Es preocupante lo que está sucediendo en el mundo por falta de comunicación de las autoridades hacia los jóvenes.
Como si fuera un error de libro de texto básico de publicidad/mercadotecnia, las cúpulas de los países no han entendido que el discurso del siglo veinte ya cambió. Que hay que hipersegmentar además de integrarse a las nuevas plataformas mediáticas.
No basta con subirse a las redes sociales, ni pautar en YouTube, ni abrir blogs o contratar influencers. Mientras el contenido y el tono sigan siendo los mismos, simplemente no van a conectar.
Los resultados son patéticos e impactan a todos los países. Los tres ejemplos más recientes que tengo en la mente se refieren a votaciones cuyos resultados parecían inconcebibles incluso para los mismos protagonistas.
Viene el famoso Brexit y, dada la falta de información que no permeó, los posibles votantes de menor edad no participaron y la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea fue una decisión tomada por sectores adultos guiados por su orientación tradicionalista. Mientras, los jóvenes perdieron la oportunidad de participar en un evento que tendrá un impacto de trascendencia en su futuro.
Si vemos este asunto de forma simplificada, mientras los grandes fueron a defender su punto de vista, los chicos no le dieron importancia o no se enteraron de lo que esta votación implicaba. El resultado fue que el abstencionismo fue mayoritario y la separación se dispuso por unos cuantos.
Lo mismo sucede con Colombia y su reciente tratado de paz. Con la inminente votación por la presidencia estadounidense. Y, si me voy al extremo, por la elección de presidencia en 2012 y las posteriores gubernaturas en México.
El modelo de comunicación es totalmente nuevo, más que en la entrega es en el fondo. La juventud desoye discursos que suenan institucionales, lo cual las élites no han asimilado, pretendiendo mantener su forma de comunicarse más bien entre ellos que con la población. Mientras sigan así, por supuesto que seguirán fracasando #PutAttention