Fueron la primera generación que aprendió consejos de belleza de la televisión, de los anunciantes y de los profesionales de los grandes almacenes; tienen presencia digital, solvencia económica y muchas de ellas realizan compras de manera electrónica. ¿Por qué, salvo los productos antienvejecimiento, las marcas las tienen tan olvidadas?
Cuando hablamos de Early Boomers nos referimos a la generación nacida entre 1955 y 1964, es decir, en los años 70 eran adolescentes y vivieron muy de cerca o formaron parte del movimiento feminista de segunda ola. ¿Es a estas mujeres, a quiénes sólo queremos venderles productos antiarrugas y cirugías plásticas para recuperar la juventud perdida? Me parece un absurdo… y a ellas también.
Son la primera generación que recibió consejos cosméticos directamente de los empleados de grandes almacenes y no de sus madres, así que valoran la atención personalizada y el Retail está cruzado de brazos ante un consumidor en extinción; el que gusta de la interacción one on one.
Contrario a lo que podríamos pensar, son también astutos digitalmente.
Y superan a las generaciones jóvenes en el tiempo que pasan en línea. Pasan en promedio 27 horas a la semana online, es decir, dos horas más que un millennial. Gastan más de 400 mil millones de dólares en bienes de consumo cada año, de los cuales, cerca de 10 mil millones son invertidos en compras online.
Crecieron tratando de cambiar los preceptos que establecieron los medios sobre la belleza. Hoy en día se encuentran ávidas de mostrar al mundo lo equivocado que está al pensar que una vez que se llega a cierta edad, atrás quedaron los mejores momentos, el atractivo y el valor de sus ideas. Por el contrario, buscan vivir, celebrar y compartir el proceso de envejecimiento con dignidad.
Estoy convencido que la industria de la moda, la cosmetología, la tecnología… prácticamente cualquier industria, tienen un sinfín de oportunidades con las mujeres de ésta generación. Y salvo honrosas excepciones, no veo a las marcas hablándoles.
Estamos tan concentrados tratando de descifrar a los millennials y sus hábitos de consumo, que hemos dejado pasar de largo la oportunidad de seguir satisfaciendo a una generación que durante mucho tiempo fue nuestro sustento. Y que sigue ahí, sigue consumiendo, sigue interactuando. Y que resulta una mezcla interesantísima entre hábitos de consumo de antaño y adaptación a las nuevas tendencias de compra.
Animar a las Early Boomers a experimentar, ser vistas y escuchadas ha reportado éxito para marcas como Dove o L´oreal. ¿Por qué no enfocar esfuerzos a ello? No perdamos de vista que ésta es una nueva era con nuevas voces y nuevas demandas, que estamos (por bien propio) obligados a satisfacer.
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