Se fue el maestro del storytelling. Un gigante de la comunicación. No había celebridad, millonario, presidente o persona de a pie que no quisiera ser entrevistado por Larry King. Un personaje icónico, lleno de inteligencia y de humor puntual y agudo. Muy agudo.
Con sus característicos y excéntricos tirantes, y su prodigiosa destreza seductora y concisa, obtenía de sus entrevistados su intimidad y sus más ocultas emociones. Los contenidos que ofrecía eran de los más exitosos de la comunicación estadounidense, dentro de su propio espacio hospedado en CNN, cadena noticiosa que él apoyó a conformar al lado de Ted Turner, el llamado magnate de los medios (y exmarido de la legendaria activista y actriz Jane Fonda).
Usaba su impecable habilidad de escuchar y de mantenerse sin protagonismos para brindar entretenimiento de altísimo nivel. Lograba siempre que sus invitados se relajaran y jugaran con él a ser ellos mismos, sin importar si el tema era divertido o dramático.
A lo largo de más de 25 años, en su programa diario entrevistó tanto a Marilyn Manson , a Richard Nixon, al Dalai Lama, a Carlos Slim, a Mónica Lewinski, a McCartney & Starr, al infame asesino de John Lennon, a Muamar el Gadafi, a Oscar de la Hoya, a Madonna (a pesar de que odia las entrevistas) a infinidad de integrantes de la realeza mundial, como a un vendedor de pretzels neoyorkino, a Kermit & Miss Piggy, o un encantador de serpientes callejero.
Cuando se encontraba del otro lado del micrófono, siendo el invitado, su generosidad se desparramaba en toda la extensión de la palabra. No sólo hacía que su entrevistador se luciera, sino que además compartía su saber y su experiencia sin ningún tapujo, como con frecuencia hacía con Conan O’Brian.
Y TAN generoso que, en una ocasión que se tuvo que ausentar, su anfitrión invitado fue Kermit the Frog.
Se casó 7 veces, iniciando esta carrera matrimonial en la secundaria. Con una de sus esposas, una conejita de Playboy, se casó 2 veces. Procreó o adoptó hijos con casi todas ellas. Con una de sus esposas se casó en un hospital, mientras estaba a punto de entrar a cirugía. Y además tuvo varias novias de gran renombre, una de ellas la legendaria Angie Dickinson.
Después de haber sobrevivido a infinidad de intervenciones quirúrgicas a lo largo de su vida, incluyendo más de dos infartos, Lawrence Harvey Zeiger (a quien el mundo conoció como Larry King), deja un hueco mediático que seguramente nadie siquiera se atrevería a intentar. Este pasado fin de semana nos dejó porque su aguerrido cuerpo no pudo combatir las complicaciones del coronavirus.
Celebremos su larga estancia en esta vida recopilando algunas de sus enseñanzas:
- Con un buen storytelling, no tienes pierde. Podrás compartir cualquier tema.
- No importa a quién entrevistes, la clave es escuchar para poder armar la historia desde la primera persona.
- Para obtener respuestas interesantes, necesitas hacer preguntas directas y cortas.
- Tienes que establecer empatía.
- Tienes que ser una persona altamente curiosa.
- El contenido con base en el escrutinio es mejor recibido cuando el autor no es protagónico.
- Siempre permite que las personas terminen una idea. Nunca sabes si la última idea de su frase es tu encabezado ganador.
- Al preparar tu contenido no te quedes con lo que sepas, busca siempre aprender algo.
- Desarrolla un estilo único: en tu voz, en tu look, en tu lenguaje, en tu vida.
- Constancia y persistencia. Pase lo que pase, jamás avientes la toalla.
- Si el camino se termina, hay que tomar otro o crear uno nuevo. El camino, qué.
- Vive tu momento.
- No te quedes estancado en ninguna parte sólo porque el deber ser lo dice.
Hasta siempre, señor Zeiger. Gracias por tan brillante y vasto legado.