Cuéntame qué ejemplos recuerdas. Mientras tanto, en una próxima entrega te voy a platicar de lo bueno y lo malo de esta práctica. Nos vemos en el mismo lugar la semana que viene.

#ProductPlacement

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Liliana Bretón

Publicista e investigadora

Publicista e investigadora; maestra y estudiante; amante del cine, los libros y el buen sentido del humor; no cambio por nada una tarde de vino con una buena plática. Beatlefan y chocohólica. Socialmente analfabeta. Vivo en Cholula.

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