YA LO VIVÍ
Recuerdo perfecto el día de mi primera entrevista con esta persona. Amable, educado, inteligente. Me convencí de que era el puesto adecuado para mi, en la empresa ideal para ese momento. Transnacional, ejecutivo, buenas prestaciones y salario. Me sentí soñado.
Durante el primer mes, fui descubriendo poco a poco que esa no era mi nueva realidad. Estando en juntas, humillaba públicamente a otros compañeros, quienes, supongo que por necesidad, bajaban la cabeza y volvían a lo suyo. En alguna ocasión, estando yo en su oficina, lo llamó uno de sus hijos, y lo mandó al carajo ahí mismo, delante de mí. Y apenas era el primer mes.
Yo sabía que estaba viviendo mi luna de miel y que pronto me tocaría entrar al corral de los esclavos de esta bestia humana. Y así fue.
Justo al mes de haber sido contratado, estando en una reunión solos, de pronto me elevó la voz de forma grosera, fuera de lugar.
Y en ese mismo momento, sabía yo que debía decidir. O aceptaba ser tratado como todos en su grupo de trabajo y perdía mi dignidad, o de plano ponía mi dignidad por delante, lo cual hice. Me levanté de la mesa y le dije: Señor fulano de tal, yo lo he tratado con todo respeto y ese mismo respeto, espero de usted. Solo dos personas me podrían gritar, y no lo hacen. Son mis padres.
El muy cínico me respondió: Ah, ¿entonces tú eres uno de esos a los que hay que pedirles las cosas por favor y darles las gracias?
– Sí señor, cuando su educación así se lo indique.
Fin del maltrato para mi. Nunca más volvió a dirigirse a mí de forma grosera. Para los demás seguía siendo igual.
JEFES TÓXICOS, SIEMPRE LOS HAY…mientras haya colaboradores sumisos.
Pero hablemos primero de lo que significa ser un jefe tóxico.
Los jefes tóxicos, son personas que generalmente llegan a ocupar posiciones de alto nivel, sin haberse educado, entrenado para ello. El amigo del “gran jefe”, el compadre del dueño, el que supo meterse en un grupo selecto y por simpatía le dieron la oportunidad… de ganar más y comenzar a destruir a la empresa.
Estas personas, es muy probable que hayan crecido profesionalmente en condiciones similares a las que ahora replican en “su territorio”. Son personas resentidas que, quizá por ignorancia, actúan de la forma que conocen y piensan que “si yo pude llegar a donde estoy con ese estilo de gerenciamiento, es porque está bien”.
ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE UN “JEFE TÓXICO”
Estas son algunas de las muchas características de estas personas. Es probable que los identifiques.
Son amables en público. En privado despierta su toxicidad
Es probable que nunca te hayan evaluado profesionalmente. Que nunca se hayan sentado a la mesa contigo para decirte lo que has hecho bien, y felicitarte, y lo que debes de mejorar, brindándote consejos valiosos para que puedas lograrlo. Eso sí, recibirás crítica constante de todo lo que haces.
Nada de lo que les presentes, va a estar bien. Nada. Todo tiene comentarios o instrucciones de cambiarlo, sin explicaciones. Son controladores.
Si sabe que necesitas algo, luchará porque no lo tengas. Por esto es que los colaboradores terminan siendo entes silenciosos, que no hacen más que trabajar y cumplir con sus horas, sin realmente disfrutar su trabajo. Saben que ahí no encontrarán lo que desean.
Nunca tendrán una cortesía. Solo ellos importan. No saben lo que significa “empatía”..
Todo lo que sale mal, es culpa de alguien más.
Quizá lo más importante. Su liderazgo, si lo tiene, carece de una característica que investigadores de Harvard, en un estudio de más de 1,000 líderes de 800 empresas, detectaron como la cualidad clave que debe tener un gran líder: la COMPASIÓN. De esto, hablaré más adelante.
IMPACTO EN LOS INDIVIDUOS Y EN LOS EQUIPOS
Solo estos comportamientos de un jefe tóxico, son suficientes para minar la moral de los colaboradores.
Y, si existe un equipo sin un alto espíritu de compromiso, es muy probable que sea un equipo mediocre, a pesar de que los colaboradores, individualmente, sean personas de éxito, capaces, inteligentes, con un alto espíritu de colaboración y entrega.
