En años recientes, el mercado de delivery había estado creciendo paulatina y consistentemente, pero 2020 significó un gran boom para las entregas a domicilio tanto en frecuencia como en monto del ticket promedio.
Mientras que empresas nuevas han llegado, otras se han ido por su incapacidad de satisfacer el alto volumen de demanda en el pastel del delivery.
La oportunidad para Google se deriva de las búsquedas que los consumidores hacemos en su plataforma de mapas.
Google Maps se ha convertido en un referente para que los clientes encontremos y descubramos establecimientos y servicios a nuestro alrededor, de tal forma que localicemos lo que necesitamos o cuando no sabemos qué se nos antoja de comer y las opciones simplemente se despliegan, incluyendo distancias, horarios, tipo de productos o servicios, y hasta las calificaciones y recomendaciones de infinidad de usuarios que ya han hecho compras en los sitios determinados.
Lo que faltaba era la integración de las marcas a su plataforma, lo que haría más fácil y rápido solicitar alimentos a domicilio sin necesidad de utilizar alguna aplicación adicional, que se veía remota (o quizá ni la imaginábamos), y ahora es una realidad. La primera empresa que comenzará a operar de la mano de Google es Burger King, quien a partir de este lunes (hoy) podrá recibir compras dese el buscador en más de 5 mil restaurantes dentro de Estados Unidos.
La propuesta de Google es fácil: los restaurantes podrán recibir pedidos en línea y el cliente podrá elegir si los quiere pasar a recoger a la sucursal que está visualizando, o si prefiere la entrega a domicilio desde Maps. Cuando un usuario busque el restaurante de su preferencia le saldrá la opción “pedir en línea”, y al presionar podrán consultar el menú y comenzar el pedido, evitando así la necesidad de tener diferentes apps en el celular.
Ahora bien, si no sabes qué se te antoja, a través del buscador o con ayuda del asistente de búsqueda puedes dar clic a restaurantes en general o por tipo de establecimiento, con tan solo decir “OK Google busca pizzerías cercanas”.
Esto, obviamente, aplica a otras categorías como farmacias, florerías, ferreterías o hasta veterinarios y servicios del hogar… la posibilidad es infinita.
¿Qué pasará con las apps de delivery como Uber Eats o Rappi?
Google pretende eliminar a los intermediarios para hacer pedidos a domicilio por lo que Rappi, UberEats se volverían innecesarias a menos que se reinventen.
Actualmente las aplicaciones cobran comisiones altas tanto a los dueños de los restaurantes como a los consumidores. La gente paga un sobreprecio para que el pedido sea entregado en la puerta de su domicilio, por lo que el trabajo de benchmarking que Google seguramente ha llevado a cabo para conformar su propuesta le permitirá llegar con una oferta mucho más favorable tanto para usuarios como para los proveedores de servicios.
En el buscador de Google estará incorporado el nuevo botón “Ordenar en línea” cuando un establecimiento ya haya sido incorporado al servicio, ya sea que se trate de comercios locales o restaurantes de grandes cadenas. Además, permitirá a los clientes pagar a través de Google Pay.
Por el momento, Google ya ha concretado convenios con las empresas de delivery DoorDash, Postmates, Delivery.com, Slice y ChowNow, en los Estados Unidos.
La pregunta es ¿qué tanto estarán preparados los demás mercados para la incursión de Google Delivery en el resto del mundo? ¿se van a esperar hasta que lleguen y tengan que reaccionar? O, como se acostumbra mucho en los casos de ofertas disruptivas, que los afectados potenciales minimizan la propuesta innovadora y al final ni tiempo les da de renovarse. Los casos de Blockbuster o de Kodak podrían servir como una gran lección de referencia.
