Qué nervios. Nadie nos capacita para una entrevista de trabajo. Peor aún: no sabe uno cómo se comportan los demás en una entrevista laboral y eso nos pone en desventaja, porque no tenemos ni idea de cómo es nuestra competencia para el mismo puesto.
Lo que sí podemos hacer es poner atención a ciertos aspectos clave que a veces, por obvios, pasamos por alto.
Mira a los ojos.
Si bien podríamos sentir intimidación por la mirada del otro, se dice que alguien que esquiva la mirada no es de fiar. Ensaya con alguien de confianza hasta que puedas mantener la mirada firme en tu interlocutor.
Signos de nerviosismo.
Si juegas con tu cabello, te estás tocando la cara, asientes con la cabeza todo el tiempo o tu rodilla se mueve al ritmo de un inaudible e insufrible reguetón, te baja puntos en tu primer encuentro. Pareciera que no estás listo para la entrevista… o para el puesto. Puedes evitarlo usando tus manos para enfatizar lo que dices y mantenerlas cruzadas frente a ti mientras escuchas (no cruces los brazos, sólo las manos).
Cruzar los brazos.
Ya que hablamos de ello, evita a toda costa cruzar los brazos frente a ti. Esto puede transmitir falta de apertura a la entrevista, al entrevistado o a la empresa. O un alto grado de inseguridad, o de ansiedad, o también falta de empatía. Sé consciente de tus brazos y ábrete a la circunstancia que tienes enfrente.
Sonrisa.
Una sonrisa estimula la autoestima y autoconfianza, y transmite seguridad y amabilidad. Y no hacerlo transmite enfado o falta de amabilidad en tu personalidad. Sin exagerar en ello, no dejes de sonreír de forma natural.
Apretón de manos (si ya la pandemia lo permite).
Nada muestra más apatía o falta de carácter que un débil saludo de manos. Siempre saluda (a quien sea, no sólo en una entrevista) con un apretón de manos firme, obviamente sin llegar a lastimar a la otra persona. El saludo de manos es uno de los aspectos de mayor impacto en los encuentros personales.
Espalda encorvada.
Uno de los peores enemigos o el mejor de los aliados de la personalidad es la postura. Una espalda recta transmite aplomo y empoderamiento, mientras que los hombros caídos o encorvados te pueden traicionar proyectándote como el más débil para el puesto que estás buscando (piensa en Claire Underwood -de House of Cards- la más derechita, y por ende, de los personajes actuales más fuertes).
Mantén en mente…
(a) que debes entrar a la habitación como si el sitio fuera tuyo y quisieras impresionar a todos los que están ahí (b) ‘espejea’ al entrevistador, es decir, sin parecer un imitamonos, sigue y replica su lenguaje corporal (c) muestra interés y pon atención a todo lo que te digan (d) despídete tranquila y relajadamente, no te apresures, recoge tus cosas pausadamente y despídete con otro buen apretón de manos, una mirada fija a los ojos y una sonrisa. No olvides preguntar qué paso sigue antes de retirarte.
#SiempreSéTú