Solo que estas cualidades se ven opacadas, por el temor que estos jefes inspiran en sus equipos, que prefieren no arriesgar su puesto, o que de plano, deciden dejar la empresa.
Como puedes ver, una persona tóxica en el lugar equivocado dentro de una empresa, en vez de apoyar el desarrollo del negocio, influye para que poco a poco, día tras día, la empresa vaya cavando su propia tumba. Aunque generalmente los jefes tóxicos cavan la suya antes de acabar con la empresa.
En estos tiempos, en los que la palabra “abuso” es tan común y tan penada, un jefe tóxico podría considerarse un jefe abusador. El bullying en las organizaciones se da, con más frecuencia de la que pensamos.
LA TOXICIDAD ¿SE DA SÓLO EN EL TRABAJO?
Aquí está lo grave de este tema. No solo existen en el sitio de trabajo. Puede ser la maestra frustrada de tu hijo, el profesor universitario de tu hija, el chofer del taxi o del autobús que te transporta, la secretaria de tu empresa. Puede ser tu esposo o tu esposa. Puedes ser tú.
Y una persona tóxica, lo es las 24 horas del día.
En todos los casos, las horas más felices de su familia, son cuando el/ella se encuentran fuera, trabajando. Al acercarse la hora del retorno a su hogar, el estrés y las ansiedades comienzan en la familia, que ahora debe soportar a estos individuos.
Y así, se repite el mismo esquema. El papá o la mamá que regresa a su casa, y espera que todo esté listo, ¡simplemente porque ya llegó! y abre la puerta y espera que la mesa esté servida y que cada uno de los integrantes de su núcleo familiar, venga a rendirle pleitesía. Y los tratará como trata a sus colaboradores. El cuento de nunca acabar… hasta que alguien decide que acabe.
IMPORTANCIA DE LA COMPASIÓN
En su artículo en Harvard Business Review (may 07, 2015), Emma Sepälä habla de la importancia que tiene la compasión junto con la curiosidad, para obtener mejores resultados en las organizaciones. Contrario a la reacción de una persona tóxica, de seguramente apalear publicamente a alguien que no cumplió con una responsabilidad en tiempo y forma, quienes utilizan la compasión y la curiosidad para liderar a un equipo, más allá del natural enojo y frustración que sienten cuando algo no sale como lo esperaban, al ser compasivos, tratan de comprender el porqué la persona no cumplió. Y la curiosidad los lleva a descubrir cosas, incluso personales, que fueron un impedimento para el logro. Y este ejercicio de comprender al otro, genera un sentimiento de colaboración, de compromiso personal, de relaciones positivas, que tiene un impacto increíble en la persona y en el equipo.
El jefe, se convierte en un Asesor de Vida de sus colaboradores y los impulsa y apoya para que tengan éxito.
Gana el jefe/ Líder, ganan los colaboradores y gana la organización.
¿EN QUÉ GRUPO TE ENCUENTRAS?
Es probable que te hayas visto de pronto reflejada en alguno de los grupos de este esquema.
- Eres un colaborador con un jefe que es compasivo
- Eres un colaborador con un jefe tóxico
- ERES UN JEFE COMPASIVO, y puedes comprobarlo, o…
- ERES UN JEFE TÓXICO.
Si te encuentras en la última opción, es muy importante (aunque poco probable que lo lleves a cabo por decisión propia, sino quizá cuando seas despedido) que te esfuerces en el cambio.
Observa las caras de tus colaboradores, de tu pareja, de tus hijos. ¿Se ven felices cuando tú estás ahí, con ellos?
De los amigos no pregunto, porque las personas tóxicas, los “buleadores”, para hablar en términos actuales, tienen una cualidad especial para ser personas adorables ante quienes no pueden controlar.
Si eres un colaborador con un jefe tóxico, está en tus manos seguir siendo humillado cada día, o salir adelante, arriesgarte y buscar opciones, o defender tu dignidad. Nada es gratis.
El mundo necesita más personas compasivas, menos personas tóxicas.
Y, aunque parece difícil, cuando decides liberarte de una relación de este tipo, el sentimiento de libertad, de elevar tu autoestima, de saber que tu tienes el control de estar solo con aquellos con quienes puedes establecer una relación de respeto, es indescriptible. Te invito a liberarte. Hoy. No esperes.
Hasta la siguiente columna.
Aprecio mucho tus comentarios y recomendaciones. También que compartas esto con tus amistades.
JL