El grafeno es un cristal de carbono en el que los átomos están dispuestos en un plano de forma hexagonal. Proviene del grafito (sí, el de los lápices) y surge cuando pequeñas partículas de carbono se agrupan de forma muy densa en láminas de dos dimensiones.
Fue descubierto por Andre Geim y Konstantin Novoselov, quienes recibieron el premio Nobel de física en 2010 por el impacto que este material está trayendo a la humanidad.
Es considerado como el material del futuro, el más fuerte que existe que al mismo tiempo es ligero, transparente y puede ser o muy flexible o muy rígido, dependiendo del tratamiento que se le dé.
Debido a sus propiedades, los ámbitos de aplicación del grafeno son prácticamente ilimitados y existe una gran cantidad de empresas que están investigando sus posibilidades.
Aunque pudiera parecer ciencia ficción, el grafeno es una realidad. Mientras algunos de sus usos ya están en camino de la comercialización, otros tanto deberán esperar algunos años para poder materializarse. Hemos seleccionado cuatro usos que podrían cambiar nuestras vidas:
Industria electrónica y grafeno
Las propiedades que presenta el grafeno han hecho que este material pueda ser un sustituto del silicio en el campo de la electrónica y los circuitos integrados, imprescindibles en prácticamente todos los dispositivos electrónicos.
Podrían crearse procesadores mucho más rápidos y una nueva generación de teléfonos inteligentes que se auto-recargan, sin formas ni colores preestablecidos, con pantallas flexibles, plegables y táctiles de nanocircuitos, que mejorarían de manera significativa la velocidad y calidad de las comunicaciones inalámbricas.
Industria alimenticia
El grafeno puede ser usado en el envasado de alimentos o productos farmacéuticos, manteniendo los alimentos y los medicamentos frescos durante más tiempo. Puede parecer una aplicación sencilla, pero puede reducir drásticamente la cantidad de residuos de alimentos que la gente tira cada día.
La purificación del agua es otro de los grandes usos del grafeno. Investigadores australianos han desarrollado un sistema de filtración con un derivado del grafeno capaz de purificar cualquier agua salada o contaminada. Su proceso es más eficiente desde el punto de vista energético que los filtros tradicionales. Las excepcionales propiedades físicas y químicas del grafeno resolverían algunos problemas relacionados con la falta de agua potable en el mundo.
Industria de la salud
La alta reactividad del grafeno con otros elementos químicos distintos del carbono es una de las características que más atrae la atención en el campo de la investigación.
El grafeno es un gran descubrimiento para el sector médico, ya que ha demostrado ser útil contra varias enfermedades, sobre todo contra el cáncer.
Aquí tenemos algunos ejemplos de aplicaciones que puede tener el grafeno en la medicina: terapias contra el cáncer, herramientas de diagnóstico de enfermedades, monitoreo de glucosa, ingeniería de tejidos, implantes, secuenciación de ADN, biomarcadores, transferencia de material genético, así como usos en el campo de la imagen biomédica y la neurociencia.
Industria automotriz
Entre las mejoras que resultan del uso del grafeno, está la disminución del peso del vehículo, mejor conductividad del calor y reducción del ruido, de la misma manera que unos audífonos que aíslan el sonido, dando una experiencia de conducción aún más silenciosa.
Otras aplicaciones del grafeno para el sector automovilístico con más potencial comercial son: neumáticos más flexibles y resistentes, que no se calientan y se agarran mejor al asfalto; estructuras y chasis más fuertes, resistentes y ligeros; aditivo para mejorar lubricantes existentes; baterías más duraderas.
Ford y Tesla son dos marcas automotrices que ya utilizan el grafeno como parte de los elementos en la fabricación de sus nuevos autos.
El grafeno tiene muchos otros usos y, aunque su fabricación a gran escala sigue siendo un proceso lento y muy caro, está destinado para cambiar nuestro futuro.