Dando seguimiento a mi artículo anterior en el que hablaba del marketing no intrusivo y me refería al Inbound Marketing y dejaba pendiente su definición antagónica con el Outbound Marketing, en esta entrega, trato el tema por demás interesante y aleccionador en la práctica.
¿El Inbound Marketing es mejor que el Outbound Marketing?
Es una pregunta que no solo me la han hecho en muchas ocasiones. Yo me mismo me lo he cuestionado. Y la verdad, yo al través del tiempo he trabajado más del lado del inbound no solo por mi formación académica, sino por mis hábitos generacionales. Sin embargo, durante años acompañé a mi padre en la creación de campañas para medios tradicionales encuadrados ahora, que hacemos ya tantas segmentaciones, en la parte outbound. Y esa publicidad se sigue haciendo, aunque bien es cierto que cada vez la televisión abierta –su principal difusora- enfrenta más problemas con sus audiencias. Las inversiones en este medio van a la baja.
¿Entonces? ¿Cuál es mejor?
Los dos.
El Inbound y Outbound son dos enfoques diferentes que se pueden usar de manera efectiva por sí mismos o incluso juntos.
Cada uno tiene su conjunto único de ventajas y desventajas.
En el Outbound Marketing persigues a los clientes. En el Inbound Marketing los atraes.
Aunque me inclino por la publicidad no invasiva no dejo de reconocer el valor y la eficiencia de la tradicional. A nosotros como agencia nos ha tocado hacer un mix de publicidad online con publicidad en medios tradicionales. Por lo tanto, si tenemos un cliente con el suficiente presupuesto, lo ideal –como ya lo hacen infinidad de marcas importantes-, es hacer estrategias integrales que cumplan con objetivos de comunicación claros, utilizando un mix idóneo al mercado y a la inversión.
En el Inbound Marketing tu creas las historias.
Tú eres es orador principal. El marketing de entrada se trata de crear un gran contenido para compartir con su público. En el Inbound Marketing se trata de contar historias; hablarle a tu audiencia dónde quiere que le hables y cómo quiere que le hables. Se trata de deleitarlos, educarlos e involucrarlos de una manera abierta y transparente con la marca.
El Inbound Marketing es un enfoque de mercadotecnia adaptado al comprador moderno que, en promedio, hace por sí mismo, una exhaustiva investigación sobre el producto o servicios que quiere adquirir antes de ponerse en contacto con la compañía que está vendiendo.
El Outbound Marketing se basa en una estrategia muy lineal.
Con esta estrategia lineal, evalúas qué medios se dirigen con mayor precisión a tu mercado objetivo y empiezas a atribuir porcentajes más altos de tu presupuesto a los más efectivos y omites los medios menos efectivos.
El Outbound Marketing es un marketing basado en interrupciones.
Su premisa es encontrar un gran número de seguidores e interrumpirlos periódicamente –cortes comerciales- con avisos disociados. El objetivo es que con una planificación cuidadosa y un planteamiento de alcance y frecuencia óptimo, se llegue a un porcentaje de la audiencia que no le moleste la interrupción en la historia/programa/deporte –caso contrario hará zapping-, para que ponga atención al mensaje y se convierta en un cliente potencial.
¿Por cuál decidirse entonces? ¡La estrategia y luego el presupuesto te lo dirán!
Lo que sí te aconsejo tajante, es de que te olvides de tratar de llegar a un prospecto menor de 40 años solo con Outbound Marketing. El Inbound Marketing que sería lo adecuado, es diferente, como lo he mencionado. La estrategia y el presupuesto definirán que camino tomar.
Les dejo una infografía que seguramente les será muy útil como orientación en la toma de decisiones.
