Ya lo decía Heráclito “Lo único constante es el cambio”. No dejo de pensarlo y por ende no puedo dejar de escribirlo. Es tan fácil “acomodarnos” y muchas veces pensar que todo sigue o seguirá igual en nuestro entorno o que no es necesario evolucionar. Y si nos pasa ese pensamiento a nosotros como personas ¿Por qué no le pasaría a las organizaciones? Si nosotros mismos las creamos y somos parte de ellas, nuestros pensamientos las guían, las hacen crecer o acabarse. Y es entonces donde retomo mi tema de hoy en torno a si existe la Mercadotecnia Disruptiva.
El “Marketing” per se, es un proceso de negocio que poco a poco se ha convertido en eje de muchas empresas que creen en la estrategia, en escuchar a su mercado y que ahora más que nunca, nos permite interactuar de muchas maneras que hace 50 años eran inimaginables. Esto aunado con la tecnología y los recursos disponibles de la época, me lleva a confirmar que la mercadotecnia es esencialmente disruptiva, si la dejan ser, pues persigue la innovación y genera novedades desde varios puntos de vista: el producto o servicio final, el proceso de comercialización, la promoción, el mensaje, entre otros.
Lo interesante de todo esto es que cualquier actividad empresarial podía considerarse disruptiva si la organización lo permite. Puede surgir desde cada cultura organizacional o transformarse con el tiempo. Por eso muchas empresas piden “pensar fuera de la caja” sin embargo el resultado de ese pensamiento no es siempre alentado ya que puede cambiar el orden de las cosas. Algunas veces “pensar fuera de la caja” podría percibirse como caótico porque no se amolda a los sistemas existentes ¿Y no es eso parte de la innovación o evolución?
Toda mi vida he sido una persona disciplinada que hace lo posible de seguir los procesos establecidos sin embargo también creo firmemente que si algo no funciona es necesario cambiarlo. ¡Nada es para siempre! Por eso después de muchas experiencias, te dejo algunas reflexiones que pueden ser de ayuda si quieres implementar un buen marketing, o cualquier otra actividad, alineado a un pensamiento “disruptivo”:
- Primero recordemos que disrupción es el rompimiento con la manera tradicional de hacer las cosas, ejecutar algo.
- Entonces si haces marketing “fuera de la caja” eres naturalmente disruptivo, como lo mencioné antes.
- Disrupción no significa desorden sin embargo puede ser una nueva manera de plantear un proceso o incluso de solucionar un problema.
- No hay posibilidad de ser disruptivo en organizaciones donde no se alienta o no se permite pensar.
- Los procesos de trabajo son adecuados pero si la mayoría se los salta es señal de que ya no están siendo efectivos en el contexto y habrá que ajustarlos, cambiarlos o eliminarlos.
- Cualquier forma nueva de hacer algo deberá ser establecido de forma que todos la entiendan y la compartan. Y debería ajustarse cuando sea necesario.
- Un proceso de trabajo debe ser lo más simple posible para no obstaculizar llegar a los resultados.
- Las actividades rutinarias generan dominio en el “hacer” pero también limitan nuevas formas de “inventar” y de crecer.
- Sentirse cómodo en el área de trabajo está OK, lo importante es no acomodarse por demasiado tiempo, puede ser un síntoma de que los demás avanzan y nosotros no. (tanto a nivel personal como empresarial).
- Etiquetar a otros, ya sea porque es muy joven o porque es muy “viejo” es la forma tradicional de desmotivar a alguien. No hay edad en una organización innovadora, se trata de la contribución no de la definición.
- La diversidad de un equipo siempre genera nuevos puntos de vista
- No todo mundo piensa igual y es válido
Al final de cuentas cada quien decide a qué grupo quiere pertenecer y la manera en la que llegará a sus objetivos. Lo más relevante es ser congruentes con nuestra naturaleza; entender que no existen fórmulas probadas pero que puedes crear la tuya, si así lo deseas.
¡Hasta luego!